----------------------------------♠♦♠♦♠♦♠♦♠♦♠♦♠----------------------------------------¡Kaito! --grito sin desenfreno mientras intentaba volver a alcanzar cualquier extensión del cuerpo o ropa del ladrón, importándole en lo absoluto la forma en que lo había llamado.
Más, al darse cuenta que le seria imposible volver a alcanzarlo, su vista solo pudo mantenerse clavada todo el tiempo en aquel chico de vestimenta blanca, viéndolo caer con gran rapidez pero sin mostrar alguna visible señal de miedo o sorpresa, obligándolo a que su mente buscará alguna otra forma de poder rescatarlo.
No obstante; no pudo evitar sorprenderse, al ver como el cleptómano solo se giraba con violencia para poder ver hacia la trampa de Nakamori y la carretera, para disparar casi de inmediato a los extremos que unían tal red del muro del museo, haciendo que está se soltará por completo y comenzará a caer hacia el escuadrón del inspector, siendo la oportunidad perfecta para abrir su ala delta, dejando que el violento y frio empuje del viento lo salvarán de una terrible y dolorosa caída.
Cuando Kudo logró perderlo entre los distintos edificios que habia y la oscuridad de la noche; Shinichi por fin pudo regresar su mirada al chico rubio que aún colgaba de su otra mano, comenzando a jalarlo de poco a poco con ayuda de ambas manos, intentando ignorar la fatiga que comenzaba a sentir todo su cuerpo por culpa de tanta emoción y sobreesfuerzo que había sufrido esa noche.
Mientras ayudaba al británico, su mente no pudo evitar concentrarse en todo lo que había pasado hace poco, llegando incluso a reprender se por lo bastante torpe que había actuado esa noche. Se suponía que él era un detective, una persona que tiene altamente prohibido dejar que sus sentimientos y emociones interfieran en alguna clase de escena del crimen o caso parecido; pero al ver a el mago estar al borde de la muerte junto con Hakuba, mientras que un extraño sujeto lo obligaba a tomar una decisión prácticamente imposible para su moral, todo se volvió demasiado para su sistema, haciendo que inconscientemente revelará la verdadera identidad del ladrón de guante blanco a la persona que menos hubiera querido decirle.
Después de terminar de subir al británico al tejado y confirmar que estuviera al menos, físicamente bien, Kudo no pudo evitar sentarse de golpe en el duro suelo a un lado del otro, sintiendo como todo el frió de esa noche se adhería a sus mejillas algo sudadas mientras que sus brazos y manos comenzaban a sentir un fuerte y molestó hormigueo por culpa de todo el cansancio y frío que empezaba a resentir su cuerpo.
Saguru por otro lado, se encontraba catatónico. Necesitaba al menos un momento, para poder asimilar todas y cada una de las cosas que habían pasado en el poco tiempo que habia durado el atraco.
Con cuidado y lentitud, comenzó a recordar cada una de las cosas que habían pasado en esa agitada noche, intentando hallar algo entre todos sus recuerdos algo que fuera crucial para encontrar de nuevo a Spider.
A pesar de sentirse bastante cansado y agotado mentalmente por aquel ataque que había recibido de Spider, su mente aún podia asimilar varias cosas que hasta ahora no dejaban de confundirlo; no obstante la cosa que más lo había sorprendido había sido aquel extraño ataque de aquel excéntrico asesino.
Conocer a un asesino serial desde su forma de ser hasta su manera de atacar era un algo que todo detective debía conocer de su objetivo, y Hakuba no era una excepción. Después de mucho tiempo yendo tras su captura en diferentes lugares y países, este notó que Spider siempre había intentado matar solo con sus propias ilusiones o agujas con veneno, intentando hacer un "homicidio a su altura"; por eso, nunca creyó que ese sujeto intentaría matarlo de una manera tan diferente como con una caída libre desde el tejado de un edificio a medio atraco de Kaito Kid.
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Nuestra Melodía ×Actualizaciones Lentas×
FanficLo que había empezado como un castigo para un pequeño detective de siete años, paso a convertirse en el inicio de uno de los mejores momentos que en toda su vida a vivido... Dicen que la gente no puede olvidar nunca una melodía que tanto a apreciad...