"Juega con el Significado de los Colores de los Tulipanes"

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La primera vez que Kaoru vio flores, fue después del funeral de su madre, todas en colores oscuros. Las que más predominaban, eran los tulipanes negros, de acuerdo a su estado de ánimo. Después de ese día, su vida había sido tormentosa, su padre apenas recordaba que él existía, así que tuvo qué madurar demasiado pronto. Las sonrisas había desaparecido por completo en casa, y la oscuridad reinaba la mayor parte del tiempo, como esos tulipanes negros que aún aparecían en sus sueños.

A mitad de sus estudios en la escuela media, le llega, sorpresivamente, un ramo de 3 tulipanes rosas junto con una nota, ambas cosas perfectamente acomodadas en su pupitre junto con un bentō. Aún cuando seguía temeroso de las flores, cuando le recordaban a esa época tan triste y sola de su vida, aceptó quedarse con ellas. El mayor misterio del regalo fue la nota escrita con un simple ~ G R A C I A S ~.

Al poco tiempo, un chico sonriente y de espíritu fuerte, se convirtió en su mejor amigo, llenando su vida no sólo de felicidad, sino de un brillante color amarillo, como todos aquellos tulipanes que le regalaba Kojiro sin falta cada semana, y aún cuando le insistió que le dijera qué significaban, él simplemente sonreía y cambiaba de tema.

La amistad se fue fortaleciendo, al igual que los sentimientos mutuos, pero ninguno tenía las suficientes agallas para decir lo que realmente querían decirse. Van creciendo y dándose cuenta que sus planes no son compatibles, son conscientes de que en cualquier momento sus caminos van a separarse, y así sucede. Kojiro decide estudiar en el extranjero, y aunque parece que la vida de Kaoru quiere sumirse de nuevo en esa oscuridad de cuando perdió a su madre, él decide cambiar esto. Un día antes de que Kojiro se marche, él compra un ramo de tulipanes morados, al fin sabía el significado de todos, y su deducción de la primera vez que le regalaron unos (regalo hecho por su mejor amigo), es porque él lo ayudó a defenderse de unos tipos, y como agradecimiento, le dejó los tres tulipanes junto con los otros regalos. Ahora, a poco tiempo de que Kojiro se marche, él aparece, tembloroso y mordiéndose el arete del labio por la ansiedad, con el ramo tras su espalda siendo estrujado por sus manos.

Kojiro sonríe. Ha ganado musculatura y altura, se veía más guapo que el día anterior, y Kaoru piensa en suplicarle que se quede a su lado, o lo lleve con él, pero sabe que no puede dejar a su padre, mucho menos con la enfermedad que le va apagando la vida de los ojos, y no podía cortarle las alas a Kojiro.

—Ey, creí que no vendrías

—No podría romperte el corazón de forma tan ruin

Sabe que a Kojiro le ha dado gracia verdaderamente, pues sus ojos brillan de forma especial. Quiere lanzarse a sus brazos y regalarle su primer beso, pero reprime ese deseo; Kojiro no era de esos. Inhala profundamente antes de mostrar lo que oculta tras la espalda. Evita la mirada del otro, aún cuando desea con todas sus fuerzas ver la expresión de sorpresa en el rostro contrario.

—N-no tengo qué decirte lo que esto significa. ¿Cierto? —El calor le abraza el rostro y se aferra a su cuerpo.

Echa una mirada furtiva, avergonzándose aún más con la imagen de Kojiro, tan sorprendido y estático, como nunca antes lo ha visto.

—Vaya, yo... no me lo esperaba. Es curioso porque... —de igual manera, pone frente a él un ramo de 48 tulipanes rojos —; también te compré estos, traté de... mmm... Son por cada mes que estaré ausente

Kaoru había olvidado lo romántico que podía llegar a ser su mejor amigo. Aún con la vergüenza latente, intercambian los ramos. Kaoru se siente un poco preocupado porque sus tulipanes son menos, aún cuando sabe que el significado es... Parpadea y el llamado del avión de Kojiro suena por los altavoces.

—Ese es mi vuelo. Entonces... nos vemos —espera unos segundos por la respuesta, pero esta no llega.

No le toma importancia, sabe que a Kaoru aún le cuesta asimilar cuando le regala flores, y sabe perfectamente la razón detrás de aquello. Aún cuando quiere despedirse correctamente, darle un beso en la frente y abrazarle hasta quedarse con su calor y aroma hasta su próxima reunión, no quiere apresurar el proceso de Kaoru.

Toma su maleta deportiva que preparó con pocas prendas por si la maleta principal se perdía. Se dirige a la puerta, con el corazón desolado por no tener una despedida digna, un último contacto con ese cuerpo que siempre ansiaba tener a su lado o entre sus brazos y del que no obtendría calor durante mucho tiempo.

Kaoru al fin reacciona, levanta la mirada con el nombre del otro atravesado en la garganta. Le ve a punto de atravesar las puertas para embarcar. Se mueve por inercia, corre en su dirección, sin aliento y con el corazón a punto de estallar.

—¡Kojiro!

El llamado le alerta, gira a tiempo para poner el cuerpo duro y recibir el impacto sin el peligro de irse de espaldas. El beso es sorpresivo, pero lo recibe con gusto pues hace mucho tiempo que ha esperado por él.

Kojiro piensa en el siguiente ramo de tulipanes cuando regrese de estudiar, unos tulipanes blancos quedarían bien, irían bien con la boda. ¿Estaría bien pedirle matrimonio en las vacaciones de verano de su segundo año? ¿O es demasiado pronto para siquiera pensar en ello? Él ya tenía el plan, pagarle el viaje a Francia y proponerle matrimonio en una de las tantas calles pequeñas y pintorescas.

Disfruta del calor, pensando en aquella primera vez que le regaló los tulipanes rosas que, sinceramente, lo hizo porque le recordaban al cabello de Kaoru y no en sí por su significado.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2022 ⏰

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