la resaca con la que amaneció horas después de haber llegado a su casa, fue terrible.
por empezar ni siquiera se acordaba cómo es que llegó, tenía la memoria un poco borrosa, recuerdos no tan claros. eso era una de las desventajas que sufría cuando se ponía ebria.entre tantos flashbacks recordó que le pidió a sanzu que la trajera. que vergüenza, ¿el otro la había visto de esa manera para nada decente?, vaya a saber quién qué cosas dijo durante la madrugada y qué hizo.
se fijó en su celular, el cual se encontraba cargando sobre la mesita del luz. lo apartó del cable usb y se puso a ver las notificaciones, viendo de paso que eran las diez de la mañana y que también tenía mensajes de sus dos amigas, uno de sanzu y uno de un número desconocido.
primero se fijó en el número desconocido, la curiosidad le picaba al no tenerlo agendado. se trataba de baji, el mensaje no decía nada más allá que una simple presentación por las dudas de que se olvidara que la noche anterior intercambiaron números. le respondió, saludándolo y agradeciendo que haya escrito para hacerle acordar.
procedió con sus dos amigas, aunque no decían nada importante, sólo habían mandado memes en el chat grupal que compartían.
dejó a sanzu a lo último porque para ella lo mejor siempre iba al final.
el pelirosado le había escrito hace unos diez minutos, deseándole los buenos días, preguntándole qué tal había amanecido.se levantó de la cama, llevándose el celular consigo hasta el baño, y mientras esperaba que el agua de la ducha regulara su temperatura, contestó con un saludo también, diciéndole que estaba con resaca, le preguntó cómo estaba para después dejar el celular a un lado, retirar las prendas de su cuerpo y ponerse debajo del agua caliente.
cuando terminó envolvió una toalla alrededor de su cintura, se secó el cabello con otra y fue a vestirse, tardando otro rato.
el celular vibró sobre el lavabo, anunciando que tenía un mensaje nuevo. fue rápidamente hacia este, deseando que se tratara de sanzu, cosa que así fue.sanzu:
con resaca no, por suerte. pero sí estoy cansado.
te escribía para saber, ¿quieres ir a desayunar?, momentáneamente tengo el día libre y mencionaste que haz acabado con los exámenes y trabajos de la universidad.
aunque si no quieres, está bien.desconocía de qué trabajaba sanzu. sabía que ser dueño del bar era uno de sus empleos, pero también sabía que una vez mencionó que no estaba siempre allí porque "otras cosas ocupaban su tiempo", y cuando intentó indagar sobre ese asunto, el otro se apuraba a cambiar el tema disimuladamente.
¿tenía curiosidad?, por supuesto, pero el ajeno no parecía estar interesado en revelar sus otros trabajos y a ella no le gustaba presionar ni verse como una entrometida, esperaría a que algún día se lo dijera por su propia cuenta.
repasó ese día; domingo, diez de la mañana. no tenía absolutamente nada por hacer, nadie más que el otro la invitó a salir así que no podía negarse, y tampoco quería hacerlo.
(n):
me alegra que te hayas salvado de la resaca.
respondiendo tu pregunta, estoy libre y me gustaría ir a desayunar contigo.
¿pasas por mí?, sé que te di la dirección de mi casa anoche, supongo yo que sabes guiarte bien, ¿no?sanzu:
por supuesto que sí, estaré ahí dentro de treinta minutos.recibió una respuesta bastante rápida. al menos estaba bañada, sólo quedaba cambiarse.
luego de elegir las prendas que usaría esa mañana, se vistió con lo seleccionado, peinó su cabello, tomó sus pertenencias básicas como llaves, celular y billetera y fue hasta la sala.