Día 6: Love Letters

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Era miércoles y su día libre obligado por su entrenador pero, definitivamente, quedarse en casa no era lo suyo. Normalmente, hubiera ido al gimnasio a hurtadillas de su supervisor y hubiera hecho algo de provecho; sin embargo, aprovechó ese día en limpiar su coche. Era especialmente cuidadoso con él y no sólo porque era un modelo reciente, realmente era aficionado a los automóviles y le gustaba mimar a su pequeño.

Una vez adecentados los asientos anteriores, el volante y la luna, pasó a la zona posterior. Y ahí fue donde el día se torció.

Debajo del asiento del piloto encontró un folio que primero creyó desnudo, pero que al voltear cobró todo el sentido del mundo.

Mi chico de las noches estrelladas,

Incluso en este momento en el que estoy fragmentado en mil pedazos, sólo y lejos de todo, eres el único sentimiento del que no dudo. El pilar que sostiene la bóveda de mis ideas anclada al suelo. Conservo tus cartas junto las flores secas que me envías para conservar mi cordura. Gracias por confiar en mí como nunca nadie lo hizo.

Te amo.

Al igual que la tinta en las danzantes y claras letras de la esquela, Makoto había dejado plasmada su firma al final de la misma.

Tragó saliva y apretó los dientes. Tuvo que cerrar los ojos para no releer aquella dolorosa ortografía. Se enfadó consigo mismo y su estupidez por no haber pensado antes en la posibilidad de que el corazón de Tachibana ya podía ser de otra persona. Y lo veía totalmente normal, era una persona encantadora.

Se mordió los labios antes de continuar su limpieza y de guardar aquello para devolvérselo a su propietario. Y es que pensó en hacer la entrega al día siguiente en la piscina, pero no tuvo tanta paciencia como le hubiera gustado y en un arrebato había conducido hasta la puerta de su casa. Por suerte o por desgracia, la dirección había quedado guardada en su GPS.

Tomó una bocanada de aire antes de plantarse frente a la puerta y tocar el timbre. Fue Makoto Tachibana en persona quien abrió claramente sorprendido por la inesperada visita.

—La encontré en mi coche. Se te debió caer el otro día. —dijo sin rodeos entregando la carta.

Sus ojos se abrieron de par en par, seguidamente palideció. Tomó la carta con una mano temblorosa y lo que más temía se materializó en una frase:

—La he leído. —Makoto se veía decepcionado, podía descifrar perfectamente cómo Yamazaki apretaba la mandíbula a pesar de que intentó ocultarlo.

—E-está bien, no importa. —musitó.

—Lo siento, no tengo excusa.—no podía mirarlo a los ojos.

—¿Qué... Qué te ha parecido?

—Es... Emotiva, muy bonita. —Yamazaki no tenía palabras para describirla. Claro que era profunda y desgarradoramente romántica pero, no quería decirlo en alto. Sentía que se dañaría a sí mismo en caso de hacerlo.

—¿Quieres pasar? —Sousuke enmudeció, nuevamente, no encontraba las fuerzas. —Estoy escribiendo muchas y...

—Makoto, —le interrumpió seriamente y está vez sin siquiera pensar en lo delicioso que era llamarlo por su nombre. —no sé para quién serán esas hermosas palabras pero creo que no te has dado cuenta. —el muchacho no supo entender a lo que Sousuke continuó. —Llevo días intentando coquetear contigo. Me gustas.

El carmesí de las mejillas de Makoto se volvió intenso. Sintió cómo su cerebro se reducía a cenizas y el humo escapaba por sus orejas.

—S-Son para mi libro. —titubeó.

—¿Qué?

—Últimamente estoy inspirado, y escribí muchas de este estilo, y me gustaría que la historia girara entorno a ellas, y que te parezcan lindas me ayuda mucho porque me avergüenza escribir historias románticas, además cuando escribo siento que nunca es suficiente, que no lograré nada y...

El cerebro de Sousuke comenzó a funcionar lentamente hasta coger buen ritmo. Makoto no tenía a alguien, ¿era eso lo que había leído entre líneas?

—Eh, eh, para. —Sousuke rió deteniéndolo. —¿Acabas...? —corrigió la pregunta porque le pareció que no era necesaria. —Me has contado todo lo que intentaba ocultarme el otro día.

—Sentí que podía confiar en ti y... Lo siento te has confesado y, yo no sé qué decir. —dijo avergonzado.

Sousuke relamió sus labios para terminar con una disimulada sonrisa victoriosa.

—No digas nada, aún.

Perdonadme mis pequeños, este capítulo debió subirse ayer pero mi mente se fue a la ***

Espero que os guste, me gustaba el prompt de hoy 💕. En un rato subo el siguiente.

Sed felices.

Cómo Enamorarse En 31 Días FLUFFTOBER 2021 [Free!] [SouMako] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora