Koharu.
Tomar la mano de Jung Jaehyun podría considerarse el verdadero paraíso en la tierra. Era una mano grande, firme, fuerte, pero a la vez delicada y amable. Era de ese tipo de mano a la que tienes que aferrarte para no caer y sabes que nunca te soltaría. Ella nunca querría soltarla. Todo esto lo supo cuando Jaehyun conducía su auto con la izquierda y la tomaba de la mano con la derecha durante todo el camino.
—Jaehyun...
—Sabes que no tienes que contarme tus secretos —le contestó él dándole un pequeño apretón con los dedos—. Confío en ti, pequeña.
En ese momento Koharu estaba experimentando un montón de emociones que la llevaban al borde de las lágrimas, así que con el dorso de su mano se decidió a limpiarlas antes de que cayeran por sus mejillas. Aun le daba un poco de vergüenza llorar frente a él.
—Gracias —dijo luego de unos momentos, sin atreverse a apartar su vista del camino.
—¿Tienes hambre?
—La verdad siento un nudo en el estómago —contestó temblorosamente—. Pero si tú tienes hambre podemos detenernos a comer algo.
Su vista voló a sus manos entrelazadas y suspiró levemente. Las comisuras de sus labios se elevaron un poco y ella no podía entender qué tipo de sentimiento debería percibir en un momento como ese. Su mayor secreto podría ser revelado por Hyolyn, pero al mismo tiempo el único chico que quería y que le gustaba de verdad estaba sosteniendo su mano.
Jaehyun aparcó frente a una tienda de autoservicio cerca del Río Han y, soltando su mano, bajó del auto para rodearlo y abrirle la puerta a Koharu. Ella se lo agradeció con un asentimiento de cabeza y lo siguió hasta llegar a la puerta. Ahí, Jaehyun volvió a tomar su mano y entraron a la tienda. No podía negarlo más tiempo; se sentía emocionada. Pero lo extraño era que no lograba recordar cuándo había sido la última vez que se había sentido de esa manera.
—Tomemos unas sodas y unos helados, ¿sí?
Ella obedeció a Jaehyun y caminó hasta el congelador de los helados. Él escogió dos de chocolate y luego la llevó hasta el refrigerador de los refrescos. En el camino Koharu no alcanzó a frenar a tiempo y su pie se atoró en una caja de plástico vacía haciendo que casi se tropezara, pero al estar tomada de la mano con Jaehyun él giró rápidamente y la tomó por la cintura evitando que se cayera. Su corazón se saltó un latido mientras lo miraba a los ojos y él reía divertido. Ella quería darse un golpe en la cabeza.
—Lo siento —dijo sintiéndose patética—. Soy bastante torpe.
—No eres torpe. El encargado no debió dejar esto aquí. No te disculpes, Koharu —su voz, llena de ternura y calidez, parecía querer calentar los rincones helados de su corazón.
Al terminar de elegir las cosas se dirigieron a la caja. La chica que se encargaba de cobrar miró a Jaehyun, luego a Koharu y después a Jaehyun otra vez, luego miró los dedos entrelazados de ambos e hizo una mueca.
—¿Sería todo? —preguntó de mala gana.
—¿Cuál es tu chocolate preferido, Koharu?
Koharu giró su cabeza para ver al chico quien le sonreía mostrando esos dos encantadores hoyuelos y a lo lejos escuchó a la cajera suspirar.
—Kit Kat de matcha —respondió encontrando su voz en algún lugar recóndito de su pecho.
Jaehyun tomó dos chocolates del aparador y los puso sobre el mostrador. Pagó todo con su tarjeta y entonces salieron de la tienda. El viento empezaba a ser un poco más fresco y Koharu sintió la piel erizándose a causa del vestido corto que llevaba puesto.
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sad line◎Jung Jaehyun◎NCT
Fanfiction"-Déjame ayudarte, tú me ayudaste a mí. -Koharu... -Jaehyun, ¿por qué eres voluntario en la Línea de Prevención del Suicidio? -Por la misma razón por la que te sientes culpable por la muerte de tu padre... todos tenemos un pasado oscuro, bebé." •Het...