Kaoru se mira al espejo, a veces volvía a odiarse, sentía que no pertenecía a su propia piel, quería huir de su propia existencia. Se acomoda el cabello sobre el hombro, descubriendo la porción de cuello bajo su nuca. Aprecia la enorme marca roja y sus ojos se llenan de lágrimas. Quería arrancarla, necesitaba arrancarla.
—Buen día, cariño —Kojiro entra, con el cabello por ningún lado y mostrando orgulloso su pecho.
Aún cuando sabe que Kaoru odia los besos mañaneros, por el mal sabor que dejan sus alientos después de levantarse, toma su cintura y deja un beso en condiciones sobre su boca. Así como Kaoru odiaba los besos mañaneros, así Kojiro odiaba los besos de piquito.
—Tienes una mirada muy triste. ¿Estás pensando de nuevo en eso?
Kaoru no responde, rodea con sus brazos el enorme tronco de Kojiro y trata de enterrar su rostro en su pecho y fundirse entre sus fuertes brazos.
—¿Duele?
Kaoru asiente. Las lágrimas se pelean por salir, lastimando sus ojos. Kojiro trata de reconfortarlo meciendo sus cuerpos y dejando cortos besos sobre su cabeza. Ser marcado, abandonado y sustituido no era algo fácil para los omegas. Era muy poca la población que sobrevivía al pasar por aquello, la única forma de sobrellevarlo era encontrar a tu alma gemela o enamorarte de alguien más para que, poco a poco, sustituya aquella marca por la propia, para que reconforte el dolor del distanciamiento de con el otro alfa, ese tormento de que la marca vaya desvaneciéndose, para que el celo sea más llevadero.
—Estás bien, Kaoru. Todo está bien
Asiente aún entre sus brazos, el calor era reconfortante y se sentía tan feliz, tan protegido, tan amado. Recordar la relación con su antiguo alfa lo enfurecía, sí con ese imbécil, pero mayormente consigo mismo. ¿Cómo había sido tan estúpido? ¿Por qué mierda había dejado que todo eso llegara tan lejos? ¿Por qué había sido tan débil? Deja salir un sollozo débil que cree no ha sido escuchado por Kojiro, pero estaban tan apretujados que obviamente se dio cuenta de aquello.
—Oye, oye. Estás aquí conmigo, ¿recuerdas? No hay porqué pensar en eso. Ya no importa
Kaoru asiente. Vuelven a besarse, profundo y amoroso, sintiendo esa conexión que el universo, la vida o el destino les regaló. Kojiro le hace girar, ha comenzado a sentir ese dolor de su omega por el picor y la quemazón de aquella marca. Descubre el cuello y mira con desprecio la marca casi desvanecida del otro alfa. Las encías le pican y aquel sufrimiento que su omega le transmite lo torturan tanto que siente enloquecer. Prensa con el brazo derecho la cadera de Kaoru y con la izquierda abraza el pecho menudo. Entierra sus dientes en aquella marca, deseando con todas sus fuerzas que la tortura de Kaoru se termine pronto.
Una vez satisfecho, toma a Kaoru entre sus brazos, después de aquel ritual el omega se quedaba débil pues había una lucha que muy pocos entendían. La anatomía de los alfas y los omegas seguía siendo un misterio, aún más en esos casos tan extraños. Kojiro le lleva a la cama, le deja un beso en la frente antes de salir de la habitación y prepararle el desayuno a su alma gemela. Hablaría al restaurante para que se encarguen por él pues ese día debía quedarse a mimar a Kaoru, espantar esos horribles fantasmas y horrores que Ainosuke le había tatuado.
Kaoru se merecía ser feliz, y él se encargaría, lo había deseado durante muchos años, desde que se enteró de esos signos que los definía como almas gemelas. Ainosuke había jugado sucio, le había arrebatado lo que le pertenecía y lo había dejado hecho añicos. Jamás se lo perdonaría, pero lo que más importaba en estos momentos era reconstruir a su Kaoru.
Vuelve a la habitación, deja la bandeja con la comida en el regazo de Kaoru, le da un beso en su frente y avisa que volverá enseguida, que iba a hablar a Sia la luce para dejar todo encargado. Kaoru simplemente le deja ir, ansioso por volver a estar entre los fibrosos brazos de Kojiro, recibir sus besos y sentirse seguro.
El momento tan esperado llega, se acurrucan bajo las colchas, ven algunos capítulos de series y se miman mutuamente, calentando sus corazones, recuperando el tiempo que Ainosuke les robó. Los dedos de Kojiro acarician la frontera entre las nalgas de Kaoru y su espalda, en esa porción de piel donde sabe se extiende un pequeño sol, ese distintivo que indicaba que ambos estaban unidos por el destino.
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FluffTober 2021 - Matchablossom Version
FanfictionPorque me gusta sufrir. Un mes entero (o no) de escritos bonitos dirigidos hacia uno de los matrimonios más bonitos del anime, el MATCHABLOSSOM (de SK8: The Infinity). Colaboración con una de mis prometidas para no caer en la locura C,: DÍAS Y TEMAS...