2.1-Give up- BosstonDon- Finalizada

Primer Golpe

Sus ojos le rogaban seguir cerrados, su cabeza gritaba en señal de tregua y su alma se sentífa apagada. Se removió en su suave colchón y suspiró con cansancio. Su entorno era gris como siempre había sido, tan vacío como él se sentía por dentro. Salió de la calidez de sus sábanas y arrastró los pies hasta la ducha. El calentador no funcionaba y había olvidado el tiempo que llevaba de esa manera. El agua fría recorría sus adoloridos músculos. El espejo reflejaba su magullada piel ¿Cuándo desaparecían aquellas horribles marcas? Quería nadar pero se negaba a dejar que los miembros de su club lo notasen.

-Mierda.

Estaba cansado, cansado de todo y de ser quien era. Había tratado con toda su fuerza cambiar pero no podía, no lograba salir de aquel círculo de perdición. Regresó a su habitación y respiró profundo. Sus cejas se unieron al sentir un aroma en particular ¿Suavizante? Tomó en sus manos una de sus camisas, no, no pertenecía a él. Sacudió la cabeza y desvaneció aquel pensamiento, el dolor de cabeza lo estaba volviendo loco. Vació sus pulmones y al llenarlos de nuevo se propuso a lograr que aquel día fuese diferente.

-Hagamos esto.

Hablar consigo mismo en voz alta siempre ayudaba a su salud mental. No era algo que los demás viesen de manera normal pero era lo único que le había acompañado por tanto tiempo. Alguien llamó a la puerta y sabía que solo podía tratarse de una persona. Tomó su mochila y luego de verificar que su maquillaje era perfecto salió del lugar.

-Así que estás vivo.- le reprochó su mejor amigo.
-Lo estoy.
-Vine a ti para ir a la universidad.
-¿Por qué?
-Off.
-¿Off?
-Me dejó un mensaje diciendo que estabas borracho en su club.
-¿Es así?
-Bosston, no te hagas el tonto.
-No lo hago, no recuerdo que hice ayer.
-Como los días antes de ayer.
Se hundió de hombros.

Estaba huyendo y él lo sabía. Prem era al único que se atrevía llamar amigo, la única persona que se mantuvo a su lado. El menor era su único soporte desde que perdió todo lo que le importaba. No podía pensar en perderlo y aun así era lo que estaba ocurriendo ante sus ojos. Su razón de vivir había encontrado una pareja y aunque esto le alegrase estaba destruyéndolo por dentro ya no estar tan presente en la vida de Prem.

-¿Y Boun?
-Vino a dejarme para poder ir a la universidad contigo.
-Hubieses ido directamente, no necesito que me cuides.
-Quería estar seguro que no habías hecho algo que te matase.
-No soy tan inconsciente.
-¿Olvidaste el último año de instituto?
-Estaba joven.
-Bosston.- la decepción en la voz del más bajo lo hizo guardar silencio.- No quiero que aquello se repita.
-No será así.- tomó las manos de Prem.- Estoy bien.
-No te creo.

Su mejor amigo separó sus manos y siguió caminando. Bosston simplemente se comparaba con la mierda, no podía seguir lastimando a quien lo quería. Prem era lo único en su vida y podía ver como aquellos bonitos ojos se llenaban de tristeza. Caminó a su lado sin decir más. Entraron en su pick up y condujo en el ensordecedor silencio. Esa noche sería diferente prometió con decisión. Iría a su casa y dormiría hasta el día siguiente. Prem miraba por la ventana del automóvil, recostado sobre su mano y perdido en el paisaje.

Al llegar a la universidad cada uno tomó un camino diferente haciendo una promesa de almorzar juntos. Se sentó cual cuerpo sin alma en su asiento. Escuchando la monótona voz del profesor, estaba cansado de asistir a sus aburridas clases. Vio la hora en su reloj y decidió saltarse la siguiente lección. Al cambio de salón el joven alto se desvió hacia la piscina. El agua fría siempre le ayudaba aclarando su mente. Cada día era una lucha constante para evitar que su mente viajase al pasado. Bosston sobrepasaba los veinte años y aún no podía dejar de pensar en aquella feliz temporada en la que era un adolescente estúpidamente enamorado e inocente.