Si en el diccionario buscas el significado de tortura psicológica, te aparecerá una descripción de los siguientes días que se sucedieron en la vida del joven y desdichado Renjun.
Una mañana llegó algo inquieto a la oficina por lo que pudiera hacerle el loco de su jefe, y efectivamente, sus sospechas quedaron resultas cuando llegó a su mostrador y lo encontró cubierto de espuma de afeitar.
— ¡Oh vaya... qué desastre! ¿Quién habrá podido hacer una cosa así? —dijo Jaemin apoyado en la puerta de su despacho con un bote de espuma de afeitar en la mano— Yo no he visto a nadie, te lo juro.
Renjun lo ignoró, lo mejor era ignorarlo. Fue a buscar unos trapos y un cubo para limpiar el destrozo y cuando sacó toda la espuma comprobó que el ordenador no funcionaba. Se pasó el resto del día llamando al departamento de informática para que se lo cambiaran por otro y para que recuperaran los archivos de las copias de seguridad.
Cuando uno de los técnicos subió para llevarse el equipo Jaemin llegó a su clímax, con el volumen a tope, desde la "intimidad" de su despacho. El técnico se quedó pasmado y Renjun quería morirse de vergüenza, pero no cedería tan fácilmente.
El día siguiente no fue mejor.
— Renjun, he organizado tres reuniones para hoy.
—Menos mal... por fin has decidido dejar este juego absurdo y centrarte en...
—No, no, no, no querido Renjun. Verás, el juego es el siguiente, he organizado tres reuniones para la misma hora, en distintos pisos de este mismo edificio. Y te diré, que solo asistiré a una de ellas. Y tú tendrás que averiguar a cuál.
—Ja... no me hagas reír, ¿qué reuniones son esas?
—Averígualo tú.
—Aun no me han recuperado la agenda de las copias de seguridad, al parecer alguien borró todos los archivos antes del incidente de la espuma...
—¡Qué persona tan desalmada! — Renjun se contuvo de asfixiarlo con sus propias manos—. El caso es... que tendrás que asistir a la que yo vaya, no puedo ir a una reunión sin mi ayudante. Si averiguas a cuál voy y te presentas, no te molestaré nunca más.
—No hablas en serio...
—Hablo completamente en serio. Preséntate en la reunión correcta y tendrás al jefe perfecto con el que siempre soñaste, y para siempre.
—Júralo.
—Te lo juro por mi porno. Y eso es sagrado, ya lo sabes.
—Mmmh... está bien.
Renjun pensó que era demasiado fácil, algo tenía que tener trampa, porque solo era cuestión de no quitarle el ojo de encima y seguirlo allá donde fuera. Así que eso hizo. Salía cuando él salía del despacho, y cuando iba al baño y cuando bajaba a dar una vuelta por los diferentes departamentos.
Incluso lo siguió cuando se fue a comer a un restaurante como solía hacer. Podía verlo desde fuera, se sentó en un banco y disimuló que leía un periódico mientras se tomaba un sándwich. Jaemin estaba comiendo con el vicepresidente ejecutivo de la empresa que estaba al lado. Parecía una comida normal, una conversación normal. Jaemin de vez en cuando se reía y el vicepresidente ejecutivo lo mismo.
Parecía que sabía que lo estaba observando.
Jaemin se levantó en un momento dado, se limpió con la servilleta y fue a la parte interna del restaurante, se acercó a la barra, pero pasó de largo. Renjun ya no podía mirar lo que pasaba más adentro, pero tendría que salir por la puerta principal de todas formas.
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Odio A Mi Jefe (JaeJun) [ADAPTACIÓN]
أدب الهواةRenjun consigue el trabajo de ayudante de dirección en una gran empresa de publicidad. El único al que tiene que rendirle cuentas es a su arrogante, egoísta, pervertido y sádico jefe. ¿Tirará la toalla o se acostumbrará al mal comportamiento de ese...