49 ❝ IMPRESIONANTE ❞

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Félix largó un suspiro y borró lo que había escrito mal en el papel. Hace como tres horas se había despertado, desayunó lo que en el plan alimenticio había, hasta acabarse la última miga en el plato, estando ya un poco lleno. Sin embargo, al terminar, Changbin lo abrazó tan fuerte que a pesar de la falta de aire, se sentía bien.

Luego de aquel abrazo, hubo unos minutos en donde el pelirubio se encargó de mimar al menor, hasta que Sunhee hizo acto de presencia y le pidió a Seo que vaya a hacer las compras por ella. Hacía mucho calor, y según las recomendaciones del doctor, era mejor que no haga mucha fuerza ella sola, y sabía que ir al supermercado era una gran carga.

Lee aprovechó y sacó sus materiales de estudios para disponerse a adelantar algunos temas finales. Allí estaba, tratando de marcar lo más importante en la fotocopia y algunas anotaciones demás para comprender mejor. Usualmente solía comer una manzana o media de esta, pero estaba tan lleno que ni siquiera quería pensar en comida. No sabía como haría en la hora del almuerzo, quizá, solo atrasaría la hora. Pero ya no volvería a saltearse sus comidas.

Tal vez a los ojos de otras personas, creerían que eso era para llamar la atención. Sin embargo, quien no llamaba la atención de Félix, era la misma comida. Estaba tan cegado por el trabajo, en pagar las deudas y todo lo demás, que las últimas de sus preocupaciones era comer.

Tampoco quería volver a desmayarse, ni ver el miedo en los ojitos de su Binnie o en los de sus amigos. Jisung realmente llegó esa noche a ma habitación llorando.

Seo entró por la puerta, notando como su novio no paraba de escribir algo. Dejó las bolsas arriba de la mesada, llamando la atención del contrario. Este se paró y se dirigió hasta allí para poder vaciarlas y guardar los productos.

—¿Tanto compraste? ¿Qué tanto había en esa lista? —preguntó, frunciendo su ceño.

—Sunhee me dejó seco —dijo, con un toque de doble sentido, pero al notar que no había alguna clase de reacción, ladeó su cabeza y agregó—. De dinero.

—¿Y de qué otra forma te dejaría seco...? —frunció más su ceño y pensó—. Oh...

Changbin río. Su pequeño seguía con su inocencia intacta. 

Se acercó a él y lo abrazó por la cintura, dejándole un beso en su hombro para apoyar luego su mentón, viendo detenidamente como sus pequeñas manos agarraban algunos productos.

—Hazme acuerdo de medir tus manos. 

—¿Y eso por qué?

—De vista ya lucen pequeñas y adorables, pero quiero saber cuanto miden.

—Lo vas a hacer para burlarte de mi, malo —dijo, volviendo la bolsa vacía en un bollo.

—No lo haré —dejó otro beso en su cuello—. Te ves tan lindo haciendo puchero.

Félix sonrió y se dispuso a vaciar la última bolsa, en la que se encontraba una crema y una pequeña cajita, pertenecientes a unos preservativos. Supo de qué se trataba el último producto, y por ello, sus mejillas se colorearon. Seo al notar eso, se irguió con una sonrisa y tomó la caja.

—Eso es nuestro —tomó los condones.

Vió como el peligris tomó el otro producto más grande, parecido a un pote de crema. Frunció su ceño y se giró a mirarlo.

—¿Qué es esto? —Seo agacha su cabeza para sonreir por la ternura de su chico, mientras este leía la etiqueta.

—Lubricante.

—¿Para qué...? —le bastó con leer "para mayor placer"—. Oh... —levantó su cabeza y se encontró con los ojos de Changbin, por lo tanto, llevó sus manitas aún teniendo el producto para taparse su rostro—. ¡No te rias! —Changbin río un poco más, enternecido.

━ 𝑀𝑖 𝐴𝑙𝑚𝑎 𝑅𝑜𝑡𝑎 ᯽ 𝐶𝒉𝑎𝑛𝑔𝐿𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora