XXXIII

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Me desperté con un gran dolor de espalda y de cabeza. Me incorporé en la extraña cama en la cual estaba tumbada y miré a mi alrededor. Me encontraba en un cuarto de paredes granate, iluminada por unas cinco velas. El inmobiliario era escaso. Aparte de la cama con sabanas a juego con las paredes solo había una mesilla de noche de madera con una vela grande encendida, al lado derecho de la cama. También hay una cajonera y en la pared de en frente hay un cuadro. Es una especie de obra de arte Romanico o algo así. Eso es todo, a parte de eso, solo hay velas. Apoyo mis manos en la cama y me senté con mis pies tocando el frío suelo.

- Por fin despiertas.- Dijo alguien desde la puerta. Levante la cabeza y vi a un joven, no mucho mayor que yo, vestido lo que viene a ser normal, sin túnicas ni nada raro.
Llevaba unos vaqueros negros, camiseta básica negra, y botas también negras.

- Os recuerdo que fuisteis vosotros quienes me durmieron.

- Lo siento por eso, aunque yo no he hecho nada.- Levantó las manos en señal de inocencia.

Es bastante atractivo, tiene el cuerpo bien trabajado, aunque su expresión no dice nada, sabe guardar sus sentimientos, excepto por una ligera sonrisa al final de su ultima frase.

- ¿Cuánto tiempo llevo dormida? ¿dónde estamos?

- Llevas dormida aproximadamente unas 10 horas, y estas... a salvo.

- ¿¡10 horas!?¿¡Que hora es!?

- Exactamente las 9:30 am. Ahora déjame preguntar a mi, ¿que se supone que hacías en la zona sagrada en mitad de la noche? Bueno, concretamente, ¿que hacías en EL BOSQUE de MADRUGADA?

- Os buscaba a vosotros.

- ¿Y se puede saber para qué? Tienes suerte de que te hayamos encontrado.

- Necesito que me digáis como hacer que el chico que dejasteis ayer con un muerto dentro vuelva a la normalidad, ¿sería mucho pedir?- Dije yo con un ligero toque de sarcasmo.

- Yo no podría responder a eso, ya que no lo se, pero si quieres mas tarde pregúntale a Dorcas, él es el que lleva el mando aquí. Pero, tu debes estar loca, ¿para eso saliste en mitad de la noche? Ahora mismo podrías estar muerta.

A mi me costó un poco hablar antes de vocalizar la pregunta.

- ¿Pero por qué no se puede salir de noche?

- Es complicado, pero piensa, si es peligroso salir de día imagínate de noche.

- Fuera del tema, ¿puedo preguntarte algo?

- Por otra pregunta mas no creo que pase nada.

- Me gustaría saber con quien hablo, ¿tu eres..?

- Jason, ¿tu?

- Deja de hacer amiguitas, no estas aquí para esto.- Dijo un señor con hombros gruesos desde la puerta, con los brazos cruzados.

- Yo no..-

- Cállate, ¿tu ya estas despierta? creo que ya va siendo hora de que te marches.

- Dorcas, no puedes echarla sin mas, no tiene ni idea de como guiarse en el bosque y necesitara comer y descansar un poco mas...

El que debía de ser Dorcas le echó una mala mirada.

- Esta bien, pero la niña es tu responsabilidad.- Esas fueron sus ultimas palabras antes de irse.

Hubo unos segundos de silencio.

- Gracias...

- No las des, no suele venir mucha gente por aquí, y menos adolescentes de mi edad sabes.

Everything Has Changed ➸  Harry Styles A.U. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora