Un pájaro revoloteo sus alas en la rama de un árbol. Yeosang juntó las rodillas, sus manos en un puño apoyadas sobre sus piernas. Oyó el suspiro de San a su lado.
Estaban sentados lado a lado en una banca del campus, debajo de un árbol, pero el sol del atardecer todavía los cubría volviendo la atmósfera de un color anaranjado.
Llevaban así una media hora.—Tengo que ir a mi entrenamiento ahora.—Dijo San cuando todavía se encontraban de pie en las escaleras, su mano cepillando la mejilla sonrojada de Yeosang. Se inclinó para besarlo una vez más. Ahora que había probado la sensación de los labios de su crush ya no podía dejar de hacerlo.
Yeosang dio un asentimiento tímido. Desde donde San se encontraba podía ver los pómulos de Yeosang abultarse, por lo que parecía un bombón de fresa. San pellizco la mejilla de Yeosang, mentalmente repitiendo: lindo.
—Pero no te vayas.—Dijo, sujetando la mano de Yeosang, manteniéndolo cerca.—Espérame aquí. Necesitamos hablar.
Yeosang lo espero, porque sabía que necesitaban aclarar los sentimientos de ambos.
Y ahora, ellos estaban aquí, sentados en una banca después de clases y en silencio, escuchando el ruido del exterior y los latidos acelerados de su corazón. Ninguno sabía cómo iniciar.—Yo...
San y Yeosang se miraron y apartaron la mirada tan rápido como sus ojos hicieron contacto visual, con Yeosang sonrojándose y mirando el cielo, y San sonrojado rascándose la nuca. Nunca había estado tan tímido en su vida. Tan nervioso. Sentía que si no pensaba bien sus palabras; terminaría arruinando las cosas. Pero si se quedaba callado sería igual o peor.
Esto era tan difícil.
—Lamento hacerte esperar.—Finalmente, San fue el que rompió el silencio, repitiendo lo mismo que dijo cuando su entrenamiento termino y se reunió con Yeosang. Solo que ahora sus palabras sonaban claras y su respiración no estaba agitada por correr por casi todo el campus al no encontrar a Yeosang por ningún lado.
Yeosang encogió los hombros con timidez.—Oh, está bien, no tardaste. ¿Qué tal tu entrenamiento?
—Estuvo bien.—Respondió.
—Genial.
Y el silencio volvió.
Mentalmente, Yeosang tiro de su cabello oscuro y se hizo bolita en una esquina. Esto era tan ridículo, ¿desde cuándo ninguno tenía algo que decir? Ellos tenían una conexión especial, a pesar de tener gustos tan diferentes, ellos hablaban mucho. Nunca habían estado en un silencio tan incómoda como este, ni siquiera después de que San se le confesó la primera vez que hablaron.
Un cuervo grazno al volar.
Yeosang tuvo suficiente.
—Creo que debemos hablar ahora.—Se giro para encarar al nadador. San hizo lo mismo, solo pudo alcanzar a decir: «sí, nosotros deberíamos...», antes de que Yeosang lo interrumpiera diciendo:—Me gustas.
San sintió como si sus oídos fueran una chimenea. Se sonrojo hasta el cuello de la emoción y se puso tan tímido que no pudo ni respirar. Todavía no podía creer que Yeosang se le haya confesado y haya dicho dos veces que gusta de él. Estaba tan feliz, que su voz sonó tan aguda cuando dijo:—también me gustas.—Que Yeosang no lo contuvo y se rio.
Fue una carcajada ruidosa, que hizo “pfft” con los labios antes de reírse. Fue tan ruidosa, que San termino uniéndose a él.
—Esto es tan tonto.—Yeosang habló después de que su risa cesó, balanceando los pies y mirando al cielo en lugar a San. Estaba empezando a oscurecer.
San lo ve a él, ve su perfil sombreado, el cuello descubierto y pálido, la nuez de su garganta que se tambalea cuando Yeosang se ríe un poco ante su propio comentario, el cabello oscuro que se balancea ante la ligera brisa y la marca rojiza a lado de su ojo, como sus mejillas se inflan cuando sonríe. El corazón de San late, el estómago sintiéndose cálido.
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Time Of Love; sansang
FanficDespués de tropezar y hacer el ridículo durante la competencia de natación, Yeosang comprende porqué Choi San es tan popular. Es atractivo, desde su cabello rosado hasta la forma elegante de sus pies. Cautivando a todos con la manera tan elegante qu...