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Con mucho cuidado, Gen abrió la puerta para permitirle salir de su confinamiento, claro, asegurándose antes de bloquear el sonido en las celdas contiguas con magia. Tsukasa creyó que esperarían hasta el amanecer, pero el chico que hizo un ademán para que diera un paso fuera lo invitó a dar un paseo.

Caminaron por la pradera que se extendía detrás del montículo de roca, admirando el paisaje que pensó no vería en muchos años. Cuando se alejaron bastante y fue seguro que no se cruzarían con ninguna alma alrededor, finalmente rompió el silencio.

— ¿Hay alguna cosa en específico para decirles?

— No, ninguna. Sé que Tsukasa-chan por sí mismo es capaz de ganar la confianza y reconocimiento de las personas, lo dejaré en tus manos~.

— Es peligroso confiar ciegamente, podría decir algo que los pusiera en su contra.

— Peeero sé que Tsukasa-chan no lo haría ¿me equivoco?

Gen adelantó el paso para colocarse de frente y andar de espaldas, llevando sus manos detrás. Le dedicó una sonrisa sincera, tratando de reafirmarle desde el principio con su lenguaje corporal y sus acciones que confiaba lo suficiente en él como para estar a solas. Aunque sólo era parte del teatro, claro estaba, pues a pesar de su indiscutible fuerza no le serviría de mucho si lo inmovilizaba con magia.

— Estando en juego la integridad de la persona a quien más amas en el mundo tus posibilidades de acción se limitan, por eso mantuviste en secreto la existencia de tu hermana, Tsukasa-chan. Revelarlo te haría vulnerable.

— Tienes razón —confirmó con cierta tensión en su rostro, por lo que Gen se apresuró a corregirse.

— Oh, pero no lo tomes como un chantaje —agitó sus manos para restarle importancia—. Lo que quiero decir es que admiro tu esfuerzo por mantenerla a salvo todo este tiempo, y el haber tomado esa decisión rendirá frutos ahora ¡tienes la posibilidad de verla nuevamente!

— Aunque sólo es una suposición, necesitaré verlo con mis propios ojos.

— La ciencia nunca miente, eso es lo que siempre dice Senku-chan; confía en su palabra.

Volvió a su costado para regresar por la misma ruta, el amanecer estaba pronto a llegar y debían estar en el asentamiento antes de que el grupo se marchara. En el tiempo restante para no perder la oportunidad, Gen trajo a colación el tema que pondría a su acompañante totalmente de su lado.

— ¿Sabes, Tsukasa-chan? desde el principio no estuve completamente de acuerdo con la forma en que pretendías reestablecer la civilización. Decías que el nuevo mundo debería pertenecerles a los jóvenes de corazón puro y no a los viejos que se hacían ricos a nuestra costa. Entiendo que tus razones se basan en lo que pasó con tu hermana, pero ¿te diste cuenta de que yo no encajo en esa descripción? ¡Y aún así fui el primero al que reviviste!

» A diferencia mía tú sí eres buena persona, de eso estoy seguro, pero las circunstancias te orillaron a romper esas estatuas para lograr tu objetivo. A lo que quiero llegar es que te comprendo, Tsukasa-chan, fue la manera de asegurarte de crear un mundo que te habría gustado que viera tu hermana.

Se detuvo de repente y elevó su cabeza para encontrarse con los ojos castaños que ya mostraban signos de arrepentimiento.

— Tú y Senku-chan en el pasado pudieron llevarse muy bien y ser mejores amigos, lamentablemente el destino hizo de las suyas... Pero no creo que sea demasiado tarde, con su inteligencia y tu fuerza podrán unir sus ideales y crear un mundo mejor para todos. Para tu hermana.

Tsukasa elevó la comisura de sus labios y suspiró profundamente, como pocas veces llegaba hacerlo. Continuó avanzando en silencio, y estando a pocos pasos de la fortaleza concluyó:

A través del reflejo/SenGenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora