FluffTober 2021 - Matchablossom Version

"Cumpleaños"

Reki pasa atareado con un montón de cosas abrazadas a su pecho, cruza la calle sin fijarse. Un auto se detiene con brusquedad, le pita y el conductor le hace señas con las manos. El corazón de Reki se le sube a la garganta, se disculpa con una reverencia para continuar con su carrera. Entra a la casa de Joe, pateando la puerta. Se queda parado en el marco de la puerta, recargándose en el marco de la puerta con el hombro para tratar de jalar todo el aire posible pero los pulmones le duelen. Langa va en su auxilio, toma las cosas de sus brazos, mirándole un tanto preocupado.

—¿Estás bien, Reki?

—Sí, sí. Uuuff —bufa. Se endereza y estira los brazos hacia arriba, controlando su respiración —. Todo bien. Fue una carrera larga —sonríe.

El corazón de Langa grita y lucha por salir de su pecho pero él trata de encerrarlo entre las costillas. Traga y le muestra una sonrisa pequeña a Reki quien se sonroja. Agacha la cabeza antes de avanzar hacia adelante, aún había muchas cosas qué hacer y no era momento de pensar en lo guapo que era Langa y en lo afortunado que era él de apreciar esos gestos tan poco comunes pero bastante atractivos en su amigo.

Al otro lado del pasillo se encuentran Kojiro y Kaoru, manteniendo una de sus típicas discusiones acerca de... de... realmente nunca sabían las razones por las que peleaban, pero era divertido verlos. Miya decía siempre que ese par se traía algo, pero ellos no entendían a lo que se refería.

Kojiro le pasa un brazo por la cintura, le aprieta la cintura con la mano derecha y le dice algo al oído. Kaoru le aleja de un empujón, con el rostro extremadamente rojo. Esa era otra acción que hacían constantemente, Shadow decía que había mucho contacto físico entre ellos que no era medio normal. Reki pensaba en su mente que no le veía nada de raro, él y Langa hacían lo mismo, aunque él lo hacía porque estar cerca de su amigo relajaba sus sentimientos casi desbordantes.

Continúan con los preparativos de la fiesta de cumpleaños del niño adorado del grupo, mejor conocido como Miya Chinen. Ya querían ver su carita toda iluminada, con los ojos brillantes de querer llorar, pero era igual o más orgulloso que Kaoru, así que sabían que no le verían derramar una sola lágrima. Kojiro desaparece en la cocina, aún debía preparar lo que iban a comer y decorar el pastel. Kaoru se porta muy diferente cuando no está cerca de Kojiro Mírenlo bien les había dicho una vez Adam, es más manso.

Miya estuvo de acuerdo, pero Langa y él se miraron con extrañeza. Recuerda que todo ese día se la pasaron observando a Kaoru sin obtener el resultado deseado. Lo vieron con su misma cara de oler mierda (expresión que no usan en voz alta por miedo a ser reprendidos por Kaoru) y hablando con propiedad. Claro que a ellos no podía agarrarlos a golpes como a Joe, era delito.

Al fin se hace la hora de la llegada de Miya, Shadow iría a recogerle para llevarlo a casa de Joe, alegando que el chiquillo confiaba más en él que en cualquiera y que no levantaba sospechas de nada. Todos sabían que aquello no era verdad pero no quisieron romperle el corazón, suficiente tenía con todas esas veces que sus crush lo han hecho sin intención. Cuando Shadow le manda el mensaje de aviso a Cherry, todos se esconden, Cherry quejándose y diciendo que era algo ridículo, siendo silenciado por la enorme mano de Joe sobre su boca, es arrastrado hasta detrás de uno de los sillones.

La puerta es abierta y sólo son Langa y Reki quienes saltan de sus escondites para gritar un entusiasmado ¡SORPRESA! Cherry y Joe les siguen unos segundos después gritando la misma palabra. Tanto Miya como Shadow levantan la ceja, han notado algo en las expresiones de ese par que a Langa y a Reki les cuesta identificar.

La fiesta comienza, la expresión de Miya es la que todos estaban esperando. Sonríe mucho, no se cohíbe como muchas veces ya lo ha hecho, habla con todos y disfruta de la celebración. Más tarde llegan Adam y su siempre perro fiel Tadashi. Han establecido una especie de perdón, aunque Joe sigue haciendo caras de molestia cada vez que lo ve. Si puede estar lejos de Adam, mucho mejor. Kaoru no se queda atrás pero, sorpresivamente es más condescendiente que el mismísimo Joe sonrisas para todos. A mitad de la fiesta, después de que todos han consumido las delicias que Joe preparó, tanto él como Cherry desaparecen, cargando los trastes sucios. Diez minutos después de que ellos no vuelven, los demás comienzan a hablar de lo que Reki y Langa no tienen ni puta idea pero parece estar claro para todos.

—Apuesto que estás haciendo cosas en la cocina —menciona Miya, saboreando una paleta de caramelo de cereza.

Reki se pregunta a qué se refieren. Le lanza una mirada a Langa pero él parece igual de perdido.

—¿A qué te refieres?

—Claramente no a que están haciendo pastelillos —interviene Adam con sarcasmo.

Reki sigue sin entender, ¿qué tenía qué ver eso con lo que Miya dijo? ¿Qué cosas pueden estar haciendo en la cocina que no sea cocinar? La curiosidad le pica el vientre así que, motivado por eso, se excusa diciendo que irá al baño. Le lanza una mirada de complicidad a Langa y él dice que acompañaría a Reki porque también le dieron ganas de hacer pipí. Los cuatro les lanzan una mirada extraña que los pone un tanto incómodos, pero las ignoran. Caminan en dirección al baño, mirando por sobre sus hombros hasta asegurar que los otros cuatro ya no les prestan atención y así poder desviarse de su destino inventado.

Entran a hurtadillas a la cocina, escondiéndose tras una la isla. Ambos se asoman por un costado, Reki por debajo de Langa. En cuanto un par de cuerpos entran en su campo de visión sus ojos se agrandan por la sorpresa. Reki se pone tan nervioso que salta para poder huir, golpeando la mandíbula de Langa quien se queja. Reki le tapa la boca antes de que suelte otro sonido alto y que los descubran. Salen con rapidez, con el corazón latiéndole en los oídos y el rostro caliente y rojo. Ahora entendían todos esos cuchicheos de Shadow, Miya, Adam y Tadashi, a qué se referían con sus insinuaciones de hacer cosas y tratarse diferente.

La imagen de Cherry y Joe besándose, con el primero sentado en la encimera rodeando con las piernas la cadera de Joe, no se va por el resto del día. En cuanto los otros los ven llegar con tremendo gesto de shock y bochorno se burlan de ellos con una sonrisa y una mirada pícara. No hay palabras, todos ya sabían lo que había pasado, ellos mismos se lo habían buscado. Cuando Cherry y Joe al fin se dignan a hacer acto de presencia, Langa y Reki no pueden mirarlos sin sonrojarse. Ahora sabían que esos dos tenían una relación, y sinceramente no sabían cómo actuar al respecto. Era complicado, pero tal vez eso podría servirles para dar ese empujón que ambos necesitan. Si entre ellos ya hay una pareja de personas del mismo sexo, ¿qué más da si hay otra más?