Jaemin parecía que se había relajado un poco los siguientes días. Renjun ya no volvió al puesto de bebidas. Un poco por vergüenza y otro poco para dejar de darle esperanzas al pobre Donghyuck. Ahora cogía su café de las mañanas en la máquina de la sala de personal. Así pudo enterarse de muchas cosas, ya que a primera hora se reunían otros empleados y charlaban entre ellos. Saludaban a Renjun y lo miraban de una forma que él interpretó por pena.
―¿Te has dado cuenta de lo mucho que le está durando el nuevo ayudante?
Renjun se paró antes de entrar y se quedó pegado a la pared poniendo la oreja. Dos empleadas de la planta estaban hablando de él y el corazón le dio un vuelco.
―Sí, es muy raro, ¿cuánto duró el último?
―Ni tres días. Salió por patas y le puso una denuncia por acoso.
―¿Qué dices?
―Tal cuál, aunque la cosa no llegó a nada. Quizás solo lo hizo por venganza, estoy segura de que el director es un jefe superestricto, de esos que te humillan con la mirada.
―Ya, y no tiene pinta de ser amable. Se porta bien con el equipo, pero seguro que todo es fachada.
―Tal cuál. ¿Sabes? Yo creo que este ayudante está durando tanto porque se lo tira.
―¡Cómo se lo va a tirar!
―Que sí, que sí, que el director es gay y este chavalito quería un buen puesto y le dio el culo. No hay otra explicación.
Renjun empezó a sentirse realmente mal. Agachó la cabeza y apretó los puños. Él no era así, él jamás conservaría un trabajo recurriendo a esos trucos tan bajos. Y ellas no lo conocían y se atrevían a ir diciendo esas cosas de él por ahí.
Frente a los pies de Renjun se pararon unos zapatos negros, elegantes y caros. Renjun fue levantando la vista. Un traje negro, cinturón negro, chaleco a juego, corbata burdeos y camisa blanca.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó Jaemin.
A Renjun le tembló un poco la barbilla, pues a punto había estado de echarse a llorar por los afilados comentarios de sus compañeras.
―Nada, ya me iba ―evitó el contacto visual y sorbió su nariz―. Dentro de una hora tenemos que estar en la sala de conferencias B del sexto piso.
―Ok.
Renjun se alejó. Jaemin miró dentro de la sala cómo las dos chicas se reían antes de percibir su presencia y darse la vuelta para saludarlo. Jaemin rodó los ojos y no les devolvió el saludo. Se metió las manos en los bolsillos y regresó a su despacho.
En la sala de conferencias B la reunión había empezado. Jaemin presidía la mesa, a su lado derecho Renjun tomaba notas, a su lado izquierdo el vicepresidente cruzaba los dedos prestando atención, con su respectivo ayudante tomando notas también a su otro lado.
El grupo de dirección creativa había rodado un anuncio para una marca de coches, el anuncio debía emitirse en los canales principales del país y del extranjero. El modelo que debían anunciar era un nuevo monovolumen familiar, con 8 asientos, cinco puertas, gran capacidad y diseño exterior elegante. Parecía el coche en el que viajaban los idols, pensó Renjun.
En el anuncio se veían distintas imágenes del coche en una carretera de montaña, y en la playa, y por la nieve. El slogan era: "Un coche para lo que quieras".
Después de pasar el vídeo el equipo se puso a explicar su propuesta.
―...Porque si el coche es capaz de ir por la montaña o por la nieve es capaz de todo, y eso es lo que buscan las familias. Las familias deben adaptarse a lo que sea y hacer malabarismos con los niños, el perro, las actividades, llevar a la familia a todas partes, y con esto queremos que vean que es posible, que todo es posible.
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Odio A Mi Jefe (JaeJun) [ADAPTACIÓN]
FanfictionRenjun consigue el trabajo de ayudante de dirección en una gran empresa de publicidad. El único al que tiene que rendirle cuentas es a su arrogante, egoísta, pervertido y sádico jefe. ¿Tirará la toalla o se acostumbrará al mal comportamiento de ese...