Declarar tus sentimientos a alguien, una tarea fácil para los audaces, y difícil para aquellos sensibles que quieren proteger su corazón de un rechazo.
Kim TaeHyung, hipnotizado por la imagen del perfecto Jeon JungKook, era de aquellos audaces, quer...
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La ciudad de noche era una maravilla, las luces decoraban la oscuridad como estrellas, y las personas con ropa formal que ingresaban al edificio le hacían rebotar el corazón, aunque igual lo ponían nervioso de lo grande que se veía.
SeokJin le palmeó la espalda. Él avanzó a su lado hasta el elevador, empezó a arreglarse el atuendo con toquecitos en distintos lados, igualmente con el cabello. Salieron del ascensor y se pararon frente a la puerta del lugar donde se llevaría a cabo el evento, el guardia pareció reconocer a SeokJin y lo dejó pasar, pero con su brazo, se lo impidió a TaeHyung, quien se congeló bajo la mirada tras las gafas oscuras del enorme sujeto.
-Viene conmigo-escuchó al mayor decir, y acto seguido, el guardia le cedió la entrada.
El salón era gigante, oscuro, con un candelabro enorme de cristal iluminando el lugar; las dos mesas con aperitivos y postres haciéndolo babear, y los pocos empresarios exparcidos por el espacio, charlando entre sí mientras los meseros ofrecían copas con whisky. El castaño se limitó a quedarse en la mesa de aperitivos, teniendo la compañía de SeokJin a su lado con el whisky alzado en sus dedos.
-La decoración se ve bien-comentó, mirando al menor con los labios sellados-¿A ti qué te parece?
«Bonito momento para hacerme preguntas sofisticadas»
-Pues... Es lindo, supongo-enunció acariciándose el hombro con nerviosismo.
-JungKook no debe tardar, llegamos temprano-dijo, codeándole el brazo con camaradería, intentando animarlo contra lo nervioso que estaba-¿No quieres comer nada?
-Tengo la sensación de que apenas toque algo, lo voy a romper, así que no, muchas gracias-confesó con pequeñas risitas.
-Pero es comida.
-¿Y quién dice que no se puede romper?-cuestionó, ocasionándole una sonrisa divertida a SeokJin.
-Oh no-TaeHyung escuchó a su acompañante decir, al parecer, observando a alguien. Él miró en la misma dirección, encontrándose con una chica alta de vestido rojo y cabello azabache, en medio de dos guardaespaldas, parecía incómoda-Tae, ¿Eres celoso?
El mencionado lo pensó-Un poco, ¿Por?
-Si eres tan chismoso como yo, entonces ya habrás notado a la hermosa chica de rojo de allá, ¿No?-el castaño se sintió apenado, afirmando con un "sí" silencioso-Es la hija de un matrimonio exitoso que es amigo de la familia Jeon, desde hace más de 18 años.
