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Hoy toca capítulo largo, en compensación por no actualizar hace días (me justifico con que hice el epílogo de Higanbana xd). Espero que les guste :D

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— El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo... ¿A qué te suena ese proverbio? —cuestionó el espíritu de repente.

Gen, que intentaba curar las heridas de sus pies para evaluar el progreso en su magia de sanación, dejó de concentrarse por atender la pregunta.

— No lo sé ¿eso importa? —resopló frustrado, pues de sus palmas apenas y se emitía un chisporroteo de poder, dejando las heridas abiertas—. Pensé que querías que practicara más en mis casi inexistentes tiempos libres.

— Sí, tienes razón... Comer algodón de azúcar debe tenerte muuuy ocupado —dijo sarcásticamente—. Dejémoslo por hoy, enrollar metros de alambre y luego utilizar magia te hará perder la cordura más rápido de lo previsto.

— ¡Al fin alguien entiende esa tarea infernal! —exclamó Asagiri, dejándose caer en el pasto—. Deberías ir con Senku y hacerle entender que está atentando contra la salud física y mental de todos.

La minúscula esfera de luz soltó una risita, no por el comentario de Gen en particular, sino porque en todos los mundos que había visitado la constante de que Senku explotaba a sus aliados se mantenía. Justamente eso lo llevó a recordar ese proverbio chino, interesándole saber la opinión del mentalista, así que insistió de nuevo para que respondiera.

— Supongo que se refiere al efecto mariposa, no estoy seguro —se encogió de hombros—. Tenía que ver con que una pequeña acción desencadenaba una consecuencia grande, como el efecto bola de nieve.

— Correcto~ —felicitó, dibujando en el aire con su estela de luz una mariposa aleteando—. Como seres que poseen magia, nosotros somos igual que esas mariposas, y cada pequeña cosa que hacemos tendrá repercusiones en el futuro... ¡Por ejemplo! ¿Qué crees que hubiera si no ayudabas a Chrome durante el torneo para que mantuviera la lente estable?

— Mm... Seguramente Magma-chan sería el jefe de la aldea y me habría matado por ser un brujo —elevó su dedo índice y la mariposa se posó en él—. Senku-chan no tendría mano de obra... Ruri-chan seguiría enferma en el mejor de los casos y en el peor... Bueno, en resumen, el Reino de la Ciencia definitivamente habría desaparecido.

— El universo de posibilidades es impresionante ¿no te parece? —disminuyó el volumen voz, hablando más para sí que para el mentalista—. Ojalá nuestras intervenciones terminen bien...

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Senku era el único en el laboratorio por segunda noche consecutiva, pues Chrome y Kaseki continuaban realizando su proyecto secreto incluso a esas horas, cuando se supone deberían estar durmiendo. Decidió no interferir, confiaba en las habilidades del ex hechicero ahora autonombrado científico, el artilugio que ideó seguramente no lo decepcionaría. O eso esperaba, pues de ser así al menos la carga de trabajo que tenía en ese instante valdría la pena.

Al igual que la aldea Ishigami, él también estaba resintiendo la falta de personal con la llegada del invierno. Le hubiera encantado que todo mundo se dedicara completamente a la construcción del teléfono, pero entendía que el grupo necesitaba prepararse con antelación si querían sobrevivir hasta la primavera, momento en que se suscitaría el enfrentamiento contra Tsukasa.

Hyoga les hizo el grandioso de favor de informarle que seguía vivo y no siendo suficiente, también dejó a su mano derecha, Homura, vigilándolos a lo lejos. Eso no representaba mayor problema, sólo se añadió a la fila de obstáculos que les impedía llegar a la cueva de ácido nítrico. Pero en cuestión de meses, si todo marchaba bien, el líquido milagroso sería suyo.

A través del reflejo/SenGenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora