d i x - h u i t.

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—¿qué?, ¿qué cosa querría que no sepas?

se sentó de golpe en el borde de la cama, causando que haru despertara de su sueño profundo y la mirara confundido.

sintió un nudo en el estómago debido a los nervios. ese día estuvo con sanzu en el centro comercial, un lugar donde la mayoría de las personas iba, sea para pasear, comprar, comer, mirar, lo que fuese.

¿qué pasaba si de casualidad baji estuvo cerca suyo y ella no lo notó?, la habría visto acompañada del pelirosa, lo cual era muchísimo peor que contarle directamente que volvieron, ya que lo tomaría como que no quería contárselo.

y claro que no se lo quería contar momentáneamente por miedo, pero no quería que el pelinegro pensara que no confiaba en él.

—tus nervios te están delatando. deja de evitarme, mañana iré a por ti después de la universidad, si no puedes pues te haces un hueco para estar conmigo. ya suficiente rechazaste mis salidas durante un mes.

—baji, yo-

keisuke colgó la llamada, no dándole tiempo a responder. más que un pedido sonó a una orden.
(n) suspiró, volviendo a acostarse, totalmente frustrada. ahora no sólo debía lidiar con sanzu enfurecido, sino también con baji molesto.

al menos la diferencia entre ellos dos era increíblemente notoria.
mientras que sanzu iba a aplicar la ley de hielo durante mínimo dos semanas, baji iría de frente a decir lo que pensaba y opinaba.
a sanzu el enojo no se le pasaba con facilidad, a baji sí.
uno gritaba debido a la ira, el otro hablaba con tono molesto pero tranquilo al mismo tiempo.

debía mentalizarse en que si baji no quería volver a relacionarse con ella, debería aceptarlo, después de todo fue sólo su culpa el haberlo perdido.

[ . . . ]

sanzu:
iré a buscarte después de la universidad, tenemos que hablar.

esa mañana amaneció con un mensaje del pelirosa, lo cual no se esperaba.
casi que responde que estaba de acuerdo, pero recordó lo que baji le había dicho la tarde anterior.

(n):
lo siento, luego de la universidad estoy ocupada. puedes pasar por mi casa a la noche para hablar.

no recibió respuesta en todo el día.

para cuando se hizo la hora de salida, estaba nerviosa, incluso sentía que temblaba de pies a cabeza.
parecía que estaba a punto de enfrentarse a la pena de muerte pero en realidad iba a hablar con baji tranquilamente, ¿no?

—¿con quién vendrá?
—no lo sé, pero es tan hermoso. que afortunada debe ser su novia.
—no sabemos si viene por su novia, un amigo o un familiar, hay que preguntarle.

escuchó murmuros por parte de tres chicas que estaban reunidas a un costado de la entrada de la universidad, hablando entre ellas mientras miraban una dirección en específico.

por pura curiosidad miró el mismo lugar, dando con keisuke, el cual estaba apoyado contra su moto, cruzado de brazos y mirando la multitud de estudiantes, seguramente buscándola a ella.

(n) sintió una punzada de celos, ¿por qué?, entre ellos dos no pasaba nada, no estaba en su derecho de tener ese sentimiento.
negó internamente y avanzó hasta el mencionado. usualmente baji siempre tenía un semblante serio y lo cambiaba a uno alegre cuando la veía, pero esta vez continuó serio. algo totalmente entendible.

—vamos, sube.

¿en serio baji tampoco la saludaría?, bueno, se lo merecía, era consciente, pero aún así le entristeció.
no era la primera vez que viajaba en moto con el pelinegro, así que pudo subirse sin caerse en el proceso. colocó las manos en los costados de aquél, no queriendo abrazarlo para no crear un momento incómodo.

estuvieron viajando por alrededor de quince minutos. el contrario se estacionó y ambos bajaron.
en silencio caminaron, (n) seguía al mayor, quería preguntarle a dónde iban pero pensó que mejor sería quedarse callada.

llegaron a un parque, keisuke eligió sentarse en el césped debajo de un árbol, ella imitó su acción, tomando distancia.

—no muerdo, (n).

—¿qué?

—lo digo porque estás muy callada.

—lo siento, es que no te quiero hacer enojar.

—¿hacerme enojar?, ¿alguna vez me enojé contigo, linda?

baji le dedicó una sonrisa y ella sintió que se quitaba un peso de encima.
relajó su cuerpo.

—te vi con sanzu ayer. estaba comprando con kazutora y me los crucé a ambos, agarrados de la mano como una feliz pareja.

—no somos novios.

—no me confundas, no te cité para cuestionarte si son o no pareja, eso es cosa tuya. siempre será tu problema con quien te juntas o no, pero me evitaste porque volviste con él, ¿verdad?, eso ya me vuelve parte del asunto.

—no sabía cómo decirtelo, kei. lo siento tanto, me sentí culpable porque sé que está mal seguir con él.

—¿y por qué sigues a su lado después de lo que te hizo?

—porque me gusta, demasiado. tanto que duele.

—lo entiendo.

—¿en serio?

—sí.

baji era consciente de que la chica estaba profundamente involucrada con el de cabello rosa y aún así sus sentimientos por ella seguían floreciendo en vez de ir muriendo. por más que doliera seguía fascinado con (n), no podía permanecer separado de ella.

—la cosa es, (n), que no estoy enojado. no te culpo, te sigo viendo como una víctima, él debe estar manipulándote de alguna manera para que sigas a su lado. eso que tienen los dos no es amor, uno no golpea a la persona que ama.

—pero él cambió...

—¿lo hizo?, ¿de verdad cambió?, ¿o sólo estás tratando de convencerte a ti misma de una mentira?

la fémina no respondió, se quedó callada por un largo rato, mirando fijamente el suelo. tenía un nudo en la garganta y los ojos le picaban, quería llorar, pero no lo haría.

keisuke tenía razón.

todo lo vivido era una mentira.
sanzu en ningún momento cambió, seguía siendo igual de agresivo y posesivo que el comienzo.
la única diferencia es que le contó sobre su vida privada.
aunque, ¿siquiera fue sincero con lo que dijo?, ¿quién le aseguraba a ella que no mintió hasta con eso?
fue drogada en contra de su voluntad, no estuvo consciente al momento de tener sexo.
constantemente debía aguantar que el otro se distanciara por días si se ponía celoso.
primero se comportaba dulce, luego hiriente y frío.

no, lo que había entre ella y sanzu no era amor.

yandere boy. ┊ w/ sanzu haruchiyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora