01- Steve Rogers

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La mejor despedida

JULIANNE

—Tienes una suerte increíble de trabajar con él, Julianne. Si yo fuera tú, ya le habría saltado encima a ese bombón. ¡Es tan agradable, guapo y caballero! —Mary, la recepcionista, parlotea y suspira con enamoramiento mientras entramos al cuartel general de Los Vengadores, ex Torre Stark.

—¿Pero de quién rayos hablas, Mary?

—Del Capitán América, claro.

—¿Agradable y caballero? ¡Pero si es un pesado! —exclamo.

—Ay, no hables así de él, si es un amor. Incluso le regaló una caja de chocolates a la chica de finanzas en su onomástico. ¡Te veo luego, salúdame al bombón!

Mary se aleja hacia su puesto de trabajo y yo camino hasta el elevador. ¿El capitán América agradable? ¡Já! El muy creído apenas me saluda por las mañanas, y eso que trabajamos juntos y le he salvado el trasero en varias misiones. 

Es un tipo egocéntrico y prepotente que se cree una especie de dios. ¡Ni que fuese Thor! Incluso Loki es más agradable. Aunque no puedo negar lo guapo que es.

Y tampoco puedo negar que sólo parece tener un problema conmigo, en cambio con los demás, es un ángel. Admito que me duele que con las demás chicas sea tan caballero y conmigo parezca tener la sensibilidad de una patata.

La puerta del elevador está a punto de cerrarse cuando una mano grande se lo impide, y Steve Rogers entra vistiendo su traje de Capitán América, con varios golpes en el rostro. Ni por eso luce menos atractivo.

—Buen día, capitán —saludo al ver que él no lo hace, y sólo me da un asentimiento de cabeza—. ¿Misión nocturna que salió mal?

—Sólo para los que causaron problemas. 

—¿Por qué no me llamó, capitán? Podría haber sido de ayuda.

—Fui con Natasha. No te necesitaba. 

¡Auch!

—Le recuerdo que Nat y yo tenemos el mismo entrenamiento.

—Lo sé.

Se cruza de brazos mirando al frente mientras el elevador sube hasta el último piso, y decido no insistir en conversar con un tipo tan imbécil.

Al abrirse las puertas, cada uno intenta tomar caminos separados, pero María Hill se encuentra esperándonos con una carpeta en sus manos.

—Es urgente —dice ella entregándome la carpeta sellada—. Te sugiero que revises el material en un lugar más privado. La sala de conferencias estaría bien. 

—Entiendo. ¿Algo más que deba saber?

—Despídete. El jefe te quiere en DC mañana temprano.

Al escucharla, Steve levanta la cabeza con rapidez y frunce el ceño.

—No puede irse. Julianne es parte de mi equipo, Hill.

—Acaba de decir que no me necesita, capitán Rogers. Debería estar celebrando —me volteo y me alejo con la carpeta bajo el brazo—. Además, no necesito su autorización.

La sala de conferencias a esta hora de la mañana está inusualmente vacía. Me apresuro a abrir la carpeta y mis ojos se agrandan cuando veo las imágenes e información recopilada. 

—¿Te trae recuerdos?

Me sobresalto al escuchar a Fury, y veo su rostro proyectándose en la amplia pantalla de la sala.

Steve Rogers / Bucky Barnes ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora