Cap. I

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"Un mundo perfecto para unos antisociales como nosotros"

Narra Chishiya:

Estaba abriendo la reja de mi casa mientras suspiraba cansado, Hiroko me había hecho cargarla del salón a mi carro y de este a su cama, se había quedado dormida en una de las aburridas clases que teníamos juntos, cuando trate de levantarla ella solo hiso un ruidito de queja y me vio con su típico puchero de cuando trataba de converserme.

Cómo es obvio no pude negarme y terminé llevándola en mi espalda mientras muchos chicos me veían con cara de envidia y yo solo les sonreía satisfecho, Oko podía ser manipuladora cuando quería y muy buena pero que era de esperarse cuando aprendió del mejor.

Entre a mi casa y me encontré con mi padre serio, suspiré y estaba dispuesto a pasar hasta mi cuarto ignorando lo pero me habló antes de que pudiera.

_Me sorprende que hayas ido a clases cuando dijiste que no querías, desde cuándo eres el transporte de Hiroko?_ hablo mientras me veía con esa estúpida expresión.

_Hiroko necesitaba que la llevara haci que por eso fui, desde preparatoria soy quien la lleva, lo sabrías si estuvieras_ hablé mientras me iba a mi cuarto, lo último lo murmuré para mí mismo, el nunca estaba por su trabajo de cirujano solía afectarme de niño pero ahora me da igual, a Oko igual la dejaban sola y por eso era yo quien la llevaba y le hacía compañía, era curioso como a ambos nos había afectado de manera tan diferente estar solos.

Además yo podía pasar todas las materias sin asistir ni una vez a clases y tenía metodos para que los profesores me pasaran aún con mis faltas, pero Hiroko tenía que ir además de que no la pensaba meter en mis chantajes a los profesores.

_Hable con los Hayami en el hospital, estaban interesados en que sentimientos tienes por su hija, les pareces buen partido, deberías conciderar decírselo o ella se va a terminar llendo con otro de sus tantos prospectos_ dijo mi padre mientras yo entraba en mi cuarto algo molesto.

Los Hayami igual trabajaban en el hospital de mi padre, lo descubrimos ya para cuando Hiroko y yo éramos mejores amigos, me agradaba que los padres de ella me aceptarán pero como tal no estaba en mis planes decirle a Oko de mis sentimientos, de hecho nunca estuvo en mis planes el enamorarme de ella.

Porque si, me enamore de mi mejor amiga, lo noté cuando pasamos a secundaria, aparentemente yo le atraía a las chicas pero cuando ellas me molestaban o se me pegaban me causaban asco y molestia, pero con Hiroko era lo contrario, cuando ella me abrazaba solo me daban ganas de envolverla en mis brazos y no dejar que se fuera, ese fue uno de los detalles que me hizo darme cuenta de que había desarrollado sentimientos por ella, eso y que ni yo mismo me importaba pero ella es mi todo, mi reina blanca, ese apodo y el que ella me tiene tuvieron otro sentido desde que eso paso.

Estábamos tranquilos viendo una película de terror, eran las 5 de la tarde, aún había luz pero de todas formas, habíamos cubierto las ventanas por lo que todo estaba oscuro, veíamos la trilogía de peliculas de Saw, simplemente estábamos en el sillón, en un momento cuando están por dividir a una chica con una motosierra Hiroko pego un grito y me abrazo aferrándose a mi chamarra.

Ahora ella parecía un gatito, pero uno muy asustado, me daba ternura cuando hacía eso, había cosas que la asustaban muy fácil pero era irónico solo la ficción la aterraba, en carne propia ella podía partir un cadáver a la mitad o a un animal y no le iba a afectar, lo había hecho en clases.

Solté una risa, me gustaba cuando me abrazaba y más como lo está haciendo ahora, que incluso se sube en mi regazo y se oculta en mi pecho, prendí la luz y le puse pausa a la tele para después abrazarla sabiendo que si no lo hacía ella se pondría a llorar, odiaba verla llorar, le comencé a acariciar el cabello haciendo que su cuerpo dejara de tensarse.

_Oko es solo una película, tranquila_ le dije mientras unía su frente con la mía, siempre lo hacíamos, me daban ganas de besarla pero lo máximo que habíamos hecho era esos tontos pero según ella tiernos besos de esquimal, eso cuando juntas tu nariz con alguien y la frotas.

_Crees que alguien sería capaz de hacer eso?_ me preguntó mientras me miraba a los ojos, yo alce los hombros diciendo que no sabía, ella sonrió y yo por instinto comencé a acercarme más, sin darme cuenta está vez si la había besado, ella no hiso nada por unos segundos cosa que me asustó pero después sentí como ella también movia sus labios.

