Costurera [Thomas Shelby]

John Shelby

Otra mañana mas en la misma habitación, en la misma casa, en la misma vida. Hoy tenia la gran suerte de no tener turno por la mañana en el Garrison, podría centrarme en la sastrería durante la mañana.

Seguí la rutina de todos los días anteriores, agarré un vestido negro de mi madre, con un collar de perlas. Cuando bajé a la cocina, mi padre preparaba el desayuno.

-Buenos días papa- le di un beso en la mejilla- veo que estas de buen humor hoy.

-Si, señorita, estoy muy contento- dijo sonriendo, mostrando sus perfecta dentadura.

-Me alegro muchísimo, hoy aprovechamos para acabar todo el trabajo que podamos.

Nos sentamos a desayunar, la verdad es que un café recién hecho a las 6:30 de la mañana venia muy bien para coger temperatura para no congelarse con el tiempo irregular de Birmingham.

Nos adentramos en la calle de la sastrería, por el camino divise a John con dos hombres más. Espera, ¿ese era el hombre del bar? ¿Qué hacía John con él? Con la gran casualidad de que John gira la cabeza conectando con mi mirada.

-Ey, Lara, ¿Qué tal te encuentras? -dijo acercándose con el gorro entre sus manos.

-Hola John, bien, gracias por preguntar- La verdad no sé qué hacía John con el señor del bar los dos tenían modales muy diferentes.

-Lara te presento a mis hermanos, el es Arthur-señalo al hombre con el gran bigote- y Thomas.

Espera un momento, ¿eran hermanos? ¿Dónde esta la gracia? Porque tenia que ser una broma.

-Buenos días, señorita, John me hablo de ti- dijo Arthur besando mi mano y ganándose un codazo por parte del menor.

Thomas por otro lado no apartaba la mirada de mi cuerpo era estresante, pero a la vez me hacia tener curiosidad por aquel hombre.

-John, lo siento, pero me tengo que ir, voy a ver si coso el abrigo de tu tía que me encargaste.

-Espera, ¿se lo encargaste a ella? - dijo Thomas con cierto desacuerdo en su voz.

-Si-

Después de la contestación del menor el ojiazul se quedó callado.

-Hasta luego, John- seguido deposité un beso en su mejilla-Arthur- sacudí mi mano en modo de despedida.

Mientras que a Thomas ni lo pensaba mirar, me había faltado el respeto y eso no merecía ni mirarlo.

Mi padre al ver que me paraba a hablar con los hombres se adelanto y aprovecho para abrir la sastrería. Cuando entre sonó la campana.

-Lara, no te vuelvas a acercar a esos hombres- dijo apresurado.

-Papa, tranquilo- me posicione en mi puesto de trabajo- no creo que hagan daño a nadie, son agradables.

-Lara, han hecho cosas terroríficas, han cortado orejas, lenguas hasta han matado a gente. Por favor ten cuidado por el amor de Dios- se llevo las manos a la cabeza.

-Vale, papa no me relacionare con ellos.

Nos pusimos al trabajo para aprovechar la mañana. El abrigo de la tía de John ya lo había terminado, ya que, fue el primero que me puse a coser.

Mientras cosía, pensaba en John y su hermano Thomas. Era más que evidente que eran muy atractivos los dos, pero se ve que también eran peligrosos, no quería creérmelo, pero viendo el comportamiento de mi padre sabía que no mentía.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos y en coser que no escuche la campana.

-Mh Mh- oí el carraspeo de una garganta por lo que levanté la mirada.

Me levante tan veloz que llegue hasta marearme un poco.

-Si que desea- sonreí en forma de disculpa.

-Vengo a recoger un abrigo en nombre de John Shelby-

-Si, enseguida lo traigo-

Fui a la zona donde teníamos todos los trajes, abrigos, etc. Agarre el abrigo y se lo entregue a la mujer.

-Supongo que usted es la tía de John-

-Polly, ¿Cuánto es? -entonces recordé las palabras de Harry.

-No es nada, la casa invita-

Entonces cogió el abrigo y se largó. Tía y sobrino iguales

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Era de noche, Grace y yo cantábamos en el Garrison para animar el ambiente. Todos nos miraban expectantes hasta Harry que ya nos había escuchado cantar. De repente todos se unieron cantando a una, mezclando nuestras voces femeninas con las masculinas.

Todos estaban disfrutando del canto cuando se abrió la puerta y todos miraron hacia otro lado fingiendo no haber cantado ni siquiera habernos escuchado. Miramos hacia esa dirección para ver quien se había presentado.

Diferencié los andares Shelby y sonreí al pensar en John, pero al ver que Thomas lo acompañaba se me quitaron hasta las ganas de cantar.

No quite mirada de Thomas hasta que la canción acabo, mire a Grace que también miraba al mediano, pero no era una mirada normal, tenía un brillo diferente.

-Nadie cantaba aquí desde la guerra- se acerco Harry animado a los Shelby.

- ¿Y porque será Harry? - contesto con desagrado Thomas.

Cuando nos bajamos de la mesa donde estábamos John se acercó.

-Cantas hermoso, Lara- dijo besando mi mano.

-No exagere, Johnny- dije sonriendo.

-Vamos, te acompaño a casa-

-Tu no te vas a ningún sitio, a casa- dijo Thomas mirándome con cierto desagrado.

Suspire con cierta tristeza, quería pasar tiempo a solas con John.

-Adiós Johnny- le marque un beso en la comisura de los labios.

-Adiós preciosa-

Pase mi mirada por Thomas, me miraba fijamente sin apártala ni una vez de mí. Note cierto enfado en su mirada, pero no entendía por qué.

No estaría celoso de John ¿verdad? Thomas me odiaba.

Terceeer capituloo. Uyyyy John peligroooo
Espero que os guste.
Adios hermosas.