"Primera vez, no sexual"

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—Muévete, gorila estorboso —Kaoru le patea para que Kojiro encoja las piernas y él poder pasar.

—¿Qué? Salta sobre mí, joder. Yo no fui el que tuvo qué ir al baño antes de despegar —reclama, con ese tono molesto que siempre utiliza cuando comienzan a discutir.

—Y yo no soy quien quiso ir en medio de los tres asientos —vuelve a patear, logrando con esa contestación ganar, aunque no le sorprendía, él siempre ganaba en las discusiones con Kojio.

Kojiro trata de encoger su enorme cuerpo fibroso, dándole un poco de espacio a Kaoru para que pueda arrastrarse entre sus piernas y el respaldo de los asientos de adelante. Desvía la mirada cuando el culo de Kaoru pasa demasiado cerca de su rostro, casi que rozando su nariz contra este. Kaoru mira por la ventanilla, moviendo las piernas de un lago a otro, Kojiro le mira de reojo, dándole un toque con el codo. Sabe perfectamente la ansiedad que le dan los aviones, por esa razón le ha invitado a viajar con él, lo sabe y no le molesta, aún cuando Kaoru no lo haya dicho abiertamente, él puede leer entre líneas. ¿Quién no tendría miedo a viajar si se ha perdido a sus progenitores en un viaje en avión?

Esta era la primera vez que viajaban solos, lo habían hecho de adolescentes junto a los Nanjo, incluso de excursión con la escuela, pero nunca en avión, nunca ellos dos en un viaje de negocios. Kaoru le había pedido acompañarle como su chef personal. Una mierda de excusa para ocultar su nerviosismo al viajar en el transporte que mató a sus padres.

—¿Estás nervioso, robot cuatro ojos? Quién diría que sí podrías llegar a sentir algo —trata de sonar despreocupado y no tan agresivo, lo que menos quería era crispar más los nervios de su amigo.

—Cierra la boca antes de que pida que te manden a la sección de carga, bulto de músculos —contraataca, disminuyendo la velocidad del movimiento de sus rodillas.

—Si haces eso, no tendrás a quién tomar de la mano cuando haya turbulencias

—¿Qué? —Gira la cabeza y en su rostro se puede ver la alarma, sus ojos brillan con miedo y Kojiro se siente un poco mal, pero molestar un poco a Kaoru haría que el ambiente se aligerara.

—Ya sabes, cuando el avión comienza a temblar y sientes que va a caerse

—¡Cierra la boca! —Le sienta un puñetazo en el brazo.

Kojiro no puede evitar soltar una carcajada. Sabe que es un tanto cruel, pero una vez ambos se han tranquilizado, él con la risa y Kojiro con su miedo, comienza a explicarle que no son comunes, que él ha viajado muchas veces en avión y no le había pasado absolutamente nada. Kaoru le mira con desconfianza, pero sabe que es verdad porque antes de tomar la decisión de viajar a tan lejos ha estado investigando junto con Carla las estadísticas de accidentes aéreos, lo cuál le había hecho decidirse y estar más tranquilo, Kojiro le había hecho sentir seguro.

—¿Puedo ofrecerles algo de tomar o comer antes de despegar? —Se les acerca una de las azafatas, sonriente, guapa y amable; del tipo de Kojiro.

—Claro. Un vaso de agua, un tranquilizante para mi amigo y tal vez tu número. ¿Qué dices? —Sonríe coqueto, con las cejas alzadas; esa su marca personal de descaro.

La chica ríe encantadora y halagada. Le guiña un ojo antes de continuar ofreciendo cosas a los pasajeros. Kaoru pone los ojos en blanco y se enfurruña en su asiento con los brazos cruzados. Esa no era la primera vez que Kaoru se molestaba cuando coqueteaba con chicas, hacía eso desde la escuela media. Kojiro vuelve a darle un empujón con el codo. Pasan algunos minutos antes de que la luz de aviso para abrocharse los cinturones se encienda. Las azafatas vuelven a pasar por el pasillo para asegurarse que todo esté en orden antes de despegar. Las tres chicas le lanza una mirada y sonrisa coqueta a Kojiro, ellas y también el sobrecargo, lo cual no le sorprende a Kaoru, durante la preparatoria varios chicos se le confesaron a Kojiro. Ugh.

Salta y se aferra al bíceps de Kojiro cuando el avión comienza a avanzar. Escucha la risa de Kojiro, su enorme mano libre se posa sobre su cabeza.

—Tranquilo, querido, estoy aquí para protegerte

—Vete al diablo —se aleja y le da otro puñetazo.

A mitad del viaje, una vez que los nervios del despegue y la adrenalina han disminuido considerablemente, Kaoru cae rendido, apoyando la cabeza de forma incómoda en la ventanilla. Kojiro se mueve con cautela, pasa el brazo derecho por detrás del cuello de Kaoru para atraer su cabeza al hombro y dejar que se apoye allí. No es tampoco la primera vez que enreda sus dedos con los contrarios, que deja un besito en el comienzo de su cabello, en la frontera de su frente y la raíz de su cabello. Se acomoda y acurruca también cerca del cuerpo de Kaoru, disfrutando de su calor y compañía. Casi que no podía con la emoción de llegar a su destino, averiguar qué otras primeras veces pudieran tener, ¿una primera vez besándose bajo la torre Eiffel? ¿Su primera vez paseando con los dedos entrelazados entre las angostas calles de Francia? Deseaba tanto confesarse y tener todas y cada una de las primeras veces de Kaoru.

FluffTober 2021 - Matchablossom VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora