Después de 117,254,893,870 segundos, Senku despertó.
El primer pensamiento que cruzó por su cabeza, fue que no se cumplió la falsa imagen de la despetrificación espectacular que visualizó para él, atribuyéndole prontamente esa clase de reacción a Taiju.
Lo siguiente en su agenda y más importante, fue preservar la escena del sitio exacto donde su cuerpo yació todo ese tiempo. Por supuesto, lejos de preocuparse por examinar su entorno y adaptarse de nueva cuenta a moverse libremente, un científico tendría como prioridad resguardar toda evidencia de valor incalculable. En un futuro próximo, este paso sería el preludio para la investigación de tan maravilloso y singular fenómeno.
No tenía tiempo que perder, así que comenzó a delimitar la silueta con unas cuantas rocas que encontró y finalmente amontonó con cuidado cada una de las piezas del cascarón de piedra, postergando su análisis un poco más. Deambuló por los alrededores, observando que los animales se asustaban a su paso, como si nunca hubieran visto a un animal bípedo en su vida.
Dándose cuenta de que fue el primer ser humano en despertar.
Retuvo esa exorbitante cifra del tiempo que estuvo contando en su mente, dedicando esos instantes para calcular el total de años transcurridos pues, lo segundo en su lista, era plasmar el día en que la civilización humana se reinició.
— Hoy sería 0 después de la petrificación. —Tomó una roca y talló sobre la corteza de un árbol—. Todo empieza a partir de ahora.
La fecha: 1 de abril del 5739
⁜ ⁜ ⁜
Quizá por suerte, quizá porque la petrificación bajo ciertas condiciones y tiempo cesaba, pero Senku se sintió bastante afortunado al revivir justo en los comienzos de la primavera, pues esto le otorgaba las condiciones adecuadas para comenzar ese juego de supervivencia.
Cuatro cosas básicas requeriría: alimento, refugio, ropa y fuego. Comenzó con este último, pretendiendo frotar una varita de madera contra un tronco para generar una chispa, pero rindiéndose en seguida por la humedad y su interferencia. No obstante, eso no significaba que desistiera al objetivo de encender una llama; con un nuevo plan en mente, fue rumbo al rio para recoger unas cuantas piedras.
El agua se sintió fresca en sus pies descalzos, restando un poco esa sensación bochornosa que sentía por los fuertes rayos del sol. Se apresuró a realizar la tarea para continuar lo antes posible, buscando atentamente a través del agua cristalina las rocas más adecuadas, cuando sintió de repente un leve cosquilleo en la parte alta del talón. Giró su vista para ver de qué se trataba, probablemente de un pececillo lo suficientemente audaz como para acercarse tanto o a lo mejor algún tipo de vegetación que crecía en el fondo.
— Una... ¿camelia?
Se inclinó para tomar la flor roja que flotaba despreocupadamente, examinándola con más detenimiento del necesario. La extrañeza en su voz no se debía a la flor en sí, pues éstas eran comunes en Japón y su florecimiento todavía se daba en esas fechas; más bien, fue a que debajo de ella emergieron dos más. De la nada.
Observó sus alrededores y no pudo vislumbrar ningún arbusto, tampoco habían más flotando por ahí sin rumbo. La voz en su cabeza ajena a toda lógica le susurró que vio bien, esas flores aparecieron, pero la voz de la razón la acalló en un segundo, tenía que haber una explicación... Pero no tenía tiempo para eso.
Depositó con descuido las flores en la orilla, salió del río y procedió a golpear las piedras que recolectó contra otras múltiples veces, mediante ensayo y error, hasta dominar la técnica para lograr un acabado perfecto en la superficie. Luego de un par de horas, consiguió hacer herramientas útiles para deshebrar el tallo de las plantas y crear cuerda. Finalmente, unificando ésta con el intento previo de frotar dos ramitas que resultó en un desastre, consiguió generar fuego, perfecto para la noche que estaba a punto de caer.
![](https://img.wattpad.com/cover/287696051-288-k878012.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A través del reflejo/SenGen
FanfictionPara Senku el concepto de magia no tenía cabida. "No hay nada que la ciencia no pueda explicar, sólo es cuestión de tiempo para encontrar las reglas detrás de eso que llaman milagro"; fue lo que le dijo en una ocasión a su padre cuando le contó acer...