él ni siquiera planeaba disculparse con sinceridad. continuaba con el pensamiento que la única culpable era ella, pero al mismo tiempo sabía que si no iba y le decía lo que quería escuchar, perdería para siempre a (n), dejándole -de paso- el camino libre al pelinegro.
tan sólo la idea de no tenerla y que baji se quedara con lo que era suyo, lo alteraba en demasía. así que ese día temprano se aseguró de tener la tarde y noche libre exclusivamente para la fémina, incluso planeó en su mente el estúpido discurso que le diría con tal de que no se fuera de su lado.
temió que la contraria no le abriera la puerta, o lo hiciera y después de ver que era él, volviera a cerrarla en su cara, sin darle la oportunidad de expresarse por haberse tardado poco más de una semana.
pero sus miedos se disiparon al notar que ella parecía estar dispuesta a escucharlo, puesto que no cerró la puerta y dejó que empezara a hablar.hasta que tuvo que escuchar esa voz que tanto odiaba y ver ese rostro que deseaba desfigurar a golpes. lo peor de todo es que después de que hicieron contacto visual, aquél sonrió, como haciéndole burla.
—¿ya conseguiste mi reemplazo?
preguntó, dejando de darle atención al intruso para mirar nuevamente a (n). ella también se centró en él, haciendo una mueca ante la pregunta.
—¿quién dijo que es un reemplazo?
—pareciera que lo es, digo, no hemos hablado en ocho días y ya te vuelves cercana a él. no por nada está en tu casa, a mí nunca me invitaste.
—nunca me preguntaste si podías venir, ni tampoco ideaste algún plan donde implicara pasar la tarde en mi casa, sanzu.
—¿o sea que tienes planeado estar con él hasta la noche?, ¿ya son novios o qué?
—n- ¿y qué si fuéramos novios?, ¿te perjudica en algo?
(n) iba a negar el noviazgo de ella y baji, pero, ¿qué le importaba al pelirosa lo que hacía en su vida personal?, total, ellos dos no eran nada, y aquél en vez de seguir con la disculpa del inicio, nuevamente empezaba a hacer una de sus escenas.
—sí, me perjudica. él no me cae bien y estoy seguro de que sólo finge ser dulce contigo cuando en realidad es una basura.
—¿tú te haz visto?, venías con cara de perro arrepentido pero ahora parece que estás al borde de apuñalar a alguien, ¿será que de verdad estás mostrando tu personalidad real?
atacó keisuke ante la acusación que haruchiyo hizo de él. sanzu chasqueo la lengua en respuesta, no iba a contestarle con palabras, un idiota como él no merecía que gastara su saliva.
—(n), por favor, necesito hablar contigo. a solas, si es posible.
dijo el de cicatrices, dirigiendo una mirada al pelinegro, queriendo silenciosamente hacer una referencia de que lo echara o algo hiciera para que ambos tuvieran privacidad al menos diez minutos.
la fémina dudó, no es que tuviera miedo del contrario, pero la verdad es que no tenía muchas ganas de aguantar que empezara a cuestionar su relación con baji, ya que si estaban solos lo veía capaz de hacer eso en vez de disculparse y finalizar con el tema.
—pasa, sanzu. baji ven, te daré indicaciones para que llegues a un mercado que está por aquí cerca.
—¿en serio, (n)?, ¿piensas quedarte sola con este tipo?
el mencionado pasó de una sonrisa a una cara indignada, no pidiendo creer que aquella lo mandaba a hacer la compra solo y se quedaba con el de cabello rosa.