008: El Club De Los Rechazados.

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Érase una vez... Un grupo de amigos, realmente pendejos.

Seis hombres que no supieron valorar los corazones de las mujeres que más amaban. Seis hombres que cometieron errores que ahora no saben como arreglar. Seis hombres que en alcohol se ahogan. Seis hombres llenos de dolor, tristeza y arrepentimiento. Seis hombres que necesitarán mucho dinero si siguen bebiendo. Seis hombres olvidaron al séptimo hombre sin querer cuando estaban en la gasolineria. Seis hombres que ahora son siete porque un Mael enojado por qué lo dejaron acababa de llegar.

—Que caraj-

Shhh...

King, que por el miedo al rechazo no pudo declararse a la chica que le gusta, Diane. Ahora se encontraba desmayado en la mesa por tanto alcohol después de discutir con Ban. El pobre ni siquiera era lo suficientemente valiente para invitarle una cita a la pelimarron, simplemente solía verla a lo lejos y rogar por un día conseguir al menos tener una conversación con ella.

Ban, ¿Que se puede decir de él? Un ebrio que fue brutalmente rechazado por una linda rubia, Elaine, casualmente la hermana menor de King. Sorprendentemente no fue rechazado por ser un ebrio de primera, sino por el simple hecho de que aún llevaba una amistad con su ex, Jericho. Muchos dirán, “¿Y eso que? Pueden ser amigos sin problema alguno”, pues el problema era que ella aún no lo superaba y amenazaba a la pobre Elaine, llevándola a rechazarlo.

Creo que con eso ya saben por qué discutía King con Ban.

—Cabe aclarar que él sólito estaba enojado.

—Ajá...

Escanor, tal vez él era el que menos suerte tenía. A pesar de ser rudo y fuerte, él era simplemente romántico. Había escrito un hermoso poema, había conseguido rosas y pagar una cena cara en una de los mejores restaurantes, esperando así conseguir el corazón de su amada, Merlin. Sin embargo, al momento de declararse sus sentimientos no fueron correspondidos, pues la pelinegra ya tenía novio, Arthur. Tras una amable disculpa y dejarlo solo con un corazón roto, Escanor se prometió no amar a ninguna otra mujer.

Exagerado, ridículamente exagerado, pero bueno...

—¡No es exagerado! ¿Soy exagerado?

—Bueno, ¿Quieres que sea sincero?

Gowther, ¿Que se puede decir de él? ¿Que es un insensible? ¿Que no supo como reaccionar? Pues Nadja, una dulce chica que llevaba tiempo enamorada de él, terminó por declararse a él en medio de la universidad, pero él no supo cómo reaccionar solo la rechazo, haciendo que todos se burlaran de ella y la pobre chica de corazón roto lo abofeteara y saliera corriendo mientras lloraba. Cabe decir que si se sintió mal de verla en ese estado, pero después lo dejó pasar como si nada. Entonces, ¿Que hacía él ahí? Ni siquiera estaba bebiendo, ni siquiera lo rechazaron, solo veía a sus amigos lamentarse.

En serio, ¿Para que estaba él allí?

—Apoyo moral.

—Apoyo moral mi trasero, no estás haciendo nada bueno, a penas y hablas.

Mael. Él... ¿Por qué estaba él acá?

—Liz lo rechazo y tú no dejaste que te coqueteara.

Ah, si, ya.

Mael, él era quien más confianza tenía en sí mismo (A parte de Escanor claro), estaba tan seguro de si mismo de que cuando se declarará a la pelirroja, osea Liz, esta le diría que si con ojos enamorados y se lanzaría a besarlo y abrazarlo, sin embargo lo único que recibió fue un; «Jódete Mael, no caeré a tus pies otra vez.» por qué si, durante aquel año que Elizabeth no estuvo ellos dos salieron juntos un tiempo, sin embargo por una estupidez del peliplateado terminaron, y ahora que él se dio cuenta de que no puede vivir sin ella, ella se dio cuenta de que si puede vivir sin él.

Y respecto a lo otro, ¿Como pudo ser tan estúpido como para coquetearle a otra recién saliendo de un rechazo?

—No soy estúpido... A menos que quieras que sea tu estúpido *Coqueto*

—Si te vuelve a dejar un ojo morado no vamos a ayudarte esta vez, Mael.

Zeldris, ¿Como termino él allí con? Fácil, tras irse un año y no comunicarse con su novia, poco a poco la relación se fue dañando, o al menos así fue para Gelda, quien al ver finalmente a su novio lo primero que hizo fue gritarle, llorar y tras una larga discusión, terminarle. Ahora el pobre pelinegro se sentía fatal, sintiéndose completamente culpable. Tal vez si le hubiera escrito cada día estando allá, tal vez si no la hubiera dejado, tal vez si no le hubiera gritado, tal vez si no le hubiera dicho que lo mejor para ellos era terminar, tal vez si no hubiera estado enojado en ese momento... Tal vez aún estaría con ella y no estaría sufriendo como en ese momento.

Me veo en toda la obligación de echarle la culpa de todo lo que pasó a su hermano, Meliodas.

—¡¿Y yo por qué?!

Y finalmente Meliodas, pero, ya todos sabemos su historia, ¿O no?

Ellos son... El Club de los rechazados.”

—Muy graciosa “narradora”, ¿Podrías dejar de hablar y traernos nuestras cervezas de una vez? —Comentó el rubio con evidente sarcasmo, recibiendo una mirada molesta de parte de la joven mesera que les estaba atendiendo. Un mal gesto y la pelimarron se levantó, no sin antes responderle.

—Escritora —Corrigió—. Y a este paso, si me sigues respondiendo mal voy a hacer que Elizabeth no solo no te vuelva a hablar, sino también que comience a salir con Estarrosa —Antes de que Meliodas pudiera reclamarle esta se fue en busca de sus bebidas. Ban rió, era gracioso todo el control que tenía esa chica sobre él después de decirle que Elizabeth lo iba a rechazar en plaza, por no pagarle un trago y al final fue así. No era que ella fuera intimidante, sino que sus amenazas dejaron de ser graciosas después de que estas se hicieran reales.

¿Brujería? Tal vez. ¿Se estaban volviendo locos y usaban esa excusa para no creer que los habían rechazado? Sí. Era obvio.

—Te dije que la dejes de molestar, ella es la que me deja los tragos gratis —Comentó Ban, era el que más frecuentaba el bar y tenía largas conversaciones con el personal, y terminaba con consejos de amor. Había logrado conseguir una cómplice que le dejaba sus tragos gratis.

—Perdón, es solo que no estoy de humor... —Dijo, mientras pegaba la frente en la mesa. Mentía si decía que después del rechazo de Elizabeth se sentía bien. Había sido seca, y lo había dejado solo tras responderle esa simple palabra “No”, había sido como si lo hubieran atravesado espadas justamente en el pecho y directamente en el corazón. Su mirada aquel día mostraba una Elizabeth diferente a la que conocía. Ahora más que nunca entendía eso del “Después del romance, las mariposas y los sentimientos, hay ruptura, lagrimas, lamentos y nostalgia”.

Para este punto Meliodas ya no prestaba atención a su alrededor ni a lo que decían, su mente repetía una y otra vez aquel momento y la carta que ella le dejó. Tenía no sólo que disculparse en persona, sino también que comenzar de nuevo, volver a ganar su confianza y su corazón, pero sinceramente él ya se estaba cansando, e iba a levantarse para irse a su departamento de no ser cuando su molesta amiga camarera llegó con los tragos y le dio una hoja y un lápiz guiñandole el ojo, ¿Una carta? ¿Sería buena idea?

Sus amigos tomaron las cervezas y las subieron, sin entender, él también lo hizo.

—¡Por el club de los rechazados!

—Por el club de los rechazados... —Susurro, sonriendo y esperando no pasar tanto tiempo en ese club. Pues, volvería a intentarlo, ahora lo haría bien.

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¡Que viva el club de los rechazados! :'D

Little_Star.

Att: La chica de las cartas [Temp.2] 💌 Melizabeth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora