Capitulo 19 (Parte 3)

106 20 2
                                    

       
                                ♠♣♠♣♠♣♠♣♠♣♠♣♠♣♠♣♠

Esta era la primera vez que creía tener la peor suerte de todas; nunca había tenido tan más mala racha de suerte en su corta vida, eso sin contar el hecho de estar en dos escenas del crimen diferentes en dos días seguidos, su gran diosa de la suerte por primera vez lo había abandonado.

Él aspirante a mago, por mucho que quisiera ayudar al ojiazul a resolver otro misterio de asesinato, recordo que también tenía cosas que hacer; tanto así, que si continuaba perdiendo más su tiempo podria lograr verse dentro de unas cuantas horas entre las rejas de la cárcel como todos los criminales que día a día encierra Shinichi o Saguru.

La policía al llegar a la escena del crimen, seguida a lo lejos de una ambulancia; comenzaron a observar toda la escena del crimen, dejando también a los forenses trabajar con el cuerpo.

Kuroba al ser ya conocido por varios policías incluso los que había en la zona de Beika; comenzó a escabullirse lejos del cuerpo yendo lo más disimulado posible hacia la salida, anhelando que el aspirante a detective no le viera salir sin su consentimiento.

--¿Kaito? --Escucho una voz bastante conocida deteniendo todo su plan de escape, más sin aún voltearse a ver al dueño de esa voz --¿A dónde vas? Ayúdame a resolver este caso, así acabaremos mucho más rápido... ¿No?

Él ojivioleta después de pensar y analizar un poco su delicada situación; renunció por completo a cualquier intento de escape sencillo, culpando al detective por ser tan listo, solo comenzó a acercarse de nuevo a la escena del crimen, siendo observado por todos los sospechosos y los algo aterradores ojos que tenia él detective.

Al estar finalmente a lado de Kudo; él ladrón fantasma solo pudo saludar a la policía con el típico respeto que siempre intentaba fingir dar a los mayores, evitando crear cualquier tipo de contacto con el detective para poder pensar en alguna otra forma de escaparse de allí sin represalias.

Más todos sus pensamientos fueron interrumpidos al oír como todos los oficiales comenzaban a acercarse al ojiazul; incluyendo, un hombre vestido completamente de café, algo gordo a decir verdad y un bigote algo grande, que solo golpeo la espalda del detective del este en forma de saludo.

--¡Oh! Kudo... --Saludo Megure feliz golpeándolo varias veces en la espalda, logrando asustar al ojivioleta por el exceso de fuerza que creía que usaba --hace mucho que no te veía por aquí... Creí que te habías mudado a Ekoda.

Él ojiazul después de recibir ese doloroso saludo; regreso su vista al cuerpo de la víctima que se encontraba medio tendido en el suelo, mientras la parte inferior se encontraba arriba de la silla de madera en donde antes estaba comiendo.

El local en donde estaban había sido por ese momento cerrado y rodeado por varias patrullas policíacas, con todas las personas que en ese momento estaban allí adentro.

Al ser una hora en donde algunas escuelas apenas terminaban sus clases y un día en donde no muchos adultos dencansan de su típica jornada de trabajo, no habia mucha clientela en ese restaurante, haciéndole mucho más facil el trabajo al detective por los pocos posibles sospechosos que habían.

Los forenses sin dar saludo alguno al aspirante a detective comenzaron con la autopsia del cuerpo, recibiendo la ayuda de los paramedicos que conducían la ambulancia, esperando también la autorización del inspector para poder llevarse el cuerpo y ser notificado a los familiares o a algún conocido de la víctima.

Después de un breve tiempo; los forenses terminaron toda la autopsia del cuerpo, determinando que la víctima murió a causa de la ingesta de alcohol metílico o en otras palabras metanol, logrando provocar cierto desconcierto en el detective del este.

Nuestra Melodía ×Actualizaciones Lentas×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora