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Querido diario:
San Valentin, una fecha especial para muchas personas, pero para mí tan solo un día del año más. Nunca tuve una pareja, además de él, y debido a esto los chocolates que solía recibir eran tan solo de admiradores secretos y amigos. Una vez Rengoku san, un compañero de trabajo, me regaló chocolates y se declaró, en ese entonces yo ya estaba saliendo con él, Sanemi Shinazugawa,quien también era un compañero. Nuestra relación no era oficial y casi nadie sabía sobre ella, ya que yo todavía no estaba seguro de hacerla pública debido a mis inseguridades. Cuando Sanemi se enteró se enojó mucho con Rengoku, por su atrevimiento de invadir lo que él proclamaba como suyo. Para ver quien se quedaba conmigo decidieron hacer una competencia, sinceramente no me agrado en absoluto que me usaran como trofeo. Claramente Sanemi salió victorioso, Kyoujiro san fue muy ingenuo al pensar que tenía oportunidad, era obvio que desde que acepte salir con él, el alfa Shinazuwaga nunca renunciaría a mí, pero en ese entonces yo no estaba al tanto de eso tan solo pensé que era una relación fugaz como la mayoría de las demás, o tal vez no quise darme cuenta de la realidad, de cómo me había condenado a mí mismo. Después de eso Rengoku se siguió acercando a mí, pero ahora solo como amigo ya que comprendió que ya tenía pareja, pero al parecer Sanemi no estaba contento. Sus celos cada vez se hacían más grandes y no dejaba que hablara ni paseará con ningún alfa o beta, ya no era la misma persona de la que me enamoré. Semanas después decidí romper con él, pero tan solo añadí más leña al fuego. Ahora estoy en este desolado lugar donde me mantiene cautivo y sin esperanza alguna de volver a ver la luz del sol.
