10 años atrás....
Estabamos a punto de terminar el último trimestre de segundo de bachillerato, por lo que como todo el mundo sabe, ahora nos tocaba enfrentarnos a la maldita selectividad, que desde hacia un año se habia vuelto la mayor de mis pesadillas. Pedro, mi mejor amigo y yo decidimos que ibamos a estudiar juntos todos esos dias antes en mi apartamento; ya que yo vivia sola, y de esa manera no tenia que lidiar con la soledad y con la ansiedad que me daba tener que estudiar para esos dichosos exámenes.
Pedro; o Pedri como yo lo llamo, ya que era bajito (aunque yo lo soy mas) y muy delgadito, él no quería estudiar una carrera, ni un módulo, ni nada, él solo quería llegar a ser un gran futbolista de esos que salen en todas las portadas del periódico y en los titulares de las noticias de deporte. Pedri jugaba en el equipo de nuestra ciudad U.D. Las Palmas, y ya en estos tiempos, todo el mundo hablaba de él ya que era bastante bueno.
Pedri y yo llevábamos siendo amigos desde que teníamos 3 años, y nunca nos habíamos separado.Yo había tenido algun que otro rollete, al igual que Pedri, pero ninguno de eso habia llegado a nada mas que un par besos, ya que siempre ambos poníamos pegas a la relación del otro, y siempre decíamos 'este no es el/la adecuada'. Desde que éramos unos enanos, la gente nos decía que íbamos a acabar siendo pareja, ya que siempre íbamos a todos lados juntos, nos disfrazabamos juntos, éramos él y yo y nadie más, no teníamos mas amigos que nosotros mismo; pero la idea de ser pareja nos repugnaba. Él vivía 3 casas a la derecha de mi apartamento y la mayoría de las noches cenábamos juntos cuando yo llegaba de trabajar, y nos poníamos al día sobre lo que habíamos hecho durante la tarde mientras me dejaba los deberes para copiarlos por la noche.
Hacia ya una semana que yo había dejado de trabajar, ya que había recaudado el dinero suficiente para poder vivir estos meses sin trabajar y poder pagarme el primer año de universidad. Llegaron los días de estudiar para la selectividad, y Pedri llegaba cada dia a las 8 de la mañana cargado de churros con chocolate, lo cual siempre me hacía levantarme cada dia con ganas simplemente por comermelos, ya que el sabía que era mi comida favorita. Aunque él no iba a estudiar nada, él quería hacerla por si acaso en algun futuro no le salía bien lo del futbol, pero yo sabia de sobra que iba a ser un grande del futbol. Su sueño siempre había sido jugar en un equipo de primera division y enfrentarse a los más grandes o incluso pertenecer a sus equipos; mientras que mi sueño era irme a Barcelona a estudiar la carrera de mis sueños, periodismos, y despues poder especializarme en periodismo deportivo, ya que desde muy pequeña al acompañar a Pedri a todos los partidos, me interesaban muchos los deportes, pero sobre todo el futbol. Yo sabia que estudiar alli me iba a costar mucho trabajo y esfuerzo, pero como dicen 'quien algo quiere, algo le cuesta'
Pasaron los días, y cada día pasabamos mas tiempo juntos hasta llegar al punto de que Pedri no pasaba por si casa ni para dormir, pero de esa manera tendríamos más tiempo para poder estudiar. A veces Rosy, la madre de Pedri, nos visitaba y nos dejaba algo de comer, y otras veces era mi abuela la que nos dejaba comida. Y bueno, otras veces, en las que nos sentiamos agobiados, aparecia siempre Fernando, el hermano de Pedri; era como un hermano para mí, siempre estaba cuando más lo necesitabas pero sin él saberlo, y siempre tenia la palabras perfectas para hacerte sentir bien, para mi era como un hermano, al igual que Pedri, pero este ultimo era como de otra manera para mi.
Llego el día, y como ya era costumbre, me levante con el olor a churros y chocolate viniendo de la cocina. Eran las 8 de la mañana cuando escuchamos el timbre sonar, era Fernando que nos iba a llevar a hacer el examen ya que el centro donde lo teníamos que hacer se encontraba a varios kilómetros del pueblo. En el camino, Fernando nos dijo que nos iba a quitar un poco los nervios a su manera, de repente empezo a sonar a todo volumen en el coche Color Esperana, si Color Esperanza, porque desde que los tres eramos pequeños escuchabamos y nos animaba. Y empezamos a cantarla a todo pulmon sin pensar en nada mas, y cuando nos quisimos dar cuenta ya estabamos en el sitio de los exámenes. Fernando salió del coche y nos abrazamos los tres juntos y nos deseo toda la suerte del mundo. Ese día teníamos tres exámenes, y entre ellos 30 minutos de descanso, Fer nos dijo que iba a estar por allí cerca para vernos en los descansos y despues llevarnos de vuelta a casa. Pedri y yo íbamos abrazados hasta que empezaron a llamarnos; empezó a escucharse los nombres a traves de un altavoz y las gente abrian paso a las personas que iban nombrando, de repente se escucho Pedro González López, Pedri me miro, me abrazo y me dijo que nos veriamos dentro ya que no tardarian mucho mas en llamarme, una vez que estaba el dentro, escuche mi nombre, Lucía González Muñoz, y todo el mundo se abrio dejandome pasar, en ese momento vi como mi asiento estaba justo al lado del de Pedri, cosa que me tranquilizo. Empezaron a repartir los exámenes y mis nervios empezaron a irse, sabia que era el momento, mi momento de demostrar todo lo que había estado estudiando todo este tiempo para así poder cumplir mi sueño.
Terminaron los exámenes, desde mi punto de vista me habían salido perfecta y por lo que pude corregir por encima estaba bien hecho. A Pedri tambien le había salido muy bien, pero realmente le daba un poco igual la nota.
Desde hacia meses habiamos decidido que ibamos a ir a un restaurante el dia que terminaramos la selectividad para asi celebrar que habiamos terminado y de paso celebrar mi 18 cumpleaños que era al día siguiente. Desde hacia tiempo llevaba preparandole a Pedri una sorpresa que no iba a olvidar en la vida. Desde que estábamos en el colegio, siempre soñabamos con viajar a Roma, ya que lo estudiabamos en el colegio y nos fascinaba la idea de conocer de primera mano esta cultura. Llegó el momento de la cena, y de repente escuche de mi apartamento sonar; la verdad es que no esperaba a nadie ya que quede en vernos en el restaurante con Pedri y iba a ir andando, por lo que iba a marcharme un rato antes ya que iba en tacones y no estaba muy acostumbrada a ellos. Abrí la puerta y me encontré con Fernando, vestido de traje y con corbata; no entendía nada ¿que hacia Fernando en la puerta de mi apartamento, y vestido tan elegante?. No dijo ni una palabra, solo me extendió el brazo para que me agarrara a él y me llevo hacia el coche, me abrio la puerta de atras y yo me sente detras de su asiento; seguía sin entender nada, en el camino iba mirando por la ventana del coche cuando de repente veo como se pasa de largo del restaurante, por lo que decidí preguntarle ya que esos no eran los planes que yo tenia, ya que Pedri habia reservado desde hace unos meses en ese restaurante;
-Fernando, te has pasado el restaurante - le dije extrañada.
-Lo se - me dijo evitando no reirse, y algo nervioso ya que no dejaba de mover la pierna.
Vi como de repente salíamos del pueblo y nos acercabamos a una casita en mitad de la nada, cuando llegamos, Fernando me dijo que esperara que ahora vendría a por mi que no me podia mover. Entonces nerviosa llame a Pedri, pero fui boba por pensar que me lo iba a coger ya que seguro que estaba compinchado con su hermano en esto. De repente se abrieron las dos puertas de atrás del coche y vi a Fer con un pañuelo en la mano y por el otro lado a Fernando, el padre de ellos dos.
-Lucía dejate llevar, y ahora deja que Fer te ponga el pañuelo para taparte los ojos - me dijo Fernando con una sonrisa de oreja a oreja, y obviamente no le podía decir que no.
-Lucía, Lucía la que te espera no te lo crees ni tú - decía Fer mientras se reía soltando los nervios que había pasado en el coche.
Me deje tapar los ojos y me bajaron con mucho cuidado.
-Ahora vas a notar que alguien te coge, pero no te asustes - me dijo Fer.
De repente mis pies ya no tocaban el suelo y que me cogian como mis padres me cogian cuando me quedaba durmiendo en el sofa y me llevaban a la cama. La persona que me estaba cogiendo no dijo ni una palabra, pero yo sabia de sobra quien era, ese perfume lo olía cada día y era inolvidable, sabia que era Pedri.
- Pedri, se que eres tu, te estoy oliendo / dije riéndome, lo cual provoque la risa de el.
- Vale, ahora vas a andar 10 pasos hacia delante y cuando los des, te vas a quitar la venda - dijo Pedri con la voz entrecortada por los nervios.
Me bajo de sus brazos y me puse a caminar como me había dicho.
. A la de 3 te quitar la venda - escuche como decian Fer y Pedri a la vez.
. 1.....,2.....y 3....... SORPRESA!!! - gritaron todos
No me lo podía creer, estaban todos los amigos de clase, la familia de Pedri que era como la mía, mi abuela y por muy raro que parezca varios familiares míos los cuales llevaba años sin verlos. Empece a llorar como una niña pequeña y note como alguien me abrazaba por detrás, y obviamente era Pedri, que solo me decía al oido 'te mereces todo esto y mucho más, te quiero ratona'; si me llamaba ratona porque era bajita y me gustaba mucho el queso, si muy original por su parte. Yo me gire y le abrace como nunca le había abrazado, y no podía parar de decirle lo mucho que le quería. Cuando de repente, note como alguien se unía al abrazo y como no, iba a ser Fer;
- Oye, hacedme un huequito que yo también quiero - decía Fer riendose. - te lo mereces todo niñata - me dijo mientras se le salían algunas lágrimas.
De repente todo el mundo nos empezó a aplaudir y ví como los padres de Pedri y mi abuela lloraban, por lo que sin dudarlo en ningún momento fui a abrazarles mientras yo no paraba de llorar.
La noche paso y se convirtió en una de las noches que no podre olvidar gracias a Pedri.
Cuando todo el mundo se fue, si hasta Fer, Pedri y yo nos quedamos solos mientras bailábamos y cantábamos como siempre 'Color esperanza'. La canción estaba terminando y cada vez estábamos más cerca, nos estábamos cantando mutuamente la canción, sientiendola más que nunca; de un momento a otro nuestros labios estaban a muy pocos centímetros cuando...
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Inolvidable - ERIC GARCÍA
FanfictionMejores amigos con diferentes propósitos. DIferente destinos con un mismo final.