2.1-Give up- BosstonDon- Finalizada

Primera Cita

Don se despertó realmente nervioso, su corazón latía fuertemente y su respiración se sentía agitada. Era su primera cita, la primera vez que él y Bosston saldrían sin el título "amistad" entre ellos. El pequeño cachorro caminó hasta la ducha y se dio un corto baño, asegurándose de estar limpio pero a su vez tener suficiente tiempo para prepararse. Quería buscar en internet cuales eran las reglas para las citas pero Del le había enviado un mensaje rogándole que no lo hiciese. Tomó una camisa de botones color azul pálido ¿Estaría bien vestirse de esa manera? Siempre utilizaba ropa un par de tallas mayor a las correctas pero lo hacía sentir cómodo. Un pantalón de jean fue arrojado a la cama y lo estudió.

-¿Realmente dijo que le gustaba?

Las mejillas del jovencito se tornaron de color cereza y sonrió inconscientemente. La noche le había ayudado a aclarar todo lo que había ocurrido en la reunión de tazas. Bosston había dicho tantas cosas en aquel momento que Don no podía absorber pero al lograrlo se encontraba con sonrisas fugaces que llegaban a él haciendo que su interior se estremeciera. Sin pensarlo más simplemente se vistió con su primera opción y única, para luego salir a la sala de su apartamento.

-Te miras lindo.- elogió Mike que se encontraba sentado en el sofá, demasiado temprano para ser coincidencia.
-Gracias.
-¿Tienes tu móvil?
-Lo tengo.- respondió tomando un tazón del estante.
-¿Llaves?
-En el mostrador.- llenó el tazón con fruta.
-¿Dinero?
-Listo.
-¿Seguro? Es mejor ir preparado por si se debe pagar de más.
-Está cubierto.- comió un trozo de melón.
-¿Móvil?
-Ya lo preguntaste.
Su mejor amigo caminó y se plantó frente a él.- Estoy siendo muy serio aquí, jovencito.
-Mike.- colocó las manos sobre los hombros de su amigo.- Tengo todo lo necesario.- aseguró.- Del me ha enviado una lista.
Mike sonrió.- Claro que lo haría.
-Si te pones nervioso, me harás sentir demasiado inseguro.- comió otro trozo de fruta.
-No puedo evitarlo.- Mike caminó por el lugar.- Parezco mi madre cuando salí por primera vez en una cita.
Don sonrió.
-Le  debo una disculpa a la mujer por creer que exageraba.
-Exageras.
-No lo creo.- Mike negó y tomó su mochila.- Ten.
-Te dije que lo tengo cubierto.
-Y realmente creo que necesitas llevar extra por alguna emergencia.
-Mike...
-Sin excusas.

Don observó a su mejor amigo introducir un billete en su mochila. Claramente sus pocas pertenencias debían encontrarse en una mochila, no debía perder nada o alguno de sus amigos tendría un ataque por la preocupación. Quería decirle que todos los jovencitos de la reunión le habían dado un poco de dinero pero Mike parecía reacio a escuchar. Compraría un pastel para todos con el sobrante. No sabía que tanto necesitaba para una cita pero parecía que lo que llevaba era insuficiente; Dinero, móvil y llaves. Asintió, era lo más importante.

-¿Cuánto tiempo te irás?
Las cejas del cachorro subieron.
-Siempre lo pregunto.- se defendió.
-No cuando saldré a las diez de la mañana, un día libre.
Rodó los ojos y movió las manos.- Voy a volverme loco esperándote si no me dices la hora.
-No lo sé, supongo que antes de que anochezca.
-¿Supones?
Sonrió ante el tono molesto de Mike.- Realmente no sé cuánto duran las citas usualmente...
-Una hora.
-¿Una hora?- preguntó realmente escéptico.- Tuviste citas de más de un día.
-Eso es cuando ya están en una relación.- las mejillas del jovencito se pintaron de rosa.- No para la primera cita.
-¿Y si queremos ver una película?
-¡No!- gritó de pronto provocando un pequeño salto del cachorro.- No, el cine como primera cita no.
-¿Por qué no?- ladeó la cabeza.
-No, no es de caballeros.
-¿De qué hablas?
El mayor luchaba con él mismo.- Nada.
-¿Seguro?
-Es de mal gusto llevar a alguien al cine en la primera cita.- habló suavemente.- Dos horas sentados sin poder hablar, no suena a que puedan conocerse correctamente.
-Pero no somos extraños.
-Don.- su amigo lo tomó por los hombros.- Dime que no irán al cine en la primera cita.
-¿Por qué?
-Porque tu mejor amigo te lo está rogando.
Entrecerró los ojos, buscando una respuesta lógica para ello pero no la encontró y aun así decidió darle una tranquilidad al joven.- Está bien, nada de cine.
Mike lo abrazó.- Gracias.
-Tengo diez minutos antes de irme.