5. No es amor...

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Ya habían pasado varios meses, nueve en concreto, desde aquel primer entrenamiento, aquella expedición. Habían pasado muchas cosas desde entonces. Se descubrió quién era el titán infiltrado, yo ya había aprendido a utilizar el equipo de maniobras y ya estaba previsto que yo también participase en la siguiente Misión. También se descubrió un nuevo poder de Eren, que hacía como que los titanes hiciesen lo que él quisiera. Sin embargo, no todo lo que ha ocurrido es bueno. Berthold y Reiner se revelaron como el Titán Colosal y Titán Acorazado y capturaron a Eren y a Ymir. Mi primera misión era la de la recuperación de ellos dos. En aquel momento teníamos a los tres infiltrados en los cuerpos de Paradis.

Pero contemos las cosas desde el principio.
Cuando Reiner y Berthold se revelaron, Eren se enfadó tanto que casi los mata. Los tres se transformaron, y Eren y Reiner tuvieron una lucha en la que Eren parecía tener la victoria, mientras Berthold estaba en la cima de la muralla, soltando calor. El equipo de Hange estaba cerca, y Mikasa y Armin también. Connie, Sasha, Jean y yo estábamos algo más lejos, así que en el momento en que el Titán Colosal decidió que era una maravillosa idea tirarse encima de Reiner y Eren para capturarlo, no salimos heridos.
En cambio, Mikasa, Armin, Hange y su equipo, y muchos soldados más salieron heridos de ahí. Quemados, o con algún golpe.
Yo misma les llevé el hielo y la comida, y es aquí donde empiezo a preocuparme un poco. Recordé que le dije a Sasha que no me enamoraría de nadie, ¿no? Pues me di cuenta de que aquel día estuve más pendiente de Hange que de ningún otro soldado. Estuve todo el día llevándole hielos y un montón de comida. Y lo que me preocupa aún más es que ella ni se quejó, ni me pidió que fuera a ayudar a otros, ni nada. Pero preferí pensar que sólo era por el hecho de que era mi superior...

-¡T/N! ¡Abre, que soy Sasha! ¡Que se me ha olvidado limpiar mi zona y viene el capitán! -Gritó la chica patata, aporreando la puerta desde el otro lado.

-Joder... ¡Voy, voy, cálmate! -Me terminé de poner las botas y corrí a abrir la puerta.

-Corre, T/N, ¡corre! -Sasha cogió el cubo y el trapo y se lo pasó a la mesilla y la cómoda. Yo fui limpiando los cristales y haciendo mi cama. Mikasa ya tenía limpia toda su zona, con cama incluida.

-Mikasa no se olvida nunca, ¿¡cómo lo hace!?

Pocos minutos después llegó el capitán Levi.

-Buenas... -Dijo cruzando el umbral de la puerta, ya que la habíamos dejado abierta por él.

Pasó un dedo por el lado que daba a la cama de la mesilla de Sasha. Y sacó algo de polvo. A Sasha se le quedó la cara blanca. Literalmente.

-Mierda... L-lo siento, capitán... -Dijo Sasha, cogiendo el trapo de nuevo.

-El resto está... Aceptable. -El capitán se dio la vuelta y salió por donde había entrado.

-Madre mía, aceptable dice. Si supiera la puta paliza que nos acabamos de dar, T/N... -Sasha terminó de limpiar bien la mesilla, y metió el trapo en el cubo de nuevo. -¿Vienes a tirar este agua?

-¡Claro! Vamos. -Respondí, cogiendo el trapo que yo había usado.

-Oye, T/N, llámanos locos, pero ayer Connie y yo estuvimos hablando y...

-Dime, dime.

-Creemos que Hange y tú estáis enamoradas...

Mis ojos se abrieron como platos. ¿¡Cómo iba a estar enamorada de la capitana Hange!?

-¿¡Cómo voy a estar enamorada de la capitana Hange!? -Repetí en voz alta.

-¡Cálmate, sólo era una suposición! -Gritó Sasha, entre risas.

Llévame contigo   ︴ hange zoëDonde viven las historias. Descúbrelo ahora