Sentía el pecho caliente, sus labios con su balsamo de bombones, simplemente me sentía en las nubes o bueno hasta que nos separamos y ví que estaba como un tomate, la ví sonreír y me alivio, ya nos habíamos besado una vez en preparatoria había sido nuestro primer beso, oímos algo como fuegos artificiales afuera.

Hiroko volvió a gritar y y se volvió a aferrar a mi, yo la volví a abrazar y le dije que estaba bien, me pare con ella abrazándola como una koala y abrí la ventana haciendo que entrara la luz, ella se movió para que la bajara y se quedó viendo a la ventana pasmada, se rio y miro las luces en el cielo, era raro que hubiera fuegos artificialesa esta hora.

Oi como Hiroko corrio y abrio la puerta saliendo a la calle, corri detras de ella y mas rapido de lo que crei llegamos al centro, yo era mas rapido que ella así que cuando la alcance la tome de la cintura y la alce para que dejara de correr, ella enredo sus piernas en mi cintura y me sonrio, nos quedamos ahi unos segundos en nuestra pequeña burbuja hasta que notamos que no habia ruido.

Volteamos a nuestro al rededor y creimos que era un sueño, no habia carros ni personas, ella comenzo a reir y yo tambien, no se porque reiamos pero solo lo haciamos, comence a dar vueltas aun con ella en brazos haciendo que riera aun mas.

_Todo el mundo desaparecio? es imposible que aqui este tan solo, hace unos segundos habia personas, mira el mundo perfecto para unos antisociales como nosotros_ dijo mientras yo la bajaba, solte una risa, estar en un mundo solo con ella sin duda era un paraiso, ella me tomo de la mano y comenzo a correr, no encontramos a ninguna otra persona en el resto del dia que estuvimos llendo de un lado a otro, en un punto Oko dijo que tal vez podriamos tomar un carro pero nos dimos cuenta que no encendian ni aunque conectaramos los cables a mano.

Conforme fue anocheciendo nos preocupamos por el hecho de que no teniamos luz y si usabamos las lamparas de los telefonos nos quedariamos sin bateria, estabamos caminando por la calle mientras haciamos teorias sobre que le habia pasado al resto de las personas de Tokio, obviamente Hiroko decia teorias demasiado locas para ser verdad.

_Oye, es imposible que todas las personas en Tokio se fueran y es imposible que la tierra sea el unico planeta habitado, tal vez somos un experimen...._ me estaba tratando de convencer para que dejara de decir que los aliens no existian pero dejo de hablar y se quedo mirando al frente, voltee a donde ella estaba mirando y vi una gran luz como las que ocupan para los circos, ella dijo que teniamos que ir y la apoye, si hay habia energia era lo mejor ver que pasaba.

Mientras caminabamos los enormes anuncios electronicos de las calles decian "Arena de Juego" y tenian flechas que apuntaban a aquella luz, cuando llegamos vimos que era un casino, un hombre entro como si nada, ambos nos miramos, yo queria entrar pero ella no se veia tan segura, suspiro y me tomo la mano para despues decir que fueramos, yo asenti y la segui.

El letrero que antes supongo tenia el nombre del casino ahora tenia la palabra "GAME" en el, subimos los escalones de la entrada pero ambos notamos algo, una pared como de laser rojo se formo detras de notros, Hiroko saco unos postips del bolsillo de su chamarra y quito uno para hacerlo una bolita, lo avento a la pared y uno lo atraveso quemandolo, nos quedamos estaticos viendo el papel, ella me apreto aun mas la mano.

_Cheshire estamos encerrados aqui, esto no me da bueno espina_ me dijo mientras su voz temblaba un poco, estaba asustada, esta vez yo le presione la mano y le di una pequeña sonrisa, ella respiro hondo tratando de calmarse, ambos caminamos a donde supongo solian revisar a las personas antes de dejarlas entrar al casino, habia una mesa con telefonos, ya habia tres personas hay, dos hombres adultos, uno nos miro mal mientras el otro parecia divertido, tambien habia una mujer que lucia aterrorizada, Oko y yo tomamos un celular y al ponerlo frente a nosotros este se ilumino.

"Jugadora 106, bienvenida a los juegos, los registros cerraran en 2 minutos "

"Jugador 107, bienvenido a los juegos, los registros cerraran en 2 minutos"

El gato y la reina blanca (Chishiya X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora