50 ❝ MI PERSONA ❞

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Aún no sé como voy a plasmar lo que tengo en mi cabeza en unas simples palabras.

No me quieres, lo tengo claro.

No voy a mentirte, no vine por ti. Necesitaba dinero y sabía lo de la herencia de mi padre, de tu abuelo. Pero no era mentira que quería ayudarte a cambiar esa idea que tienes con respecto a la homosexualidad.

Sin embargo, con el paso de tiempo, podré recuperarme a mi misma y consigo, podré acercarme a ti de nuevo, con una mente más sana. Con otras intenciones.

Quizá no me creas, pero en el futuro me encargaré de eso.

Ahora, quería que entiendas el por qué de todo. Cuando tenía dieciséis años, conocí a un hombre. Creía que era el amor de mi vida: me trataba dulce, me respetaba, me amaba. Hasta que llegó el momento de por fin entregarme a él. Yo estaba convencida de que lo quería, pero al ver su inmenso cuerpo sobre mi, todo el miedo que una vez pude sentir, invadió mi cuerpo. Le dije que no, pero él no me escucho. Le seguí gritando que se detuviera, pero él solo sonreía. Me pegó en la mejilla y procedió a callarme con su gran mano. Me violó á.

Luego de unos días, me dieron la noticia de que tú estabas dentro de mí. Al principio, no supe como tomarlo, entonces supe que eso iba a hacer un problema. Traté de abortar, pero mi padre no lo permitió.

Y creo que desde allí ya sabes la historia. Desde pequeño te desprecié, te odié y te lo hice saber. Te golpeaba y te dejaba encerrado, sin comida. Solo eras un niño sin culpa.

Me refugié en alcohol, mucho antes de tu nacimiento y luego, en las drogas. Nos mudamos a Corea por falta de dinero, ya que tu abuelo había aceptado un buen trabajo, cuando tú te desarrollabas aún en mí.

Pero no pude aguantar, no quería que alguien a quien no deseé me arruine la vida. No quería pasar todo el tiempo cuidando de un niño. Por eso me volví  a Australia, sin dejar rastros. No quería que me buscaras.

Creciste odiándome y no te culpo, porque yo también te odié en un momento. Sé que tu odio no se irá y que tampoco me permirás hablar contigo, es por eso que estoy escribiendo esto, para que sepas todo lo que pasó.

No sé qué es lo que va a generar esto en tu cabeza, pero en la mía siento un vacío enorme. Lo siento, hijo.

No podía ocultar más mi odio hacía ti, y es por eso que estoy tratando de sanar. No es normal que una madre odie a su propio hijo, sin importar su sexualidad o sus gustos.

Lo siento.

Jiyoung.

Unas lágrimas se derramaron por sus ojos. Arrugó aquel papel escrito y enterró su rostro en sus manos y se permitió llorar.

Changbin yacía a su lado, tratando de asimilar lo que acababa de leer. Acariciaba lentamente la espalda de Lix, quien sufria unos leves espasmos.

—Ven aquí —dijo, cuando notó que casi no podía respirar.

El menor se sentó en el regazo contrario y abrazó a su novio con fuerza, escondiendo su rostro en su cuello.

¿Algo más?

No le bastaba con escribir que se iría de nuevo, sino que le ha vuelto a arruinar la vida.

Aquella carta que se encontró tirada cerca de la entrada, la tomo con tanta inocencia que pensaba que no era para él. Pero en cuanto vió el nombre del remitente, sus dedos fallaron, ocasionando que la carta caiga, convirtiéndose en un mar de temblores. La comenzó a leer con el corazón en la boca, sintiendo las caricias de su novio, pero eso no arreglaba el nudo en su garganta. Uno que dolía, que parecia una roca y que crecía cada vez mas hasta llevarse el aire, mientras que sus ojos pasaban con atención sobre las palabras.

━ 𝑀𝑖 𝐴𝑙𝑚𝑎 𝑅𝑜𝑡𝑎 ᯽ 𝐶𝒉𝑎𝑛𝑔𝐿𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora