Inolvidable - ERIC GARCÍA

Capítulo 8

Narra Pedri

📍Tegueste

- Eh tú, ¿por qué has hecho eso? - me dijo Fer enfadado.
- ¿El qué? - le pregunté, aunque sabía lo que era.
- Pues que va a ser, le has girado la cara cuando te iba a besar, eres imbecil. Cuando la pierdas no vengas llorando ni llamándome a media noche, porque te lo mereces. - me dijo mientras miraba a la carretera.
- No podía hacer otra cosa, no quiero que este pensando en mi o no hacer ciertas cosas por mí allí en Barcelona, Fer no quiero que este atada aquí y menos por mi. - le dije cabizbajo.
- No te preocupes enano, tú sabes como es Lucía, nunca haría nada que no sintiera y sus sentimientos son bastante claros hacia ti, pero tú parece que los ignoras como todo. - me dijo dándome una palmada en mi cuello.

.......

Después del camino hasta casa, llegamos y me fui directo a dormir. No había dormido nada esta noche y necesitaba descansar al menos un rato; Lucía me dijo que me llamaría cuando llegase a Barcelona por lo que decidí no poner alarmas y esperar a levantarme cuando ella llegara.

Pasaron las horas y yo seguía dormido hasta que mi teléfono empezó a sonar.

- ¡Hola Pedri! Ya he llegado, el vuelo ha ido perfecto. - noté como me decía contenta desde la otra punta de España.
- Perfecto ratona, ahora te queda un rato hasta llegar al piso, avisa cuando llegues ¿vale?
- Vale Pedri, avisa a tus padres de que he llegado. Cuando llegue llamaré a Fer y así le hago un house tour que osino se pone muy cansino. Te quiero. - fue lo último que me dijo mientras colgó.

.........

- ¡Mamá! ¡papá! Lucía acaba de aterrizar, me ha dicho que todo perfecto que cuando llegue al apartamento llamará a Fer.
- Perfecto cariño, ahora subo. - dijo mi madre desde la planta de abajo.

No se por qué iba a subir mi madre, pero bueno supongo que para ayudarle en algo, o para echarme la bronca como siempre. Escuché cómo subía las escaleras por lo que decidí empezar a recoger el cuarto por si acaso me regañaba por eso.

- Pedro cariño, ¿cómo estás? - me dijo algo triste.
- Bien mamá, ahora toca acostumbrarse a estar sin ella. Después iré a su apartamento a recoger algunas cosas que he dejado allí.
- ¿De verdad estás bien? - me dijo preocupada. Mi madre me conocía mejor que nadie y sabía que realmente no estaba bien.
- No mamá, la he dejado irse como si nada. En el aeropuerto cuando nos despedimos me iba a besar y yo me aparté, me sentiría mal por tenerla aquí atada y piense en algún momento volver para estar conmigo, no me lo perdonaría jamás. - terminé cuando empecé a llorar.
- Has hecho lo correcto cariño, no te preocupes que ella volverá. Ahora, dentro de cuatro años y dentro de 10, lo que está destinado a estar junto, estará pero no hay que presionarle al tiempo. - me dijo mientras me abrazaba.

.........

Habían pasado más de 4 horas desde que Lucía había llamado diciendo que había aterrizado pero supongo que le habría costado mucho tiempo llevar todas las maletas que llevaba del aeropuerto hasta su nuevo piso.

Después de 6 horas, el móvil de Fer empezó a sonar. Salí corriendo por el pasillo y baje las escaleras corriendo hasta llegar al salón donde se encontraban Fer.

- ¡Hola Lucía! - escuché como mi hermano le saludaba mientras bajaba.

Era ella, por fin había llegado y estaba tranquilo de que había ido bien.

- ¡Hola Fer!, perdón por no haber llamado antes, pero en el aeropuerto tuve algún que otro problema con un muchacho con las maletas y al llegar a casa me lo volví a encontrar y pues resulta que somos vecinos, por lo menos me ayudó a subir las maletas. - la escuché reírse detrás de aquella pantalla.

No me quería asomar porque no quería parecer un pesado, pero escuché como preguntaba por mi y se me dibujó una sonrisa en la cara.

- ¿ Y dónde está Pedri? - dijo preocupada.
- Esta aquí mira, ¿te creías que iba a estar encerrado en su cuarto o algo? Lleva todo el rato preguntándome si sabia algo de ti.
Noté que había cambiado el enfoque de la cámara dirigiéndola hacia mi, ya que escuche como me saludaba.

- Bueno, ahora me vuelves a ver a mi que mi hermano es muy feo. Y ahora enséñame cual será mi cuarto cuando vaya. - dijo Fer entusiasmado.

........

Pasaron los días y cada noche hablaba con Lucía, la verdad se le veía muy agusto. Todavía no había empezado las clases por lo que durante el día aprovechaba para visitar un poco la ciudad, arreglar papeles y demás. Su vecino, con el cual tuvo problemas en el aeropuerto, le había enseñado un poco la ciudad ya que él era de allí y le había ayudado a adaptarse a aquella ciudad tan grande. Ella me hablaba mucho de él, pero yo la verdad que no le hacía mucho caso porque no quería que notara que me ponía un poco celoso. Si me ponía celoso que él se hubiera encontrado con ella y estaría con ella mientras cumplía su sueño. Le faltaban pocos días para empezar la universidad y Lucía lo tenía todo listo para empezar; se había comprado un montón de material escolar y ya tenía todo el apartamento decorado y arreglado a su gusto.

Sin embargo, yo estaba aquí en Tegueste, echándole de menos y maldiciendome por no haberle aprovechado mejor el tiempo que estuvo aquí.

De un día para el otro, mi vida cambió ya que recibí una llamada muy importante. Después del partido aquel tan importante que tuve, el entrenado de U. D. Las Palmas me había llamado, porque me quería en su equipo. No me lo podía creer, iba a jugar en un equipo de segunda división, ahora sí que se empezaba a cumplir mi sueño, estaba dispuesto a esforzarme al máximo para conseguir mi meta que era llegar a jugar en uno de los mejores equipos de fútbol, el F. C. Barcelona.

......

Trás unos días arreglando papeles y demás, ya por fin pertenecia a la U. D. Las Palmas, no me lo podía creer.

Desde el principio Lucía estuvo apoyándome y diciéndome que sabía que lo iba a conseguir. La verdad me hubiera gustado que ella hubiese estado cuando firme el contrato y me sacaron fotos con mi familia en el campo, pero estaba muy feliz por mi y por ella porque cada vez estaba más contenta allí en Barcelona.