Carta.

88 13 2
                                    

Querido Meliodas:

He estado reflexionando un poco sobre tú última carta, sobre lo de enamorarse de un fantasma. He aquí mi respuesta:

Personalmente, creo que no elegimos de quién o cuando nos vamos a enamorar, simplemente sucede. Si tuviéramos la posibilidad de elegir de quién nos vamos a enamorar, hace mucho que nos hubiésemos ahorrado corazones rotos, pero la verdad es que no tenemos elección. Y así es más divertido, porque no estamos seguro de quién será nuestro siguiente amor y si nos va a romper el corazón o no.

Yo fui tu fantasma, alguien que no tenías la certeza de si era real o no. Y tú fuiste el mío, alguien que aunque intenté tocarte muchas veces, nunca pude llegar hasta ti. No hasta muy tarde.

Y creo que podría decirte todo lo que yo sé de sufrir por amor después de conocerte a ti, pero supongo que al final, sin importar que tan diferente o pequeño sea el problema, a todos nos duele de diferente forma. Yo no podría juzgarte a ti porque no he estado en tu lugar y no sé cuanto te dolió, así como tu no sabes cuanto me dolió a mi.

Hablando de dolor.

He pensado mucho en mi, en ti, en nosotros y todo lo que hemos pasado hasta ahora. En todo el dolor que hemos pasado y cuantos obstáculos nos hemos puesto ambos, porque si nuestro amor no ha llegado a nada, es nuestra culpa. No hemos hecho daño mutuamente, pero supongo que al final todo este dolor era necesario, porque el dolor de un corazón roto no es más que el recordatorio de que estamos vivos.

Supongo que al final nos autodestruimos mutuamente, pero, no es hasta que nos destruyen de la forma más bella que nos damos cuenta de porque los huracanes tienen nombre de personas. Y cariño, tu fuiste un huracán en mi corazón que me destruyó y yo fui el tuyo. Pero al final tenemos toda una vida para recoger los pedazos rotos y reconstruirnos el uno al otro.

Att: La chica de las cartas.

Att: La chica de las cartas [Temp.2] 💌 Melizabeth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora