"Compartir hobbies"

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Kaoru no era malo cocinando, pero tampoco se consideraba alguien bueno en el área. Grita aterrado cuando el fuego sube por la sartén en un flamazo. No suelta el mango de esta aún cuando se siente lo suficientemente asustado como para salir corriendo. Escucha la risa de Kojiro quien se encuentra a su lado cortando la carne.

—Esa es una técnica muy avanzada para que la uses. Aún eres un novato —suelta burlón.

—¡Cierra la boca, imbécil! ¡Casi me quedo sin vello facial y tú con tus malditas estupideces! —Estira la pierna para patearle el trasero.

Kojiro vuelve a reír, continuando con su tarea. Una atmósfera agradable les rodea, Kojiro le indica qué debe hacer con cada ingrediente. Kaoru duda dependiendo de la tarea, meditando si estaba haciendo bien, para qué se hacía ese procedimiento y probando cada vez que su mentor se lo indicaba. Se preguntarán, ¿por qué demonios estaban haciendo aquello? Bueno, Kaoru quería saber porqué realizar platillos relajaba tanto a su amigo, porqué decía que su trabajo no lo consideraba como tal, así que le pidió que compartiera esto con él. Kojiro aceptó sin mucho esfuerzo, pidiendo que si él iba a compartir algo, entonces Kaoru también debía hacerlo. Él no le vio nada de malo, así que aceptó.

—Debes servir el plato

—¿Qué?

—Pero tiene qué ser un buen emplatado

Kaoru pone los ojos en blanco. Él planeaba voltear las sartenes y arrojar la proteína sobre los elegantes platos de Kojiro. Se esfuerza, pero cada vez que intenta hacer un montículo la pasta se desparrama por todos lados, la encimera es un desastre de salsa y trozos pequeños de espaguetis. Kojiro mira atentamente los movimientos del otro, con el codo sobre la encimera y la barbilla en la mano, aún cuando Kaoru siempre hace las cosas con mucho cuidado y delicadeza, en estos momentos es todo un desastre; el delantal manchado, el rostro perlado y sucio de salsa y el cabello lleno de especias. Le parece hermoso y se ve tan pequeño.

Deja caer las cosas, frustrado. Se pasa las manos por el rostro, embarrándose aún más salsa. Kojiro ríe divertido a la par que enternecido; toma una toalla y la humedece para acercarse a su invitado.

—Ven aquí y déjame limpiarte que estas todo sucio

Kaoru se deja hacer, es arrastrado para poner espacio entre él y los platillos que ha tratado de emplatar. Kojiro va limpiando con suavidad, evitando que la salsa caiga en sus ojos y que su piel no se enrojezca por la fricción.

—Veamos cómo podemos arreglar este desastre —observa la pasta desparramada y la carne secándose en la sartén —. Toma asiento y descansa un poco. Te traeré vino

Kaoru hace caso, con todo el pesar de su ego aplastado por no haber completado una simple tarea como cocinar y acomodar la comida de forma que se vea apetecible. Si podía escribir prolijamente y ser tan perfeccionista, ¡¿por qué no le salía hacer un simple plato de comida?! No espera a que Kojiro termine de llenar su copa de vino cuando ya se la está arrebatando.

—¡Oye! Es un vino caro, no lo desperdicies

—Cierra la boca y arregla eso. Tengo hambre —exige de mala gana, dando sorbos pequeños.

Kojiro sonríe mientras niega. Prueba la comida y decide que no es tan malo como creía, cambia algunas cosas y acomoda el emplatado de forma que sea visualmente atractivo. Kaoru mira con atención cada movimiento, cómo la camisa se tensa y se arruga según en qué parte. Definitivamente estaban en los lugares correctos, disfrutando de sus hobbies como mejor les plazca, Kojiro cocinando y él admirando el paisaje y degustando de un buen vino.

La próxima vez, él le enseñará al otro algo de caligrafía, que bien que le hace falta. Una vez vio las anotaciones de los pedidos, sabe que debe hacerlo con rapidez, pero eso no quiere decir que tenga qué tener una escritura de mierda. ¿O tal vez deberían de perfeccionar su patinaje? Podría ser, aún había mucho tiempo para seguir pasando tiempo juntos, compartiendo de lo que más disfrutaban; estar uno al lado del otro.

FluffTober 2021 - Matchablossom VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora