━ 𝑀𝑖 𝐴𝑙𝑚𝑎 𝑅𝑜𝑡𝑎 ᯽ 𝐶𝒉𝑎𝑛𝑔𝐿𝑖𝑥

41 ❝ DESICIÓN ❞

Félix alzó su cabeza, lo miró a los ojos, y como estos estaban abiertos como platos, rió, como si hubiese dicho algo sumamente divertido.

—¿Qué locura acabas de decir?

—Binnie, no me malinterpretes de nuevo. Sí es que vuelve a aparecer y a insistir, le daré una oportunidad, pero solo para que se explique. Quiero entender el por qué de su partida y de su vuelta, saber qué es lo que quiere y luego, la mandaré al diablo, como se lo merece.

Félix volvió a acomodarse en el gran cuerpo de Changbin, esta vez, colocó su espalda sobre su pecho, quedándose entre sus pernas y llevó voluntariamente los brazos del mayor hacia su pancita, incitándolo a que lo abrace, o que acariciase la misma.

—No sabes lo que dices... —Changbin pareció pensar seriamente sus palabras y negó con su cabeza—. Olvida eso, has lo que quieras pequeño, estaré ahí apoyándote, ¿sí? Pero no quiero que... sí vuelve... ella... mmh...

—¿Abandonarme de nuevo?

—Sí —susurró con un poco de pena—. No quiero que te encariñes con ella tan de pronto, sí es que vuelve a insistir por ti.

—Será difícil. Lo sé porque me es muy difícil encariñarme con desconocidos.

—Esos es verdad, ¿sabes cuánto me costó que me prestaras atención?

—Siempre obtuviste mi atención, fuiste la primer persona que me trató con otras intenciones, siendo siempre buenas y sinceras. Sé que fue difícil, pero ahora me tienes, te tengo y nos tenemos.

—¿Otras intenciones...? —cuestionó y alzó una ceja de nuevo.

—Claro, hace mucho no conocía personas nuevas o no me permitía hacerlo porque tenía miedo. Al menos tú me amas por lo que soy y no por mi... —Félix pestañeó un par de veces, sintiendo como todo daba vueltas lentamente. Sus párpados pesaban y no tardaría en dormirse—. No voy a decir que te acercaste a mí por mi cuerpo, no tengo uno lindo.

Seo lo miró sin entender.

—¿Qué te hace pensar que no me acerqué a ti por tu pancita? —Félix rió y sintio las calentitas y traviesas manos de su novio infiltrarse por debajo de la camiseta y acariciar su abdomen con delicadeza y cariño—. Mierda, es tan suave...

—Le robe una crema corporal a Jisung, creo que es por eso —dijo y cerró sus parpados.

—Félix, aún no entiendo como dices que tu cuerpo es feo. Es pequeño, flexible y suave, sobre todo calza perfectamente en mí, entonces podría decir perfectamente que hemos nacido para estar juntos, ¿no crees que eso es bonito? 

Seo ladeó su cabeza y fijó sus ojos en el perfil del rostro ajeno y notó como la respiración se había suavizado y vuelto un poco más pausada, se habia dormido. El mayor sonrió y largó un suspiro.

—Hasta tu nariz es perfecta, ¿cómo lo haces? Me tienes enamorado hasta los poros y no entiendo como pasó eso, pero me gusta que sea incomprensible, supongo que me emociona. Aunque... debe ser patético que te diga todo esto cuando tú estás dormido y yo prefiero decírtelo con tus lindo ojitos en mí y tus mejillas encendiándose... sí eso también es bonito. También esa manía que tienes de ponerle diminutivos a las palabras, en cualquiera luciria terrible, pero en ti luce como si fuera parte de tu personalidad. Pero sí hablamos de personalidad, también eres terco, no comes cuando te digo, ni duermes lo suficiente. Para el colmo no has seguido las instrucciones del doctor, cosa que ni pasaron cuatro días y ahora tienes fiebre, además de terco, testarudo y estoy empezando a creer que eres un poco caprichoso, ¿que es eso de buscarme a mí en vez de una manta? Subes mi ego, Lee Félix —dejó un pequeño beso en su cabeza y sonrió.