Costurera [Thomas Shelby]

Nunca te dejare

Todos corrían y gritaban, la familia Shelby intentaba ver quien estaba herido pero el caos era tan grande que era imposible, el grito de un hombre se distinguió entre la multitud, ese grito débil, pero a la vez desgarrador transmitió que algo malo había pasado.

Cuando la gente por fin salió, la escena dejo perplejos a la familia Shelby y a la de Lara, la mujer yacía en el suelo con un agujero de bala en el estómago, Thomas sujetaba la cabeza de su esposa como podía, no podía parar de temblar. John y Arthur estaban llenos de sangre y Grace estaba en el suelo retenida por los dos hombres, de normal no soy agresivos con una mujer, pero la rabia les cegó. Polly y Ada corrían a llamar a una ambulancia y a la policía para que encarcelaran a Grace mientras que Tatiana solo caminaba lentamente hacia la salida con una sonrisa en la cara, como si estuviese disfrutando de aquella escena.

Rose intento correr hacia su hermana, pero Ian la cogió y la abrazo, lo mejor era dejar a los profesionales sanitarios que hiciesen su trabajo, mientras tanto, Adelaide y Adolph parecían ser fantasmas, estaban blancos, ver esa escena fue traumatizante, tanto que no dejaron de ver el sitio donde su hija estaba inconsciente, aunque ya no estuviese allí.

Cuando llego la ambulancia, no había forma de que Thomas se separa del cuerpo de su mujer, no podía perderla no ahora que empezaban a ser felices, estaban casados, tenían un hijo, no se podía ir ahora. Durante el trayecto al hospital Thomas solo miraba a su mujer y apretaba su mano. Había visto muchos disparos y sabia cuando era grave y ese lo era. Los familiares no podían creer lo que estaba pasando. Veían como se llevaban a Grace, los hombres no hacían nada, pero las tres mujeres si que necesitaron que las sujetasen sino ahora mismo Grace estaría bajo tierra.

Cuando llegaron al hospital, Thomas cada vez perdía mas la esperanza, era demasiado grave como para que sobreviviese, pero no quería aceptar que en cualquier momento Lara no estaría entre ellos. En ese momento empezó a recordar todos los momentos que había pasado con ella, desde el primer beso, cuando estaban en la bañera llena de espuma o el momento de verla entrar en la iglesia. Entonces entendió que no podía vivir sin ella, era imposible, en ese momento, se puso a llorar, no aguantaba más. Miro alrededor y allí estaba en una sala de espera con el esmoquin lleno de sangre y mirando una puerta que llevaba la respuesta sobre el destino de su mujer.

Los familiares llegaron todos con muy mala cara, nadie decía nada, Thomas no tenia ni fuerzas para levantarse así que se quedo observando aquella puerta de madera. Todos allí lloraban, la morena había formado una parte muy importante de su vida y era doloroso verla en ese estado tanto que querían borrar eso imagen de ella en el suelo, pero no podían, se repetía una y otra vez.

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Las horas pasaban, Thomas seguía con la mirada en el mismo sitio sin haber movido un pelo, las dos familias insistían en que debía ir a casa para cambiarse, pero el hombre no decía nada, no pensaba irse hasta saber noticias de su mujer.

La puerta se abrió y apareció un cirujano con los guantes llenos de sangre, demasiada. Miro con pena a la familia.

-Esta demasiado débil, no creo que aguante hasta mañana, pueden pasar a verla, lo siento.

Los presentes se miraron entre sí, el destino se acercaba, no sabían cómo sentirse, intentaban estar esperanzadores, pero tenía muchas papeletas para no sobrevivir y eso todos lo sabían.

Cuando entraron en la sala, Lara se encontraba acostada en una cama, su piel no tenía el mismo tono de siempre, era apagado casi gris eso significaba que la pérdida de sangre había sido inmensa.

Todos entraban por turnos, tenían mucho que decirle a la mujer, sobre todo le agradecían por haber aparecido en su vida, Thomas decidió ser el último, necesitaba pensar lo que le iba a decir a su mujer.

Dio un paso hacia la puerta, levanto la cabeza, miro a su mujer, le costaba pasar de la puerta, no podía verla en estado, pero debía hablar con ella, a lo mejor era su ultima vez. Se acerco a la camilla como pudo, las piernas le fallaban, tenia un nudo en las garganta, no sabía si podría hablar.

Acerco la silla y se sentó cerca de su mujer, tomo su mano y cogió aire e intento hablar.

-Cariño- su voz salió quebradiza, dudaba si iba a poder articular una palabra más, era la primera vez que se quedaba sin palabras de esa manera- no se si me estarás escuchando, pero te amo, Lara tienes que luchar, no te puedes ir ahora, simplemente no puedes, te necesitamos, te necesito mas que a nadie. Eres la persona mas importante que puede haber en mi vida, no puedo estar mas agradecido de haberme casado contigo y de haber tenido un hijo ¿Por qué a la gente buena como tu le pasan cosas así? Tu no deberías estar aquí, no te lo mereces- Thomas paro para mirar la cara de Lara- tu hiciste que viera mi vida de otra manera, hiciste que en los momentos más difíciles no me derrumbara, joder Lara, no te puedes ir, no me hagas esto por favor-

Thomas en ese momento se derrumbó, bajo su cabeza y la apoyo en la mano de su mujer y lloro como nunca lo había hecho, necesitaba sacar todas las emociones que había sentido en esas horas, no podía más, necesitaba que alguien le dijese que todo iba a ir bien, aunque fuese mentira.

Paso la noche y Thomas no se movía de esa silla, pasase lo que pasase no se iba a mover, el confiaba en su mujer y sabia que lo iba a conseguir, ella era fuerte. En toda la noche no soltó su mano, no lo haría por nada.

Pasaron dos días desde que Lara ingreso en el hospital, mediante transfusiones de sangre, Lara se fue recuperando, tenía mejor color y ya no estaba conectada a tanto tubos.

Como siempre, Thomas estaba cogiendo la mano de su mujer hasta que sintió movimiento, subió la cabeza alarmado y vio como Lara abría los ojos poco a poco, había sobrevivido. El hombre corrió fue a llamar a las enfermeras para que le hicieran una revisión.

Thomas salió de la habitación a esperar, no podía para de sonreír, tenia que controlarse para no pegar saltos, las enfermeras salieron y dejaron entrar al hombre. En cuanto entro, corrió hacia su mujer y junto suavemente sus frentes.

-Pensaba que me abandonabas

-Nunca te dejare.

Ahora si estaban seguros de que nada los iba a separar

Ultimooooo
Ayyyyy voy a llorar 🥺🥺🥺🥺 mentira estoy llorando 😭😭😭😭.
Muchisimas gracias de verdad.
Espero que os haya gustado esta pequeña historia.
Si quereis que escriba una historia, decidme y  la escribire.🥰🥰
Chauu bbys🥰🥰🥰🥰