Primer día

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Mike le envió un mensaje de texto para avisarle que había comprado el almuerzo. Don vio a dirección de la piscina y suspiró al decidir no seguir su corazón. Sus pasos eran lentos y sin salto, la preocupación no le permitía disfrutar de la primicia de su mejor amigo comprando su comida. Al llegar a la cafetería vio a su hermana mayor y a su mejor amigo hablando en una de las mesas y la alegría lo inundó.

-¡Deli!- corrió a tomar asiento al lado de la mayor.- ¿Has terminado la práctica de hoy?
-Aun no.- su hermana le dio un rápido abrazo.- Tenemos practica vespertina así que tengo la mañana libre.

Su hermana era la persona más increíble para los ojos de Don. La única mujer del equipo de voleibol y una jugadora estrella. Don la admiraba y deseaba ser un poco más valiente como ella. Una mujer que no temía enfrentarse con hombres más altos y fuertes que ella. El gemelo se recostó sobre la banca y su cabeza la colocó sobre los muslos de la gemela para que esta acariciara su cabello, su apodo de cachorro estaba tan justificado que todos creían que nació para serlo pero algo ocurrió con el destino.

-¿Cómo van tus clases?
-Van bien.- le sonrió a la mayor.- Estamos cerca de hacer el último proyecto y estoy asustado pero me emociona.
-¿Irán a casa para las vacaciones?- Mike le dio una papa frita a Don en la boca.
-Claro que sí.
-En realidad no creo.
Don giró a su hermana mayor, con ojos de haber recibido la peor noticia de su vida.
-Tenemos el torneo internacional, necesitamos prepararnos para que no nos derroten de nuevo.
-Pero...
-Lo sé.- la mayor siguió acariciando el cabello.- No quisiera faltar a la vacaciones familiares pero el torneo es importante.

Sintió su labio inferior hacer un puchero y sus ojos querer llenarse de lágrimas. Para alguien tan apegado a su familia no era de extrañar que una noticia de esa índole lo hiciera entristecer. Mike lo miraba con amabilidad a tiempo que le entregaba otra papa frita. Comieron entre una charla más amena y con el alimento en su estómago se sintió mejor. Don era una persona sencilla, con preocupaciones sencillas y una sencilla forma de recuperar su humor.

-¿Qué harán ahora?- preguntó su gemela tirando la basura en el contenedor.
-Debo ir a una cita.
-¿Nueva novia?
-Cita odontológica.
-Me lo imaginaba.- la mujer tomó una liga de cabello y se hizo una coleta alta.- ¿Don?
-Tengo un libro que leer.
-Si quieres puedes vernos practicar mientras lees y luego iremos por pizza.
-Su dieta es tan saludable que me sorprende.
-Quemamos las calorías extra cuando practicamos.
-Si eso te da tranquilidad.
-¿No me crees?- la jovencita amenazó con levantarse su blusa y mostrar su trabajado cuerpo.
-¡Del!- el menor saltó a tapar a su pequeña hermana.
-Ya que no me creen, mejor se los muestro.
-Cúbrete.
-Es solo un cuerpo.- se defendió la mayor arreglando su ropa.- A mis compañeros de equipo no les molesta.
-Claro, su presidente los mataría si te faltan el respeto.- Mike se cruzó de brazos.
La jovencita sonrió.- ¿Vienes?
-En un momento... tengo que...- Don era pésimo para mentir.- Ir al baño.
-Estaremos en el gimnasio.
-Gracias.
-¿Te acompaño a la salida?
-Que amable.
La jovencita sonrió y le indicó que comenzase a caminar.
Don decidió ir a la piscina y corroborar el estado físico de su mayor. A pesar del tiempo que había pasado la esperanza no se había esfumado. Caminó rápidamente al lugar y se asomó intentando no llamar la atención. El pequeño estudiante se encontraba tan nervioso que creía que su corazón se asemejaba al de un colibrí. Los rostros en el sitio no le generaron nada, ninguno era el de Bosston.

-Encontré a un cachorrito.- una mano cayó sobre su cabeza desde sus espaldas.- ¿Qué haces aquí?
-¿Me perdí?
-Prueba otra vez.
-¿Busco a mí primo favorito?
Una risa burbujeó a sus espaldas y la mano lo liberó.- No te creo nada.
-Quería ver a P'Bosston.
-No está aquí.
-¿No?
-Entra, tengo un trabajo para ti.

Los dos primos compartían un vínculo indestructible, estar enamorados de alguien a quien jamás se lo dirían. Era de familia no poder ser valiente con sus sentimientos. El menor caminó detrás del capitán del club y no hizo más preguntas. Saludó con la mano a Bas y Ae los cuales le sonrieron en respuesta. A su lado se encontraba un nadador desconocido que le sonrió al igual que sus amigos. Entraron en los vestidores y luego en la pequeña oficina del club.

2.1-Give up- BosstonDon- FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora