Steve Rogers / Bucky Barnes ONE SHOTS

06.7- Bucky Barnes

Hola, hola. ¡Al fin continuamos con la historia de Bucky y Maggie! No sé por qué últimamente todos los capítulos me están quedando un poco lentos y largos, aunque igual tiene partes ricolinas con Bucky, obvio. Espero que disfruten el capítulo, es el penúltimo.

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MAGGY

Salimos de la fiesta de inmediato. Sharon nos llevó a los puertos de Madripoor, a un gran centro de almacenamiento de contenedores que apenas estaba formándose cuando dejé la isla. Ya estaba amaneciendo, cosa que no me gustó. Ya no teníamos la oscuridad camuflándonos de ojos espías.

—Mis informantes dicen que el doctor que buscamos está por aquí —dijo Sharon, guiándonos entre las columnas de contenedores. Finalmente se detuvo en uno de ellos y abrió la puerta. Le quité el seguro a mi arma y miré a mi alrededor—. Vigilaré los alrededores. Apresúrense, en pocos minutos todo el mundo sabrá que estamos aquí.

Sharon se alejó y Sam entró al contenedor seguido de Zemo. Bucky tomó mi mano y le dio un apretón. Habíamos acordado que sólo ellos verían al doctor, y yo sería un apoyo para Sharon vigilando el perímetro.

—Cuídate —susurró dándome un rápido beso en la frente.

—Te veo en un minuto.

Me alejé en la dirección que habíamos venido y trepé por los contenedores hasta tener una buena vista panorámica. 

—¿Estás bien, Maggy? —susurró Bucky por el pequeño comunicador en mi oído.

—Sí, en posición. ¿Tú?

—Tenemos visión sobre el objetivo. Ahora nos acercamos.

Los escuché hablando con el doctor. Él les explicó que llevaba años intentando desarrollar el suero de supersoldado usando la fórmula del doctor Erskine, que luego del primer blip el gobierno de Estados Unidos había olvidado la investigación, pero que el mediador de poder le había ofrecido recursos y seguridad para continuar su trabajo. 

Y lo había logrado.

Había reproducido el suero del doctor Erskine con mejoras. Luego Carly huyó de Madripoor llevándoselo.

En la distancia vi a Sharon afirmada en un contenedor, escuchando todo también. Aunque ella obviamente ya lo sabía. Entonces vi a un hombre desconocido acercándose con cautela a su posición, y entendí que no era uno de sus escoltas cuando sacó un arma de su pantalón.

—Sharon, a tus seis —advertí, y cuando el hombre apareció para atacarla, ella estaba esperándolo, logrando derribarlo de inmediato. 

Tres hombres más aparecieron en el camino de Sharon, pero no corrí a ayudarla. Me quedé ahí, vigilando, sabiendo que ella podía arreglárselas sola.

Entonces, escuché el disparo a través del comunicador.

—¡¿Pero qué hiciste?! —exclamó Sam, e inmediatamente comencé a correr hacia el contenedor en el que estaban. 

Salté de un contenedor a otro escuchando cómo discutían Bucky, Zemo y Sam. Zemo le había disparado al doctor, lo había matado. Y de alguna forma, lo entendí. Zemo odiaba a los supersoldados, obviamente no iba a desaprovechar la oportunidad de destruir al hombre que amenazaba con fabricar más suero para el mejor postor. 

Antes de entrar al contenedor en el que Sam y Bucky se encontraban, vi a un montón de hombres, todos armados, comenzando a rodear el puerto. Eran demasiados, y algo me decía que no estaban ahí para darnos la bienvenida a la ciudad.