Capítulo 24

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Narra Lucía

Habíamos quedado en mi casa para merendar todos juntos, Pedri y Marina tenían hoy ginecólogo y después vendrían, por otra parte Fer llevaba toda la mañana en casa con Eric arreglando el jardín ya que habíamos comprado unos muebles nuevos y Rocío y yo nos habíamos ido toda la mañana de compras. 

Eran las 4 y media de la tarde, el timbre de la puerta sonó y abrí ya que sabía quienes eran. 

- Por fin llegáis, os estábamos esperando. - dije dándole dos besos a cada uno. - ¿cómo esta mi sobri? - dije tocándole la barriga a Marina. 

- Todo perfecto, anda vamos que os tenemos una sorpresa.

Pedri y Marina se sentaron en la mesa y nos dieron una bolsa a cada uno, la cual teníamos que abrir todos a la vez. En mi bolsa y en la de Fer había un body, y en la de Eric y Rocío un chupete. 

- Dadle la vuelta al body. - dijo Pedri. - y leedlo en alto.

- "Hola tito/ tita ya se lo que soy, y mis papis están super contentos - empezamos a leer los dos a la vez - todavía soy muy chiquitita, pero ¿quieres ser mi padrino / madrina? - terminamos de leer y Fer y yo nos abrazamos llorando. 

- Lo sabía, yo lo sabía que iba a ser el padrino. - dijo Fer gritando. 

- Os quiero mucho - dije abrazándoles. - Claro que quiero que ser tu madrina chiquitita de mi corazón. - dije hablándole a la barriga. - te quiero mucho y todavía no has nacido. - dije mientras veía como Eric me miraba llorando.

- ¿Ey qué te pasa? - dije acercándome a Eric y abrazándole. 

- No se como podemos querer tanto a alguien que todavía no ha nacido. - dijo Eric rompiéndose a llorar. - soy el tío más feliz del mundo. 


3 meses más tarde

Después de meses preparando la boda, por fin ha llegado el día. Son las nueve de la mañana y están terminando de peinarme; a mi lado tengo a Rosy, quien ha sido una madre para mi, y al otro lado a Marina y a Rocío, quienes están también preparándose. Sé que la hora se va acercando y estoy más nerviosa que en toda mi vida. Han sido unos meses muy agobiantes ya que queríamos que todo estuviera perfecto, y gracias a nuestras familias todo esta como soñábamos. Veo mi vestido colgado de la ventana y no puedo evitar emocionarme, llevo mucho tiempo esperando este día y pienso disfrutarlo al máximo. 

......

Acaban de terminar de pintarme, las chicas, los chicos y Fernando y Rosy ya están listos. Son las diez y media de la mañana y ya ha llegado la hora de ponerme el vestido. Las chicas, acompañadas de Rosy están en mi habitación para ayudarme a vestir. Rosy termina de subirme la cremallera del vestido y la peluquera pasa a ponerme el velo enganchado de la tiara que llevo puesta. Estoy lista, las chicas me miran con los ojos brillantes y Rosy me coge de los hombros para que me gire sobre mi misma y me vea reflejada en el espejo. Me miro y me siento una princesa, me siento guapa y pienso en todo lo que ha pasado hasta llegar hasta aquí, "lo siento pero no hemos podido salvarles" "tienes que dejarla ir" "prométeme que nunca te vas a olvidar de mí" "ahora o nunca" .... y hacen que me emocione. 

- Cariño, es la hora, hay que bajar, el padrino te esta esperando. - dijo Rosy.

- ¿Vamos? - dije haciendo que las chicas me cogieran de la cola del vestido para ayudarme a bajar por las escaleras.

Escuché como Rosy bajaba y los chicos y Fernando estaban preparados con la puerta abierta. Empezamos a bajar y vi como Fer y Pedri empezaron a llorar y no me dejaban de mirar; hace unos meses me preguntaron que quien iba a ser mi padrino, y yo quería que fueran los dos, pero no se podía así que decidí que los dos me acompañarían hasta la iglesia y que ya decidiría en el momento. Llegué al final de la escalera y Fer cogió de mi mano atrayéndome hacia él para darme un abrazo. 

- Estas preciosa niñata, te quiero mucho ¿sabes? - dijo Fer quitándose las lágrimas que caían por sus mejillas y haciendo que yo asintiera. 

- No había visto a una novia más bonita, Eric es un afortunado se le va a caer la baba cuando te vea. - dijo Pedri esta vez abrazándome.

Llegó el momento de montarnos en el coche, Marina y Rocío iban en un coche con sus respectivos suegros, mientras que en otro íbamos Fer conduciendo y Pedri y yo atrás de él. Fer cerró mi puerta y cuando se montó empezó a sonar "color esperanza", si nuestra canción, y en un día tan especial para los tres, como siempre la cantamos a toda voz, y cuando menos me lo imaginaba ya estábamos en la iglesia. Fer se bajó y abrió la puerta para que yo bajara con la ayuda de los dos. La puerta de la iglesia estaba a rebosar de gente, había cámaras por todos lados, la televisión y muchas revistas haciendo videos y fotos... Me bajé del coche y entrelacé mi brazo en el de Pedri; desde el primer día que sabía que me iba a casar sabía que mi padrino iba a ser él, mi hermano, mi compañero, mi mejor amigo, la persona que he tenido en mis peores momentos conmigo, una de las personas más importantes de mi vida, y con él iba a ser el punto final para que este día fuera perfecto. Fer había hablado conmigo días antes de la boda diciéndome que él no sería el padrino ya que quería que ese momento fuera de su hermano y mío que nos lo merecíamos después de todo. Pedri y yo nos miramos y este me dió un beso en mi mejilla, y pusimos rumbo hacia dentro donde se encontraba mi futuro marido en el altar.

Entramos y empezó a sonar la canción de "un mundo ideal" pero solo instrumentalmente, los que había sentados se levantaron y me miraban pero yo solo tenía ojos para él, allí estaba, evitando llorar, parecía que no había nadie más en la iglesia, tan solo él y yo. Hasta que llegué a él y Pedri me entregó sin antes volver a dejar un beso en mi frente. 

- Te amo. - dije mirando a Eric. 

- Yo te amo más mi amor. 



Inolvidable - ERIC GARCÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora