un mes pasó desde lo ocurrido.
sanzu no le había vuelto a poner la mano encima ni tampoco le hizo consumir drogas sin su consentimiento.eso sí, hubieron algunas ocasiones donde indirectamente dio la idea de hacerlo, pero ella se negaba.
aunque no mentiría que quizás en un futuro, cuando la relación de ambos fuese más sólida, podía llegar a acceder. suponía que mientras fuese muy de vez en cuando no pasaría nada grave, a parte de que al contrario parecía hacerle ilusión.todavía no eran pareja, pero estaban en eso. haruchiyo tal como mencionó esa noche en el restaurante, se dejó ir conociendo, respondiendo sinceramente las preguntas de la fémina.
o bueno, (n) creía que era sincero, ya que sanzu, sin que ella lo notara, respondía mayormente mentiras cuando tocaba temas que a él le convenía mentir.
pasaba bastante tiempo en su departamento, no todos los días se quedaba a dormir, aún tenía a haru en casa, así que se aseguraba de partir su tiempo en fragmentos; para la universidad, para pasar tiempo con sanzu y para estar y atender a haru. sonaba complicado pero no lo era.
desde hace un mes que también venía evitando a baji.
sabía que en cuanto informara sobre su regreso con el pelirosa, aquél no se lo tomaría bien. ¿lo veía capaz de golpearla?, por supuesto que no, siquiera de gritarle. lo que sí lo veía capaz de hacer era mirarla con desaprobación, como si se tratara de un padre cada vez que una hija hace algo que no debería.no podía soportar la idea de ser mirada de esa manera, no si era por parte del pelinegro. seguían hablando mediante mensajes, sólo que cuando quería hacer llamada o salir con ella, se negaba, poniendo de excusa que andaba justo ocupada con la universidad o haru.
el otro no parecía comerse del todo su mentira porque insistía en saber si algo estaba ocurriendo. ella negaba todo el rato, diciendo que no ocurría nada, que todo estaba bien.(n) se sentía muy culpable, era consciente de que su alejamiento era un acto egoísta y planeaba decirle que volvió con sanzu. algún día lo haría, cuando estuviera preparada para afrontar las posibles consecuencias.
no soportaba la idea de que se alejara pero al mismo tiempo no podía pretender ocultar la verdad.[ . . . ]
—y recuerden hacer este trabajo de a dos.
mencionó por última vez la profesora, aprovechando que aún ningún estudiante había salido del aula tras el toque de timbre, el cual anunciaba ya era hora de volver a casa.
la fémina fue guardando con tranquilidad sus útiles en la mochila, no tenía apuro por irse, a parte de que siempre trataba de ser la última para evitar ser aplastada por los demás universitarios al intentar largarse lo más rápido posible.
colgó la mochila en sus hombros y se retiró. justo esa materia era la que no compartía con ninguna de sus amigas, cosa que odiaba en demasía, sobretodo cuando debía hacer un trabajo en grupo.
—disculpa, ¿tienes compañero para hacer el trabajo?
oyó que alguien le preguntaba y se ponía a su lado. al mirar a dicha persona se encontró con un chico, como nunca se tomó la molestia de fijarse en sus compañeros no lo reconoció.
—ah, no, no tengo.
—yo tampoco. da la casualidad que no me hablo con nadie de ese curso, noté que tú tampoco y eso me hizo llegar a la conclusión de que seguramente ibas a estar sola como yo. ¿te gustaría hacerlo juntos?