Steve Rogers / Bucky Barnes ONE SHOTS

04.1- Steve Rogers

LAUREL

—¿Qué haces despierta a esta hora, señorita? —pregunto cruzándome de brazos cuando la puerta de la casa de Tony se abre.

—¡Mierda, tía Lau! —exclama Morgan.

—¡Te dije que esa palabra era mala! —grita mi hermano acercándose.

Morgan trepa por mi pierna hasta que la tomo en brazos y camino hacia el interior con ella. Bebemos té, y Pepper se nos une como si fuese una velada normal. Creo que Tony sólo intenta calmar mis nervios, lo cual funciona.

—Despídete de la tía Lau, Morgan. Hora de ir a la cama.

—Ven acá, pequeña Stark.

La abrazo y beso su cabeza, recibiendo de ella un beso en la mejilla. Luego Pepper se la lleva y al fin Tony y yo quedamos solos.

—¿Quieres que revise el modelo, Laurel?

—Sí... —le extiendo la pequeña memoria portátil y él despliega el panel digital sobre la mesa—. ¿Podrías empezar desde el parámetro 0? Para asegurarnos de que todo concuerda.

—Seguro.

Media hora después, Tony observa el modelo completo comprobando que es correcto.

—Demonios, funciona —murmura.

—Te lo dije. 

—¿Cuándo lo dedujiste? ¿Dónde? —pregunta con el ceño fruncido, señal de máxima concentración.

—En el complejo. Quince segundos antes de llamarte.

—Pues felicidades, lo lograste. Descifraste los viajes en el tiempo —Tony se sienta a mi lado y me observa—. Pero no pareces muy feliz con tu descubrimiento.

—Estoy sorprendida, eso es todo... Y un poco cansada.

Recuesto mi cabeza en su hombro y él peina mi cabello con sus dedos. Tony no es dos o tres años mayor que yo, sino muchos más. Siempre se ha portado como un hermano grande en todo el sentido de la palabra, no del tipo de hermano que te hace rabiar, sino el que te cuida y protege, más como padre que como hermano. 

—Creo que sé lo que te ocurre. Temes que el capi quiera volver a su antigua vida, ¿no? —no contesto—. No deberías sentirte así de insegura luego de todos los años que llevan juntos. Sigo creyendo que mereces alguien mejor, pero...

—Tony, ¿quién podría ser mejor que Steve? No digo que sea perfecto. Es obstinado, a veces un poquito gruñón y me quita las sábanas en mitad de la noche, pero lo amo. Él es todo lo que quiero en un compañero y saber que no siente lo mismo por mí me...

—¿Y cómo sabes que no siente lo mismo? 

—Tiene esa brújula desde los años 40... con una fotografía de Peggy Carter. A veces la saca de su bolsillo cuando cree que nadie está mirando, y la observa como si quisiera meterse a la fotografía con ella.

—Oh... —Tony me observa sin decir nada por largos segundos—. Luces diferente.

—¿En qué sentido?

—No sé, te ves más... gorda.

—¿Gracias?

Él se echa a reír y besa mi cabeza.

—¿Qué harás con el modelo, entonces?

—Usarlo —respondo sin dudarlo—. Si hay una mínima posibilidad de traerlos a todos de vuelta... hay que intentarlo.