42 ❝ ¿VALENTÍA O COBARDÍA? ❞

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—¡La película terminó, adiós!

Félix se levantó de la cama con rapidez pero fue detenido por las manos de Changbin en su cintura. Tiró del pequeño y lo dejó sobre la cama, colocándose arriba de él, riendo por el sonrojo en las lindas mejillas del menor.

—¿Por qué escapas? Parece que volvimos a los tiempos en el que apenas nos conocimos.

—Binnie, dijiste que luego de la película me dejarías terminar con los quehaceres.

—Tal vez mentí —sonrió como un niño de cinco años.

Changbin comenzó a atacar con pequeños besitos el rostro ajeno, a la vez que separaba sus manos y las dejaba por encima de su cabeza con delicadeza. Delineó con sus labios la mandíbula para luego dejar un beso en sus labios, seguido uno en la punta de su nariz.

—Son las ocho de la noche, es hora de dormir.

—Siempre te duermes a media noche, ¿cuándo has cambiado de hábito?

—No he cambiado de hábito, conozco el tuyo y ya es hora de dormir sobre mi pecho.

—Sí te pones camiseta...

—Amas verme sin camiseta —inquirió juguetón, dejándole otro beso sobre los labios.

—¿Quién te metió esa idea en la cabeza? —atacó.

—Hace un momento estabas acariciando mi abodmen, parecia que te divertia pasar tus deditos por mis abdominales —un sonrojo se hizo visible en el rostro de Félix.

El mayor se bajó y se tiró a su lado con cuidado. En seguida Lixie apoyó su cabeza en el pecho ajeno y fue envuelto por los desnudos brazos de Changbin. El dedito del peligris también fue directo hacia los abdominales, sonriendo por la sensación del sube y baja al pasar por los cuadritos que se formaban.

—Alucinas —Seo rió y dejó como pudo un pequeño beso en su frente-—. Me gusta tu pancita —confesó.

—¿Y... alguna otra cosa? —preguntó con doble sentido.

—No lo sé... pienso que decir tus ojos, boca o incluso personalidad esta como... muy usado, pero no te preocupes, me encanta.

—Alagador, enserio, pero... ¿otra cosa? —notó como Félix abría en grande sus ojos y otro sonrojo se hizo presente.

—Hmm... tus piernas cortas.

—¿Y otra cosa que te encante com...? No bajes tanto tu mano, alguien puede despertarse —Changbin atrapó esos traviesos dedos y los enlazó con los suyos.

Félix alzó su cabecita y lo miró extrañado. Solamente estaba acariciando la herida cicatrizada de ese accidente, como suele hacerlo.

—Estamos solos, ¿quién se despertará? —Seo sonrió con ternura y acarició la caliente mejilla.

-Te amo.

Changbin estiró su mano para alcanzar el control remoto de la tele y apagarlo, quedando así en completa oscuridad. El miedo se apoderó de Félix cuando vió todo oscuro, pero enseguida se recostó sobre le pecho y se tapó con la frazada hasta el cuello.

—Av-avisa cuando vayas a hacer eso.

—Lo siento.

Changbin lo miró con el ceño fruncido, extrañado por la repentina nerviosidad de su pequeño cuando apenas son las nueve de la mañana.

El peligris jugaba con sus dedos y con ese anillo que su novio le regaló, ese que le encantaba mirarlo porque aquel infinito tallado en el metal, significaba más que una unión entre dos personas. Sin embargo, el nerviosismo habitaba en su cuerpito, sobre todo porque él tenía que hablar seriamente con Changbin.

━ 𝑀𝑖 𝐴𝑙𝑚𝑎 𝑅𝑜𝑡𝑎 ᯽ 𝐶𝒉𝑎𝑛𝑔𝐿𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora