10. ᴛᴇ ᴏᴅɪᴏ

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Jaemin subió a su despacho pero Renjun aún no se encontraba en su puesto. No tenía que ser muy avispado para saber dónde podía estar. Lo difícil era saber en el baño de qué planta había decidido ir a frustrar sus emociones.

No podía llorar. Se había prohibido a sí mismo derramar lágrimas por algo tan infantil. Además, no quería que se le notaran los ojos hinchados y llorosos, sobretodo porque ya debería estar detrás del mostrador cogiendo la agenda para darle el parte de día al jefe. Pero bueno, siempre era él quien tenía que esperar. Por un día sería Jaemin quien le esperaría a él.

No sé por qué estoy aguantando tanta mierda. No tendría por aguantar nada. Yo cumplo con mi trabajo, lo hago lo mejor que puedo y no me meto con nadie y aún así los problemas vienen a mí. No... Más bien ese desgraciado me los trae. Si fuera un jefe normal nada de esto habría pasado. Todo esto por su culpa.

Se lavó la cara, comprobando en el espejo que sus ojos no fueran un completo desastre y subió a su puesto. Cogió la agenda y llamó a la puerta.

Nadie respondió.

La abrió despacio para descubrir que Jaemin no estaba en su despacho. Volvió a su silla y se desplomó sobre ella. No tenía fuerzas para ponerse a buscarlo.

Jaemin apareció pocos minutos después, mostrando su clásica postura con las manos metidas en los bolsillos y su cara seria pero burlona.

—Está aquí, te he buscado por todas partes.

—Ya, seguro. — Renjun se puso en pie—. Dentro de veinte minutos empieza la reunión con el vicepresidente en la tercera planta y a las dos tiene una comida con los representantes de MS....

—Anúlalo todo.

—No puedo anular nada.

—Sí puedes. Anúlalo.

—No me voy a pasar toda la mañana cancelando tu agenda y dando falsas explicaciones.

—Pero te he ordenado que lo hagas.

—¡Pues no lo pienso hacer! ¡Ya me has causado bastantes problemas, así que prepárate porque dentro de poco tenemos que ir a la reunión!

—No voy a ir, y tú tampoco. Vamos a tomarnos el día libre.

—Tú quieres acabar conmigo... Esa reunión es muy importante y lo sabes. Sin tu presencia no pueden tomar ninguna decisión.

—Muy bien, pues vamos.

—Faltan 20 minutos.

—Avísalos para que lleguen antes, eso puedes hacerlo ¿verdad? Y anula la comida, di que me encuentro mal. Puedes decirles que tengo cagalera o que estoy estreñido, lo que tú prefieras.

¿Qué era ese extraño comportamiento? ¿Lo estaba incitando a que lo pusiera en ridículo? Podría ser que se sintiera culpable por lo de antes... No, imposible, ese hombre era un egoísta que sólo miraba por su culo. Literalmente.

Renjun avisó al vicepresidente y a los demás asistentes de la reunión y mientras llegaban canceló la comida, pero no les dijo nada de lo que le había dicho Jaemin, puso una excusa normal porque Renjun no era así.

—Es una sorpresa que haya decidido adelantar la reunión Jaemin. He tenido que saltarme un par de semáforos para llegar a tiempo —dijo el vicepresidente sentándose en la silla de la larga mesa de la sala de reuniones.

—¿Qué hay que decidir? —se apresuró a decir Jaemin.

—Bueno, hemos hecho un estudio de mercado de las diferentes marcas que operan con nosotros y tenemos que solventar la forma de actuar con cada una de ellas. —Explicó el vicepresidente.

Odio A Mi Jefe (JaeJun) [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora