"Cartas o Notas de Amor"

106 15 1
                                    

Kojiro llega a su casa demasiado exhausto como para pensar en otra cosa que no sea tirarse en su mullida cama, bajo las frazadas calientes que le recuerdan a los brazos de su amado. Nada más ponerse frente a la puerta, encuentra con asombro una nota pequeña pegada con cinta adhesiva en la hoja. La caligrafía es pulcra y elegante, dándole esa pista concreta de quién ha sido el que ha puesto eso ahí. Sonríe con cariño y melancolía. Su mente lo transporta años atrás, ese mismo mensaje tiene un significado para él; para ambos.

Un pequeño Kojiro mira por la esquina del pasillo principal, hay un chico al otro lado, mirando ceñudo su casillero, hay siete notas que rezan cosas despectivas sobre él, metiéndose con su cabello, el humectante de cereza que le gusta y necesita utilizar para mantener sus labios, mayormente secos y agrietados, humectados y suaves; con el delineador negro que a veces usa porque le hace sentir más rudo. Arranca las notas, las hace una bola y abre su casillero, apretando en un puño los papeles. Aún cuando se consideraba a sí mismo un vándalo, jamás rompería las reglas, mucho menos ser un guarro tirando basura por los pasillos. Arroja la bola dentro, soltando un largo suspiro. Sus ojos captaron otra nota pegada en el interior de la puerta, está a punto de arrancarla y trocearla en piezas muy pequeñas, pero se detiene. Las palabras no eran agresivas ni desagradables, los trazos no estaban remarcados con odio y el trozo de papel no estaba arrancado de una hoja de cuaderno. La yema de sus dedos acarician la caligrafía.

"Sé que estás cansado

Que no te sientes valorado

Pero recuerda que siempre habrá alguien

Preocupado por ti

Apoyándote y Amándote"

Kaoru sonríe, la primera sonrisa que ha mostrado en los últimos cuatro meses. El rostro de Kojiro explota por la vergüenza. Kaoru era tan hermoso, estaba tan jodidamente enamorado de su mejor amigo.

El Kojiro actual suspira profundamente, si su padre estuviera le hubiese dicho: "¿Hasta dónde se fue ese suspiro?". Con fuerzas renovadas abre la puerta de su acogedor hogar, aspira el incienso y admira el ambiente. Kaoru ha apagado todas las luces y dejado velas encendidas, peligrosas sí, pero ambos confiaban en Carla quien hizo un mapa estratégico para colocar las velas sin correr peligro alguno. A mitad del pasillo se encuentra otra nota, su corazón late emocionado.

"Quiero tenerte entre mis brazos

Besar tus labios

Decirte cuánto te amo"

De nuevo la imagen de Kaoru adolescente le golpea. Sentado en su pupitre, con las mejillas arreboladas, una sonrisa pequeña y los ojos cristalinos. Era la primera vez que le mandaban una nota de amor, que le dedicaban algo tan bello como una confesión de amor. Kojiro recuerda cómo besó la nota y después la guardó en su mochila, con tanto cuidado, como si el papel fuera de cristal y pudiese romperse en cualquier momento.

Retoma su camino hasta el comedor, donde una rosa le espera en la mesa, adornada con un moño rosa en el tallo, tan hermosamente abierta. Toma la flor y la nota al lado de ella, suelta una risita y la pena le sube a las mejillas, espolvoreando tinte rosa.

"La belleza de esta rosa

No se compara con lo bello que eres tú

Pero no hay nada más bonito

Que tus ojos brillantes

Tus labios humectados

Y tu cabello fulgurante bajo el sol"

Algo ñoño que le había dicho su padre que le escribiera a Kaoru, aún se arrepiente de esa nota, lo peor de todo es que Kaoru la tenía enmarcada, colgada en la cabecera de su cama compartida. Todas las noches Kaoru recitaba ese ridículo intento de poema, tratando de avergonzar a Kojiro, a veces esa provocación daba como resultado una noche increíblemente placentera de sexo.

Esta vez se dirige a la habitación, sonríe al notar a su Kaoru tendido en medio de la cama, totalmente desnudo, con algunos post-it cubriendo sus pezones y otros cuantos tapando su entrepierna.

"Soy todo tuyo"

"Aprovéchate de mí"

"Disfruta de mi cuerpo"

"Recarga energías"

"Ámame como sólo tú sabes hacerlo"

A cada nota su sonrisa se va haciendo más y más grande. Había una nota en sus labios que lo hizo soltar una carcajada. Se lanza a la cama y quita el post-it, dejando un profundo y húmedo beso.

"Sé quien eres

Dime de una maldita vez

De frente

Que me amas"

FluffTober 2021 - Matchablossom VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora