Después de haber estado una semana en Barcelona buscando piso para los próximos años, llegamos a el aeropuerto donde nos estaba esperando Fer con un cartel que ponía "SEÑORES GONZÁLEZ". Cuando lo vimos, los dos nos miramos y empezamos a reírnos, Fer estaba realmente mal.
Había pasado una semana desde aquel beso pero ya no pasó nada más. Tanto Pedri como yo actuábamos como siempre, como si nada hubiera pasado, pero sabía que tarde o temprano íbamos a tener que hablarlo.(........)
Pasaron los días y yo tuve que empezar a empacar todas mis cosas que tenía en aquel apartamento, no iba a ponerlo en venta ni nada por el estilo, pero tenía que llevarme toda mi ropa y demás para Barcelona.
Todavía quedaban 4 días para irme a Barcelona, y la verdad que llevaba sin ver a Pedri casi una semana, es verdad que Fer si que se dejaba caer casi todos los días para ayudarme a empaquetar y para hacerme compañía, pero solo sabía que Pedri estaba algo ocupado con el fútbol y no paraban de entrenar ya que en breves tendría un partido muy importante para él, ya que vendrían muchos ojeadores de fútbol y así le pudieran dar alguna oportunidad en otro equipo.
1 día para Barcelona.Me encontraba terminando de hacer la última maleta y la verdad que no paraba de llorar, tenía tantos miedos e inseguridades que lo único que sabía hacer en ese momento era llorar. No sabía que es lo que me iba a deparar el futuro allí en Barcelona, iba a echar tanto de menos Tegueste, a Pedri y a su familia y por supuesto a mi abuela. Mi abuela se llamaba Maria Luisa y tiene 97 años, la pobre es ya un poco mayor y le cuesta mucho caminar; aquí en Tegueste solo nos teníamos la una a la otra, yo no podía cuidarla por lo que ella estaba en una residencia en la que la cuidaban a la perfección y ella estaba muy bien. Rosy, la madre de Pedri, iba a verla de vez en cuando ya que mi abuela le tiene mucho cariño y siempre hablaban de nosotros dos y de lo mucho que me iban a echar de menos. La verdad que me iba un poco preocupada porque no vería a mi abuela todos los días, como hasta entonces hacía, pero ella sabía que iba a cumplir mi sueño y por ello estaba feliz por mi.
Mientras guardaba las cosas, el timbre empezó a sonar, no pude ver quien era ya que la mirilla estaba tapada desde fuera.
- ¿Quién es? - pregunté.
- Soy yo ratona, abre. - dijo Pedri desde el otro lado de la puerta.
Fui corriendo a abrir y me encontré a Pedri con un ramo de flores en la mano más grande que él y con los ojos cristalinos.
- Hombre, por fin te has dignado a aparecer. - dije riéndome. - Pero ¿y esto? ¿a qué se debe?.
- Te vas mañana y bueno mi madre me dijo que te trajera esto para que te lo llevarás a Barcelona. - dijo mientras me extendía el brazo para que cogiera el ramo.
- Pero no hacia falta nada de esto. Me iba a llegar en un rato a tu casa para despedirme de tus padres y de ti, ya que mañana por la mañana me llevará Fer a el aeropuerto y como no te había visto en estos días quería despedirme bien de ti. - dije algo triste.
- ¿A caso crees que va a ir solo Fer contigo a el aeropuerto? No voy a dejar que mi mejor amiga pase sus últimos momentos con el cabezón de Fer. - dijo riéndose.
Me fui a abrazarle y nos fundimos en un abrazo, lo había echado mucho de menos estos días y la verdad necesitaba un abrazo de él. Habíamos estado tan ocupados que no habíamos tenido tiempo ni para vernos.- ¿Qué te parece si pedimos algo de comer? Tengo todas las sartenes guardadas y la verdad que no tengo ganas de cocinar, estoy muy cansada. - dije tirándome en la cama donde se encontraba Pedri cogiendo el teléfono.
- De eso nada, vamos a ir a mi casa y así te despides de mis padres. Les llamé antes y me dijeron que te vinieras a cenar que tenían muchas ganas de verte.
- Perfecto entonces, cojo el bolso y nos vamos.Después de una larga noche cenando en casa de Pedri, llegó la hora de despedirme de los que habían sido como mis padres desde que los míos me dejaron para siempre; les debía tanto que algún día se los devolvería de alguna que otra forma.
- Bueno creo me voy a ir ya, mañana me espera un día muy largo y quiero intentar dormir algo. - dije algo triste.
- Fer coge las mochilas que nos vamos - dijo Pedri gritando a su hermana que estaba en la planta de arriba.
- ¿Cómo que se vais? - dije extrañada.
- ¿A caso te creías que te ibamos a dejar pasar tu última noche aquí sola? Pues no ratona, no. - dijo mientras yo le abrazaba.
- Ven aquí Lucía, te vamos a echar mucho de menos. - me dijo Rosy. - Se que no somos tus padres ni tenemos que mandar sobre ti, pero llamanos de vez en cuando que nosotros queremos saber de ti como te va y demas.
- No te preocupes Rosy, no sois mis padres pero como si lo fuerais, ya lo sabéis, os voy a echar mucho de menos. Pero espero que vengáis al menos a verme alguna que otra vez, allí siempre seréis bien recibidos. Os quiero mucho - dije mientras abrazaba a los dos.
- Claro que si, nos veremos pronto pequeña. - dijo Fernando mientras se le caían algunas que otras lágrimas.
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Inolvidable - ERIC GARCÍA
FanfictionMejores amigos con diferentes propósitos. DIferente destinos con un mismo final.