Te quiero

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ESCENA +18

Lara se encontraba sujetando el teléfono temblando, había aparecido Billy Kimber por la sastrería a comprar un traje.

-Tommy, Tommy, por dios tienes que venir a la sastrería, rápido.

En menos de dos minutos Thomas Shelby se encontraba en el local de su amada bastante asustado por la llamada de alerta de la chica.

-Thomas, ha venido Billy y ha comprado un traje, se que no es nada pero me he asustado mucho al verlo.

-Tranquila, estas bien eso es lo importante- le sujetaba por los hombros en modo de apoyo.

Sonó la campana de la entrada y pareció que todo iba en cámara lenta, tres hombres entrando a su local con sus sombreros en sus manos, pero el hombre más importante de ahí era Kimber quien miraba a Thomas con odio.

-Veo que has comprado un traje para la carrera- dijo el Shelby

- ¿Cómo sabes eso? - entonces miro a la mujer y entendió todo, había dado en el clavo, era la mayor debilidad de Thomas, en el Garrison lo dudaba, pero ya no.

-Se muchas cosas señor Kimber- se interpuso entre Lara y Billy por seguridad de la chica- y como le dije días atrás conozco a los hermanos LEE y también sé que ira a la carrera.

-A perder su dinero en mujeres rápidas y caballos lentos.

-No, planean atacarle un grupo numeroso para robar su dinero y hacer apuestas ilegales.

-¿Crees que no puedo controlar a los LEE?

-Solo es una advertencia como amigo.

-Te saludare desde mi palco, amigo- se centro en la morena- ahora dame mi maldito traje.

-S-Si señor, enseguida-

Lara básicamente corrió como si su vida dependiera de ello, tomo el traje y se lo entrego al hombre.

-No hace falta que me pague, se lo regalo.

-No guapa, no te pago el traje, te pago otra cosa.

Lara miro el dinero, sabia lo que le estaba ofreciendo y no lo quería aceptar. Thomas al  ver que no había reacción por parte de la mujer, cogió el dinero y sonrió a Billy.

-Si vas a ir a las carreras, llévate a esta hermosura.

-Ya esta invitada, ahora largo- se le estaba acabando la paciencia la verdad y le quedaba demasiado poca como para estar escuchando ese tipo de comentarios.

Cuando Kimber y sus hombres se fueron, Lara abrazo fuertemente a Thomas por los hombros y el la tomo de la cintura.

-¿Estoy invitada? Pensaba que iba a ir Grace- Lara se separo pero no quito sus brazos del cuello.

-Ella solo es una estrategia, tu eres mi invitada especial, aunque era una sorpresa- miro a los labios de la mujer.

Comenzó a besar mis labios de manera salvaje, mis manos se encontraban detrás de mí, tratando de mantener el equilibrio de mi cuerpo en la mesa de la parte de atrás del local donde nos encontrábamos para más intimidad, envolví mis piernas en el torso de Thomas, atrayéndolo mas hacia mi sintiendo su miembro cerca de zona.

-Voy a follarte tan duro que no podrás caminar en días-

-Valdrá la pena-

Abrí de un estirón su camisa de botones, exponiendo el maravilloso cuerpo que pude analizar bien ayer, con su tatuaje en el pectoral derecho, pasé mis manos por este, sintiendo los trabajado que estaba.

Thomas subió sus manos hasta los tirantes negros de mi vestido y lo quito con una facilidad impresionante dejando ver mi ropa interior. Acariciaba mis pechos por  encima de la fina tela de mi sujetador para después acercar su boca, su aire caliente hizo que mi piel se erizara, beso cada uno de mis pechos para volver a mi boca.

Sus manos pasaron por detrás de mi espalda para desabrochar mi sujetador, dejando mis pechos expuestos. Se separo para observar mi cuerpo. Agarro mis pechos.

-Son perfectas.

Metió a su boca uno de mis pezones, comenzando a chuparlo con fuerza, mis manos fueron hacia su pelo estirándolo suavemente. Llevo una de sus manos lentamente por mi abdomen.

-Thomas por favor, no aguanto más-

-Como desees.

-Se duro.

-No sabes lo que dices.

Thomas hizo un giro muy rápido dejando mi cuerpo boca abajo en aquella mesa de madera. Se quito los pantalones y ropa interior, el se restregaba sin aun penetrarme, torturándome.

-Joder, Tommy venga.

Su mano paso suavemente desde mi cuello hasta mis lumbares provocando que me dieran escalofríos por su tacto.

Sus embestidas eran duras y profundas, clavaba mis uñas en aquella mesa de madera, no tenía piedad ninguna, lo de no tener piedad se lo estaba tomando muy enserio, sus manos fueron a mis caderas para hacer las embestidas mas profundas si eso era posible. Sus manos fueron a mi pelo recogido en una coleta, lo agarro con fuerza y mordió mi cuello.

-Mierda- sus fluidos llenan mi interior fusionándose con los míos.

Normalizamos nuestras respiraciones, nos vestimos y nos arreglamos por que llevábamos unas pintas de miedo.

Lara abrazo a Thomas, era un momento muy especial para ella, no sabía porque, pero lo era.

-Lara, te quiero.

Sonrió y le dio un pequeño beso en la mejilla.

Todo iba demasiado bien.


No se me da muy bien escribir +18 pero he hecho lo que he podido

Costurera [Thomas Shelby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora