Día 11: First Time (no Sex)

107 21 18
                                    

Sousuke rió.

—Creo que he escuchado mal, perdona. —Makoto estaba sonrojado hasta la nuca y sus poco habituales cejas en uve le hicieron dar una vuelta de tuercas. —¿Es en serio? ¿Quieres que te bese?

Makoto hizo un mohín. No contestó, se atrevió a caminar esta vez sin ayuda. No le parecía que se le diera mal. Sin embargo a ojo de Sousuke, solo daba tumbos de lado a lado.

—¡No puedes ir así a tu casa! —sugirió.

—¡No lo haré! Voy a ir a la tuya. —Makoto dio una compleja media vuelta. Su enfado había desaparecido, aunque no del todo. —No puedo llegar así a mi casa, y seguramente tú no sabes llegar desde aquí.

Sousuke rompió la distancia y se acercó a él con la cautela y la peligrosidad de un puma.

—No sabes lo que dices. —susurró.

Makoto hizo otro berrinche, pero antes de que pudiera darse media vuelta las manos seguras de Sousuke lo aferraron. Obviamente, no iba a perder su oportunidad.

De pronto sintió el agradable tacto de los labios contra los suyos, lentos pero desesperados por inundar la boca ajena. Makoto sintió cómo su cuerpo ardía de pronto quemado por aquel beso impaciente. Necesitó clavar sus uñas en la ropa de Sousuke cuando sus lenguas se encontraron. Las piernas le perdían fuerza y el mundo le daba vueltas.

Sólo hubo un instante de separación, de toma de aire antes de seguir compartiendo aquel húmedo aliento. Sus bocas se buscaban una y otra vez, sus lenguas volvían a abrazarse. Las manos de Sousuke sujetaban con mayor firmeza su cintura. El cerebro de Makoto apagó cualquier función que no tuviera que ver con disfrutar de aquellos intensos besos. Al menos, hasta que su acompañante lo separó de él, en contra de su voluntad.

—No podemos seguir así. —dijo con la voz ronca. Frente a frente, viéndolo a los ojos. En cambio, aquella respiración agitada de Yamazaki, hacía a Makoto querer continuar.

Con la poca cordura que le quedaba, se relamió los labios y asintió. Si Sousuke no quería continuar, no lo haría aunque fuera lo que más deseaba en ese momento.

Así, ambos caminaron lentamente por las calles. Sousuke sujetando a Makoto, Makoto aferrándose a Sousuke. Con suerte, llegarían pronto. Eso, si podía hacer que Makoto lo guiara correctamente, porque más que las calles, no paraba de observarlo.

—Podrías hacerme un agujero si sigues mirándome de esa forma. —miró al frente evidentemente sonrojado.

Makoto puso la vista en sus zapatos y la calle y no volvió a verlo a la cara hasta que llegaron.

Una vez allí, Sousuke respiró algo más tranquilo. Poco a poco, arrastró a Makoto hasta su cuarto y una vez allí lo dejó caer en la cama. El bote del colchón hizo reír al afectado. Sousuke intentó quitarse la chaqueta cuando Makoto tiró de él
Lo dejó de nuevo a escasos centímetros y los deshizo con un nuevo beso.

Allí, en su cama, los dos. El hombre más hermoso del mundo lo arrastró para comérselo a besos. Sólo pudo dejarse llevar, dejarse hacer y deshacer. Hasta que los labios ajenos no respondieron.

Sousuke se separó rápidamente de él obteniendo una imagen tan hermosa como fatídica. Makoto había caído dormido como un bebé. El pequeño ronquido que soltó, al menos lo hizo reír.

—Te has metido en la boca del lobo. —le susurró.

A pesar de la advertencia a un oyente sin sentido, quiso levantarse y darle su espacio, pero Makoto seguía apretando fuertemente su mano y no parecía querer soltarla en un tiempo. Suspiró y se tumbó a su lado. Seguramente iba ser una noche larga.

Cómo Enamorarse En 31 Días FLUFFTOBER 2021 [Free!] [SouMako] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora