Odio A Mi Jefe (JaeJun) [ADAPTACIÓN]

29. ʟᴏ ᴅᴇᴊᴀᴍᴏs

Al día siguiente ni siquiera se saludaron. Unos minutos después de que Jaemin entrara en su despacho entró Renjun, le dejó el sobre de la renuncia en la mesa y comenzó a hablarle de la agenda del día, pero Jaemin le pidió que lo cancelara todo. Renjun no replicó, ni se quejó, ni lo obligó a cumplir con sus tareas, ahora ya no debía importarle tanto.

Esa semana hizo varias llamadas y muchas más personas de las que se esperaba aceptaron la entrevista, tenía mucho donde elegir. Claro que cuando él había hecho la entrevista también había muchos otros candidatos.

—Buenos días, vengo a la entrevista por el puesto de secretario —dijo un chico bien vestido y algo recatado.

— Pasa y toma asiento por favor, eres el primero. — Renjun había preparado una sala justo en el piso de abajo para llevar a cabo la primera entrevista antes de presentarle a nadie al director.

Le hizo varias preguntas y luego le comentó las obligaciones del puesto. El chico comenzó a ponerse blanco, se notaba que quería irse pitando de allí, hasta que le mencionó el sueldo. Era un sueldazo que nadie rechazaría.

Ahora debía pasar la última prueba, conocer a Jaemin, que por su experiencia pasada sabía que no sería una tarea fácil y mucho menos sabiendo el terrible humor que tenía estos días.

Renjun le advirtió y le aconsejó que no se pusiera nervioso, que no titubeara, que le siguiera el rollo y no tuviera miedo.

¿Miedo? ¿Por qué tendría que tener miedo?

Enseguida lo comprendió cuando entraron al despacho, las cortinas estaban echadas, produciendo un ambiente oscuro en el que había que forzar un poco la vista. Y detrás de un imponente escritorio de madera se encontraba el jefe. Un hombre embutido en un traje negro, con el pelo celeste y una mirada de asesino.

Fulminó al chico, si pudiera hacerlo, lo habría matado con los ojos.

—Este es el primer candidato a mi puesto, sé bueno con él —dijo Renjun.

—Buenos días director —el chico hizo una exagerada reverencia.

—Estudios — Jaemin volvió a prestarle atención a la pantalla de su ordenador.

—He estudiado administración y dirección de empresas, también tengo un ciclo superior en administración, también he trabajado como...

—Novia.

—¿Perdón?

—Que si tienes novia.

—No señor.

Renjun se tapó la cara con la mano. Jaemin desvió la mirada de la pantalla para volver a asesinar a aquel pobre muchacho que se había atrevido a llamarlo señor.

—527 por 415.

—¿Qué?

—¿Estás sordo o es que no sabes multiplicar? 527 por 415.

—Eh... pues... cinc...doscientos...

—Tarde, fuera de mi vista.

—Puedo utilizar la calculadora de mi teléfono para averiguarlo, eso no influirá en mi trabajo.

—Lo confirmo, eres sordo. Fuera-de-mi-vista.

—Señor, si me da una oportunidad...

—Voy a tener que llamar a seguridad para que te saquen.

—No señor, verá...

—¡SEGURIDAD!

—Lo siento, lo siento, ya me voy.