La mamá de Elizabeth siempre estuvo al tanto de todo lo que pasaba entre su hija y el hijo de la señora Demon, la del hospital.
Al principió pensó que era solo un capricho de su hija por sus hormonas juveniles y que después de que tuvieran relaciones sexuales su hija se tranquilizaría y dejaría de enviarle cartas a ese muchacho, pero entonces los meses pasaban y seguía igual, nunca tuvieron relaciones y su hija se deprimía mucho por él, así que ella comenzó a preocuparse, lo cuál la llevó a enfermarse más de lo que estaba e ir demasiado al hospital, cosa que nunca le dijo a su hija hasta un año después. Su niña tenía suficientes problemas ya.
Ella habló con Elizabeth antes de que ella se fuera, de hecho, fue ella quién le dijo que se fuera un año, que descansara y buscara ayuda, ya había hablado con su ex esposo, el padre de Elizabeth, por lo que él le dijo que ella podría quedarse todo el tiempo que su niña quisiera, él la amaba. Fue, de hecho, él quién le comenzó a pagar un psicólogo por allá. Así que Ellie se fue y aunque ella estaba enferma, prefirió no decirle, eso la habría detenido y se hubiera quedado, para ella el bienestar de su hija era más importante que ella misma.
Al volver, Elizabeth había progresado bastante con la psicóloga, pero seguía teniendo problemas con el alcohol, por lo que le recomendó a su hija que fuera a una de esas juntas para alcohólicos, lo cual funcionaba, lento, pero lo hacia. Después de que su hija llegó, supo que le envió otra carta a Meliodas, una diciéndole quién era, después supo que él le había respondido y que su hija estaba llamando un poco más seguido a su psicóloga, ella comenzó a preocuparse otra vez y enfermó más, allí ya no se lo pudo ocultar a su hija.
Elizabeth se culpó mucho, pero ella la convenció de que no era su culpa, pero su hija aún lamentaba irse todo un año con su madre enferma.
A la madre Elizabeth, doña Estelle Goddess, no le agradaba mucho Meliodas al principio, pero su hija comenzó a hablarle con más detalle de él y de lo que él hacía para recuperar su amor, por lo que al final termino por decidir que era un buen chico (ahora, porque antes era un cabrón, según ella). Tenías sus dudas sobre él, ya que desde que intentaba recuperar a Elizabeth, ella llamaba muy seguido a la psicóloga y eso tanto a ella como a su ex esposo les preocupaba, hasta que descubrió que Elizabeth lo hacía para poder terminar de perdonarlo y pasar de página para estar con él.
Estelle, conocía a la madre de Meliodas, era enfermera y cuando iba al hospital hablaban mucho, lo cuál lastimosamente era muy seguido. La señora Demon, Lucia de Demon, era muy buena persona y siempre era sincera, no se guardaba nada ni por pena, por eso le caía bien. Lucia había perdido a su marido hace un año y más, por una enfermedad, razón por la que se esforzaba el doble y no estaba tanto en su casa, buscaba distraerse para no dejarse llevar por él dolor.
Estelle y Lucia habían hablado de la situación de sus hijos unos días atrás. A Lucia le caía muy bien Elizabeth, la conocía desde que tenía diez ya que era la mejor amiga de su hijo menor, Zeldris, por lo que estaba encantada de que ella fuera la chica por la que su hijo luchaba, aunque estaba enojada por él por todo lo que le hizo (Ojo, fue Meliodas quien le contó todo a su madre, no Doña Estelle). Ambas estaban orgullosas de sus hijos y todo lo que iban madurando en cuanto al amor y a la vida. Meliodas ya no iba de chica en chica gracias a Elizabeth y ella ya casi no bebía gracias a él.
—Oh, Lucia, ¿Que haremos con nuestros niños? Por mucho que estén madurando en algún momento se volverán a herir, ¿Que pasará allí?
—Bueno, Estelle, eso ya lo resolverán ellos, son jóvenes y se equivocaran mil veces, pero ya depende de ellos si van a arreglarlo y luchar por su amor o sólo se van a rendir. Tú y yo ya pasamos por todo eso, ya tuvimos nuestra historia de amor y terminaron cómo tuvieron que terminar, es hora de que ellos vivan la suya y termine como tenga que hacerlo.
—Tienes razón, ya esto no nos incumbe, esto es sobre ellos ahora, no sobre nosotras.
Después de ello Doña Estelle pensó mucho en su hija y Meliodas, al final sólo se sentó junto a su hija en el patio trasero a ver cómo el sol se ocultaba y daba paso a la noche.
—Cuentame más sobre Meliodas.
—¿Que más te puedo contar mamá? Ya lo sabes todo sobre él —Rió Elizabeth, apoyando la cabeza en el hombro de su madre y ésta apoyándola en la de ella.
—Sólo sé lo que tú me has contado hasta hace cinco semanas, ¿Que ha pasado en éste último mes? Algo tuvo que haber pasado, mi cielo.
Y Elizabeth procedió a contarle todo sobre su última cita, cómo se disculpó y sobre las últimas tres cartas que se habían intercambiado.
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Att: La chica de las cartas [Temp.2] 💌 Melizabeth.
Fanfiction|Terminada.| Te van a destruir de la manera más bella, y ahí entenderás porque los huracanes tienen nombres de personas. «Querida Elizabeth; Me forcé a imaginar un mundo sin nosotros... Y lo vacío que sería ese mundo.» «Querido Meliodas; Si yo hici...