Everything Has Changed ➸ Harry Styles A.U.

XXIX

- ¿Falta alguien por meter su mochila y saco de dormir?- Preguntó el conductor del autocar gritando.

- No.- Respondimos todos al unísono.

El hombre entonces cerró la puerta del lateral donde estaban todas nuestras pertenencias.

Nos fuimos subiendo al autobús en fila de uno. Yo me senté por el medio, al lado de Cameron, ya que nos teníamos que sentar con nuestros compañeros los que tuviéramos. A Harry no le hizo mucha gracia, pero son las normas. Él se sentó detrás de mi con Liam, que tampoco tiene compañero. Detrás de Liam y Harry están Zayn y Nash, los cuales detrás ya tienen a los populares porque ahí empieza la parte trasera del autobús. Delante tengo a Niall y a Grey, al lado a Paula y Jade y justo detrás de ellas Louis y Michael.

Esta a mi me parece la mejor parte de todas las excursiones: el viaje.
Durante el viaje es cuando nos reímos mas, ademas de que cantamos cosas sin sentido y Louis nos causa dolor de barriga de tanta risa.

Durante el camino, podemos oír a Georgia y a el resto hablar o mas bien, gritar, cotilleos sobre otras personas o criticas. Zayn y Nash hablan con Liam y otros populares de por atrás, y Harry habla con Louis que esta casi a su lado.

Louis estaba diciendo chorradas, las cuales muchas eran indirectas que gritaba hacia Georgia, lo cual provocaba risas en todo el autocar. Yo estaba mirando la ventana, viendo lo rápido que pasan los arboles y las nubes, las cuales se están poniendo de un color grisáceo. Para mi es normal, ya que todo el mundo sabe como es el clima en Londres. Cameron me saca de mis pensamientos.

- ¿Te hace ilusión esta excursión al bosque?

- No mucha la verdad, no me agrada la idea de dormir en el suelo, pero a la vez me parece una bonita experiencia, ¿y a ti?

- No lo se, es un poco tétrico pensar en todo lo que dicen sobre el lugar. Ya sabes, espíritus, almas endemoniadas, psicópatas, brujas que hacen rituales satánicos etcétera.

- Yo principalmente no me creo nada de eso, pero no me fío del temporal. Da la impresión de que va a llover, y eso no nos ayudará a montar las tiendas.

- Espero que hoy el tiempo este de nuestro lado.

- Lo dudo mucho...

Apoye mi frente a la ventana y miré fijamente a ningún lado, cuando miras al infinito mientras piensas. Me puse mis auriculares y las primeras notas de Give Me Love de Ed Sheeran sonaron. Esta es una de mis canciones favoritas, desde aquel día en la pista de patinaje de hielo con Harry. Nunca olvidaré esa tarde. Cerré los ojos y pensé en esa persona a la que me recuerda tanto esta canción. Pensé en cada facción de su cara, cada gesto, cada manía que tiene, como por ejemplo, tocarse los labios cada vez que habla conmigo, o rascarse la barbilla cada vez que algo le incomoda. También suele morderse la lengua cada vez que intenta mentir, o se pellizca la parte superior de la nariz cada vez que le estresa algo. También pienso en su alocado y rizado pelo. Que aunque parezca que no se lo peina, el sabe exactamente que hacer para que se vea bien. Aunque tampoco es que se preocupe mucho por su apariencia. Su armario se basa en prendas básicas como jeans negros o azules oscuros, converse negras enteras o botas marrones desgastadas y camisetas blancas, grises o negras. Me encanta cuando se pone gorritos, sobretodo uno gris de lana y otro azul que tiene también que le queda muy bien. A Harry todo le quedaría bien. Entonces, siento una mano tocándome el brazo a través de el hueco que hay entre mi asiento y la ventana, me giro y veo a Harry con una sonrisa risueña. Yo pongo mi cara en el hueco sonriendo. Harry acaricia mi cara y se acerca para darme un beso, pero justo unos milímetros antes de llegar a mis labios mi silla se lo impide, porque no llega. Harry hace un puchero y yo le cojo la mano. El acaricia mi mano con su gran pulgar mientras mira cada detalle de mi mano. Cuanta diferencia. La suya tan grande y la mía tan pequeñita y delicada. Yo entrelazo su mano con la mía y vuelvo a sonreírle. Lo quiero con locura, y no exagero. A veces me gustaría saber que piensa, que opina de mi. Estábamos de la mano entre dos asientos cuando el autocar frenó.