u n.

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la música sonaba alta dentro de aquél bar.
el amontonamiento de gente era increíble; algunos en la pista, bailando ya sea solos o pegados a alguien, otros en la barra y finalmente estaban los que andaban sentados en una mesa situada en alguna parte del bar.

(n) era de las que se encontraban en la barra, acompañada de dos de sus amigas. estaban allí desde hace unas horas, bebiendo, charlando animadamente, bailando entre ellas, pues aquellas dos tenían pareja y claramente no querían bailar con desconocidos.

—(n), iremos al baño, ¿vienes o te quedas cuidando nuestro lugar?

preguntó una de las chicas, levantándose de las sillas junto a la otra.

—vayan, yo me quedo.

respondió la fémina, sus amigas asintieron y se fueron, dejándola momentáneamente sola. pidió otra bebida al hombre que atendía, recibiendo la misma un rato después, bebió del vaso, girando en su lugar para ver a las personas divertirse.
entendía perfectamente que las otras dos no buscaran bailar con algún desconocido, pero ella no tenía pareja, estaba sola, y tenía derecho de divertirse, ¿no? podía aprovechar la ausencia del par para buscar a alguien.

así que eso hizo. se puso en la pista, moviendo su cuerpo al compás de la música, dejándose llevar, no era una experta en la danza pero hacía su mejor intento para al menos atraer a algún hombre, o incluso mujer, no se negaba a ninguno de los dos.
sintió, un rato después, que dos manos se colocaban en sus caderas desde atrás. volteó un poco el rostro, encontrándose con un hombre de cabellos rojizos; le sonrió y aceptó su compañía.

por otra parte está sanzu, uno de los dueños del bar.
esa noche en realidad tenía planeado hacer otra cosa, dejarle la vigilancia del bar a los hermanos haitani, pero terminó cambiando de parecer a último minuto y ahí se encontraba, tomando algo en una de las mesas mientras observaba a la gente.

quería divertirse, pasar el rato con alguien, y últimamente ninguna mujer cumplía sus expectativas. lo único que lograba alegrarlo y hacerle sentir un poco, eran aquellas pastillas de las cuales no tardó mucho tiempo en volverse adicto.

es más, ahora mismo tenía una en el bolsillo de su pantalón. y como parecía que no encontraría a nadie emocionante llevó su mano hasta esa zona, agarrando la pequeña bolsa de plástico donde estaba guardada.
atinó a sacarla de su interior para consumirla, pero algo a lo lejos le distrajo.

una chica estaba forcejeando con un tipo, no sabía si el chico intentaba obligarla a que se fuera con él o qué cosa; la fémina parecía estar disgustada con el sujeto. y como por supuesto no quería problemas en su bar, se levantó, volviendo a guardar la pastilla y se dirigió a esas dos personas.

(n) no negaría que la pasó bien con el hombre detrás suyo, bailaba bien, se movía bien, es más, si la hubiera invitado a beber algo, ella con gusto habría aceptado.
pero la tuvo que cagar cuando tocó de más. porque que ella aceptara bailar con él no significaba que tenía derecho a tocarla donde no debía.

y a eso le siguieron las insistencias. «¿quieres ir a otro lado?, vayamos al baño, hay un hotel cerca, que lindo cuerpo, si te mueves así en el baile no quiero imaginarme en otras circunstancias.» así sucesivamente.

los toqueteos y los comentarios fuera de lugar le hicieron sentir asqueada. así que de un momento a otro se quedó quieta –cabe destacar que a esa altura ya estaban frente a frente–, diciéndole que o paraba o se llevaría un golpe.
el tipo no tardó en llamarla aburrida, preguntándole que por qué se quejaba si ella lo buscaba al haber aceptado bailar con él. (n) intentó irse, no gastaría saliva con alguien tan imbécil, pero el hombre la sujetó de la muñeca con fuerza, impidiendo que se fuera.

yandere boy. ┊ w/ sanzu haruchiyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora